La intrahistoria detrás de las lágrimas de Ana Peleteiro tras su salto de oro: "¿Ya se ha dormido?"
La española se proclama campeona de Europa y desvela a Relevo un momento mágico durante la final.
Todavía no son las 22:15 horas en el Stadio Olimpico de Roma, no se ha llegado a la hora de competición en la final femenina del triple salto y Ana Peleteiro mira a la grada de los familiares. Allí debería estar Benjamin Compaoré, su marido y también saltador que solo unas horas antes también se había metido en la final masculina, y su hija Lúa, pero no los ve. Salta la búlgara Nacheva, previa al turno de la española. Y entonces, en la última mirada, ahí está su hija.
"Casi lloro cuando la vi porque no la había encontrado, estaba como medio rayada... ¿Ya se ha dormido la tía? Por un día que tenía que aguantar hasta las diez...", responde la ya campeona de Europa a Relevo sobre su cara emocionada en esa parte del concurso. "Me puse así porque la vi. Mi niña me da la fuerza y me la quita a partes iguales".
Pero esta vez, Lúa — nombre que significa 'lo que brilla y reluce' — tenía preparada una buena cantidad de energía y brillo para su madre: "Necesitaba ver a mi niña, la vi en el cuarto salto, me llenó de fuerza y me salió". Peleteiro volaba hacia los 14,85 metros, la segunda mejor marca de toda su vida y a solo dos centímetros de los inolvidables 14,87m. que la llevaron al podio olímpico de Tokio. "Estaba emocionada por estar otra vez tan cerca de mi marca personal, con la que fui medalla olímpica... es como volver a sentirme competitiva, líder europea... ¿Qué quieres que te diga? Como para no llorar. Yo soy de lágrima fácil", nos relata volviéndose a emocionar rebosante de alegría.
🥇 Salta mucho. Es carisma puro. Es Ana Peleteiro-Compaoré.
— Teledeporte (@teledeporte) June 9, 2024
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¡Qué concurso con un incontestable 14,85m que la pone en la cima continental! #Roma2024 pic.twitter.com/zx22COLTwm
Quizás, en esa mirada cruzada entre Ana y Lúa había mucho más que un salto mágico para colgarse el oro y hacer sonar el himno de España en Roma. "Estoy tomando decisiones que nunca he tomado" ¿Como cuáles? "Esta semana tomé la decisión de que voy a dejar tres semanas a mi niña con mis padres para enfocarme, descansar y que no haya ningún virus que aparezca".
La referencia a una dichosa enfermedad no es casual, ya que una pequeña enfermedad en la casa de los Peleteiro-Compaoré ha estado a punto de dejarle sin su primer gran oro internacional al aire libre. "No lo he contado, pero hace una semana estaba con fiebre, tomando paracetamol por un virus que me pasó mi hija y yo se lo pasé a Benjamin; tener una niña tiene sus handicaps y, aunque me cueste, porque ha sido una decisión que me ha costado mucho y que no quería tomar, creo que es lo mejor".
Viendo ahora el resultado, parece que la española ganó fácilmente, pero nada más lejos de la realidad. Tuvo que sobreponerse, en pleno crecimiento del concurso, a un inesperado salto de 14.57m. de la turca Danismaz con el que batía el récord nacional de su país. Tenía que sacar su mejor versión y ella está convencida que fue una mirada a su niña de apenas un año y medio lo que le dio la fuerza que necesitaba. "Como para no llorar", como dice Peleteiro.