ATLETISMO

El atletismo italiano estalla por los aires por una trama de ciberespionaje sobre Marcell Jacobs, campeón olímpico de 100 metros en los Juegos de Tokio

Giacomo Tortu, el hermano de Filippo Tortu -atleta campeón de los 4x100 relevos en Tokio 2020- es investigado como posible implicado en la trama.

El relevo del 4x100 italiano durante los Juegos de Tokio./AFP
El relevo del 4x100 italiano durante los Juegos de Tokio. AFP
Agencia EFE

Agencia EFE

Giacomo Tortu, el hermano de Filippo Tortu -atleta campeón de los 4x100 relevos en Tokio 2020- es investigado como posible implicado en una trama de ciberespionaje sobre Marcell Jacobs, también campeón olímpico en los 4x100 y en los 100 metros lisos en la capital japonesa.

Giacomo, hermano de Filippo, investigado por la Fiscalía de Milán (norte), habría intentado tener acceso a información privada de Jacobs, compañero de su hermano en el equipo de relevos, desde finales del año 2020 y durante todo el 2021, también después de que se coronara campeón olímpico -los JJOO se disputaron en 2021 debido a la COVID-19-.

En concreto, en busca de una posible prueba de dopaje positiva del campeón, Giacomo intentó tener acceso a los resultados de análisis de sangre y a mensajes privados con su equipo técnico.

La trama de ciberespionaje que afectó a Jacobs comenzó casi un año antes de los Juegos Olímpicos, se alargó hasta septiembre de 2021 -poco después de convertirse en campeón olímpico- y salió a la luz en octubre de 2024.

El caso gira en torno a la agencia de investigación privada 'Equalize', propiedad de Enrico Pazzali, presidente de la fundación de la Feria de Milán, y gestionada por el inspector de policía jubilado Carmine Gallo, ambos entre los acusados de delito ciberespionaje.

Fue precisamente Gallo el que destapó hace pocos días en su declaración, tal y como desveló 'Il Fatto Quotidiano', que Giacomo Tortu pidió a 'Equalize' la información sobre Jacobs en busca de un test positivo en alguna sustancia prohibida con el objetivo de demostrar que sus buenas marcas en la época, incluida la de Tokio, eran fruto del dopaje.

Filippo Tortu desmintió inmediatamente su implicación en el delito con un comunicado de prensa. "Me he enterado de la noticia por los medios de comunicación. Confío en que los hechos se aclaren lo antes posible y que mi nombre no se asocie a acontecimientos de los que soy totalmente ajeno", dijo el atleta de 26 años.

Jacobs, por su parte, aseguró confiar en Tortu, en declaraciones a la agencia ANSA: "Creo personalmente a Filippo Tortu cuando dice no estar implicado en el asunto de su hermano Giacom. Dicho esto, el hecho de que alguien haya podido espiar mi teléfono móvil me entristece y me preocupa", añadió.

Además, Stefano Mei, presidente de la Federación de Atletismo Italiana (FIDAL), defendió la inocencia de Filippo Tortu. "La Fiscalía de la federación estará dispuesta a abrir un expediente. Filippo Tortu no parece haber sido afectado en absoluto por la investigación. La federación no está preocupada ni entristecida. Y como siempre, el más rápido irá con la selección nacional y esta será la regla que también se aplicará en los relevos", explicó en el Tg1, el telediario de la cadena pública Rai.

Declaraciones que no gustaron a Jacobs: "Del presidente de Fidal, Stefano Mei, habría esperado al menos solidaridad, a la espera de que la fiscalía concluya su investigación".

La trama de ciberespionaje no solo afectó a Jacobs. Consistía en el robo por parte de la mencionada organización delictiva de información confidencial de bancos de datos "estratégicos" de ciudadanos, políticos, periodistas o celebridades para después venderlos.