ATLETISMO

Devynne Charlton quiere romper el techo: "Tengo que salir de París con una medalla"

La bahameña, plusmarquista mundial de los 60 metros vallas (7.67s), atiende a Relevo en Madrid, donde se quedó a tan solo una centésima de su propio registro.

Devynne Charlton, en los Mundiales de Budapest./Instagram
Devynne Charlton, en los Mundiales de Budapest. Instagram
Daniel Arribas

Daniel Arribas

No parece una estrella mundial. No al menos cuando uno se acerca en el madrileño pabellón cubierto de Gallur y Devynne Charlton está sola, apoyada sobre la colchoneta en la que aterrizan los saltadores de altura y sin apartar la mirada del teléfono móvil, signo inequívoco de una generación. "Mi nombre es dé-vyn", aclara con sonrisa amable tras escuchar, qué remedio, hasta tres pronunciaciones diferentes en boca de hispanohablantes. "No hay ningún problema, estoy acostumbrada".

Pocas horas después, algo más seria y con el pelo tintado de rosa, la bahameña, 161 centímetros de pura potencia, detiene el tiempo en 7.68 segundos, solo una centésima más que su mejor registro, el mismo que marca el récord del mundo de los 60 metros vallas en pista cubierta. "Sabía que ese día iba a ser una carrera rápida", asegura, relajada, mientras se cubre con la sudadera de su marca deportiva, "pero no supe que tanto hasta que vi mi nombre y el tiempo en el videomarcador".

Fue ahí, en el tartán rojizo de Nueva York, cuando Charlton supo que había hecho historia. "Desde entonces todo ha sido muy nuevo para mí, sorprendente incluso", indica, modesta. "Mucha atención de los medios, muchas entrevistas y muchas cosas que te llegan de nuevas y que hay que asimilar rápidamente para no dejarte llevar por la vorágine. Tengo que mantener la mente en mi foco, que es entrenar y prepararme para los Mundiales de este fin de semana".

La cita estrella de la temporada indoor arranca este viernes en Glasgow, donde Charlton, de 28 años, espera prolongar un éxtasis que solo alcanza cuando siente el viento soplándole en la cara. "Soy feliz mientras corro, es algo que he hecho desde los siete años y con lo que disfruto muchísimo", reconoce quien creció idolatrando a Debbie Ferguson-McKenzie, también bahameña y campeona olímpica en el 4x100 de Sídney 2000.

Esa alegría innata, en cualquier caso, solo ha tenido un paréntesis, en 2016, cuando una lesión dejó a la velocista bahameña fuera de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro. "Había hecho una temporada magnífica, pero una fractura por estrés en mi espalda me dejó fuera", recuerda. "Estuve tres meses sin entrenar, perdí salud y forma física, no estaba apta para competir. Fue un momento muy difícil, probablemente el peor de mi carrera".

Con todo, Charlton consiguió levantarse. Eso sí, no sin ayuda. "Tuve que acercarme más a mis padres, mis amigos y mis entrenadores. Me fue muy difícil y necesitaba apoyo emocional", reconoce. "Aquel bache oscuro me enseñó a cuidar mi cuerpo, a comer y dormir bien, a hacer todas las pequeñas cosas como es debido. Al final, creo que ese momento me ha empujado a hacer lo que estoy haciendo ahora"

Los Juegos Olímpicos de París, en el punto de mira

Pese a su desempeño en pista cubierta, donde ya es la mejor de todos los tiempos, la velocista de Nasáu no quiere cerrarse puertas. "Por supuesto que seguiré compitiendo al aire libre", señala tras sellar el triunfo en el World Athletics Indoor Tour. "Estoy sacando lo mejor de mí bajo techo y espero hacer lo propio en el estadio. De momento, mi mente está en los Mundiales de Glasgow. Después, todo se centrará en preparar París".

Allí, al norte de la capital francesa, en la pista violeta del Stade de France, Charlton irá a por todas. "Tengo una grandísima oportunidad para estar en el podio", sentencia quien fuera sexta en los 100 metros vallas de la última cita olímpica. "En Tokio estuve ahí, sí, pero creo que ahora me encuentro mejor, así que llegar a la final ya no será suficiente. Tengo que salir de París con una medalla. Me he dado cuenta de que establecer un objetivo y lograrlo es algo muy especial. Me gusta pensar que todo el trabajo tiene su recompensa".