Elvin Josué Canales y la última llamada a la que se agarra España: "Me va bien para salir de la burbuja"

"Cuando hay un exceso de nervios, le llamo y repasamos un poco la estrategia de la carrera o cómo ha ido el calentamiento". Así nos desvela Elvin Josué Canales (Distrito Central, Honduras, 2001; afincado en Girona desde los tres años) una habitual última llamada con su entrenador, el exmaratoniano Carles Castillejo, que más bien es una inoculación de quietud antes de enfrentarse contra los 'gigantes' del 800 con las únicas armas de su apenas 1,75 de altura y sus pasitos cortos a todo ritmo. Una simple conversación de última hora que es, al mismo tiempo, el mejor símbolo de una unión que ha llevado a ambos a convertirse en una de las grandes sensaciones del atletismo en esta temporada de pista cubierta. Y esto no ha hecho nada más que empezar.

El invierno de ensueño de este chico lacerado por la humildad que siempre le ha rodeado, en el que pulverizó el récord de España en su segunda competición allá por el 19 de enero en Luxemburgo, se cierra este domingo disputando la final mundial en Nanjing, como ya lo hizo con la europea hace un par de semanas con un 5º puesto "que fue un palo". Quizás, la de Canales es la opción más real para que España pueda sumar un tercer podio en este campeonato tras los bronces de Ana Peleteiro y Fátima Diame, a la espera de lo que hayan podido conseguir Mariano García y Adrián Ben en su 'estreno' en el 1500 un rato antes.

Hay motivos para soñar con el menudo Josué: Con su explosivo sprint, la pista de Nanjing le viene mucho mejor que la que se encontró en el Europeo de Apeldoorn hace unos días. Y es que, además de un peralte mucho menos notable que permite adelantamientos en las curvas mucho más sencillos que el del Omnisport Arena neerlandés y que resta importancia a la corpulencia, la línea de meta está serigrafiada en el tartán al final de la recta, en un lugar más habitual, y no a mitad como en la cita continental donde solo se contaba con 25-30 metros para un último remate en el que español suele sacar buen botín. "Le puede beneficiar un poco, pero también es que está corriendo más sereno", señala su técnico tras ver las carreras de su discípulo por televisión y desde casa al no formar parte de la expedición española.

Esas buenas sensaciones se han podido ver en sus dos carreras hasta el momento en China. Si en el Europeo Canales quiso activar su 'molinillo' desde el primer día para lograr pasar con el mejor tiempo a las semifinales, seguramente influenciado por llevar el dorsal azul de líder europeo de la temporada, el empeño de Castillejo en la previa del Mundial ha sido calmar ese desenfreno, con el objetivo de guardar fuerzas y llegar a tope al Día D. "Ha corrido tácticamente como habíamos hablado, guardando fuerzas para lo que viene", confesaba el preparador tras una primera ronda tan diferente comparando ambos campeonatos, a pesar de haber pasado menos de 15 días y señalando la clave: "Su posición en la tabla es como Stranger Things: en el Europeo pasó como mejor tiempo de las series y ahora con el peor. Y es mejor lo de ahora". En la segunda carrera, en semifinales, más buenas impresiones: ni un solo incidente, una incombustible solvencia y un ataque final sin titubeo le bastaron para colarse entre los seis mejores del planeta.

Viajando al pasado reciente, a lo que ocurrió en Apeldoorn, hay que recordar que era la primera vez que el mediofondista completaba tres carreras en un gran campeonato en una prueba tan exigente como el 'ocho'. Y, como dicen los que mejor le conocen, Elvin aprende rápido y seguro que ya se sabe la lección para volver a España con premio.

Además, para ahuyentar fantasmas, en esta gran final sí se reencontrará con los medallistas continentales Samuel Chapple y Elliot Crestan, pero no con el neerlandés Clarke con quien se tiró toda la final europea codazo va y codazo viene en busca de la cuerda, lo que le dejó sin opciones al final. Es más, parece que esta vez todo será distinto y no habrá ni opción al choque, y todo por la manera de correr de los estadounidenses Josh Hoey y Brandon Miller, que han demostrado no entender de estrategias y contemplaciones, y han presentado sus cartas en las dos carreras previas saliendo a tope como si de dos carreras unidas de 400 se tratara. "La táctica en la final es fácil", analiza un Castillejo que parece intuir que todo será cuestión de aguantar el fuerte ritmo y llegar entre los tres primeros cueste lo que cueste.

Aunque parece que no harán falta grandes estrategias, este domingo volverá a haber llamada intercontinental entrenador-atleta previa a la final (a las 13:40, hora española) para repasar la lección y soñar juntos. "Me va bien hablar con Carles para salirme de la burbuja", nos señala un Elvin Josué Canales que no tiene miedo a nada y que tiene especial ilusión por hacerlo bien tras ser criado por su abuela en un día a día "con el agua al cuello". Como muestra, su sonrisa picarona al saberse finalista mundial todavía sin cruzar la meta en semifinales: "Dedico mi vida a entrenar para esto y ahora es el momento de mostrar los galones".