Los deportistas estallan contra el pasaporte biológico: "Se está ocultando el dopaje"
Varios atletas confiesan estar hartos de las resoluciones de la Justicia y las instituciones españolas, que "invitan a hacer trampas" y "miran para otro lado" antes de sancionar a los dopados.

Imagine una gráfica con todas sus notas escolares. Una raya azul marca el historial de puntuaciones. Dos líneas rojas marcan los límites, el 10 por arriba y el 0 por abajo. La raya azul sube, baja y vuelve a subir, pero nunca sobrepasa esos límites. Así funciona el pasaporte biológico de los deportistas, el método infalible para detectar tramposos. Esta suerte de cartilla personal recopila todos los controles de sangre y de orina que se le realizan a cada atleta en el mundo. La línea azul, en su caso, no marca suspensos ni sobresalientes, sino los resultados de todos los análisis que se le han realizado a lo largo de su carrera. Si las cifras se salen de los parámetros habituales, visibles a simple vista, saltan todas las alarmas: tenemos un positivo por dopaje.
Este método creado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en 2009 e instaurado en España pocos años después fue el que condenó en 2015 a Marta Domínguez, estrella del deporte patrio y vicepresidenta de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) hasta su detención. Su caso, como ahora el del ciclista Ibai Salas, exculpado por el fallo de la Audiencia Nacional —contrario a los de la AMA y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD), ambos internacionales—, evidencian dos certezas: el pasaporte biológico funciona y en ambos casos fue la Justicia española quien salvó a sus deportistas, que tuvieron que ser sancionados por órganos foráneos.
"Tienen que levantar la alfombra desde fuera porque aquí nadie se atreve", lamentan varias fuentes consultadas. No es novedad. España es el único país del mundo cuya Justicia no reconoce la validez del pasaporte biológico para sancionar a un deportista. Prueba de ello, la Audiencia Nacional consideró la semana pasada que el método biológico "vulneraba" la presunción de inocencia del deportista —de Ibai Salas, en concreto—, pues no demuestra cómo ni con qué sustancia se ha dopado, sino el simple hecho de que ha infringido las normas.

"No tiene ningún sentido", lamenta Juan Antonio 'Chiki' Pérez, bicampeón de España de 10.000 metros. "No entiendo por qué se utiliza el pasaporte biológico si luego no lo pueden aplicar para sancionar a los tramposos. Es como hacer controles para después tirarlos a la basura. Como si los hicieran solo para justificar que los están haciendo".
Roberto Aláiz, especialista en la misma distancia —es el vigente subcampeón nacional—, denunció el sistema de exámenes el pasado 30 de enero, justo al terminar el Campeonato de España de cross: "¿Por qué solo nos hacen antidoping de pasaporte si en España el pasaporte biológico "no tiene validez?".
"Hablamos mucho de Kenia, pero aquí llevamos un camino parecido"
Bicampeón de España de 10.000mAmbos, Pérez y Aláiz, señalan la falta de transparencia como uno de los principales problemas. "Todo es por el dinero. Lo que buscan no es destapar el dopaje sino tapar que haya positivos", asegura el leonés a Relevo. Pérez, incluso, va más allá al otro lado del teléfono: "Hablamos mucho de Kenia, pero aquí llevamos un camino parecido y la bola se está haciendo cada vez más grande".
¿Qué falla en el pasaporte biológico?
En España no falla el método, infalible según la CELAD (Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte) y eficaz en otros países del primer escalón internacional, sino la aplicación y la legislación posterior.
Desde Valencia, Pérez señala que durante años se han hecho los controles con un solo agente, algo que invalida todo el proceso. "Para que un análisis sea efectivo tienen que presentarse dos agentes. De lo contrario, el control carece de validez y no se puede sancionar al deportista", explica. Y añade, indignado: "Es que nos están diciendo en la cara 'haced lo que os dé la gana, que no os vamos a pillar'... ¡No puede ser!".
En su caso, además, el dopaje duele por partida doble. En agosto, durante los Europeos de Atletismo disputados en Múnich, 'Chiki' terminó 17º en la prueba de 10.000 metros. Una lástima, porque la RFEA le hubiera otorgado una beca de haber terminado entre los 16 primeros. Suerte o no, el atleta que quedó justo por delante del español, el turco-keniano Aras Kaya, resultó positivo por EPO a los pocos días. También el israelí Tadesse Getahon, décimo clasificado en Múnich. ¿Resultado? Pérez, internacional con España desde 2015, perdió algo más de 10.000 euros de beca por quedar por detrás de, al menos, dos deportistas que iban dopados. "Algo se está haciendo mal y pagamos los de siempre", protesta.

José Luis Terreros, director de la CELAD, entiende las quejas de los deportistas y centra el origen del problema en la Justicia española. "La sentencia de la Audiencia Nacional parece extraña, habla de 'irrefutabilidad' cuando nada en la ciencia es 100% irrefutable.... Está claro que es un fallo que obstaculiza nuestro trabajo", apunta en una conversación telefónica con Relevo.
Sabedor de la situación excepcional del método en España, Terreros entiende que el pasaporte biológico tiene "perfecta validez" para sancionar a los tramposos. "A los deportistas limpios les diría que no se preocupen. Lo único que ha dicho la Audiencia Nacional es que no puede sancionar a Ibai Salas, pero los otros casos adversos sí se pueden sancionar. Ahora mismo tenemos tres casos suspendidos y estamos buscando alternativas". Así lo atestigua la AMA, que ha podido confirmar a este medio los contactos con la CELAD para "garantizar que estos casos sean procesados y juzgados cuanto antes".
"No se persigue a los que se dopan... No interesa que haya positivos"
Subcampeón de España de 10.000mAláiz, mientras tanto, no entiende nada. "Si no pueden sancionar por pasaporte biológico, por la razón que sea, me da igual cuál, ¿para qué lo hacen?". Harto por los desvíos de la nomenclatura jurídica, el atleta leonés recuerda el sinsentido que vivió en el último Campeonato de España de Cross: "Después de la carrera nos tuvieron sentados hasta las cuatro de la tarde [se necesitan dos horas de reposo para medir bien los parámetros en el pasaporte biológico]. Todo, para analizarnos solo la sangre. ¿De verdad? Ya que estamos tanto tiempo esperando, ¡miradnos más cosas! Aprovechad. Haced las cosas bien, buscad EPO, hormonas...".
«Estamos hartos del dopaje»
A sus 34 años, y acostumbrado a medias distancias, Pérez estaba dispuesto a encaminar la última parte de su carrera hacia la maratón. Ahora, entristecido por un ambiente cada vez más turbio, tiene dudas. "Los perjudicados siempre somos los mismos, los que velamos por un deporte limpio. Ya estamos hartos", asegura. Y sentencia, decepcionado: "O cambia algo o vamos a tener que dejar el deporte de élite".
Él, tercera mejor marca de la historia de España en media maratón, como Aláiz, se hace una idea del origen del problema. "Todo es por dinero, comosiempre", lamenta al otro lado del teléfono. Pero su compañero de batallas va más allá: "No interesa que haya positivos, es así de simple. Ni a los tramposos, ni a las federaciones, ni a los patrocinadores. Si hay positivos, Iberdrola, Joma, Divina Pastora y otras empresas privadas sacarían su dinero del atletismo. Y eso no interesa".

Aláiz no solo entiende las dudas de su compañero, sino que las comparte. "Piensa que los que no hacemos trampas cada vez quedamos más atrás; no llegamos al nivel porque otros han puesto el listón tan alto que no nos da", declara. Y rescata un ejemplo para entenderlo mejor: "En nuestra prueba [los 10.000m], ha bajado un minuto la mínima para ir a los Juegos Olímpicos o los Mundiales. ¡Un minuto! Eso es una absoluta barbaridad. Una locura. ¿Cómo es posible que suba tanto el corte?".
En Madrid, Terreros no siente que la bola sea cada vez más grande. Más bien al contrario. "Creo que cada vez hay menos dopaje", asevera. "En España se hacen muchos menos controles que en otros países porque tenemos muchas menos licencias deportivas, pero si miramos el ratio de control por licencia, estamos muy por encima de Alemania, Francia o Italia. Nuestra eficiencia de detección es muy superior".
Aláiz, bicampeón nacional de 3.000 obstáculos en categorías inferiores, no está del todo de acuerdo. "Ya está bien de Marca España, de presumir que somos los mejores y los que más luchamos contra el dopaje... Basta de mentiras", replica al otro lado del teléfono. Y concluye: "Tenemos que alzar la voz, juntarnos y que se nos escuche. En nuestra mano está. Si no hacemos nada, esto no va a acabar nunca".