MUNDIAL DE ATLETISMO

Los secretos de un oro mundial que no se vio en directo por televisión: "Otros se han puesto a insultar"

Álvaro Martín se ha proclamado campeón del mundo de los 20km marcha en Budapest.

Álvaro Martín, tras proclamarse campeón del mundo de 20 kilómetros marcha./REUTERS
Álvaro Martín, tras proclamarse campeón del mundo de 20 kilómetros marcha. REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

"Venga, vamos a verlo como si fuera sorpresa", comentaban los compañeros de TVE cuando la señal internacional conectaba en falso directo con el final de la prueba de los 20 kilómetros marcha. Hacía un buen rato que Álvaro Martín había cruzado la meta situada en la Plaza de los Héroes de Budapest, pero en España, todos los telespectadores tuvieron que esperar para ver cómo se proclamaba campeón del mundo.

En un gesto de ninguneo por parte de la organización, el responsable de los derechos de emisión, World Athletics o el propio realizador encargado de emitir el Mundial para todo el mundo, la única final de la mañana con medallas en juego se ha visto relegada a la oscuridad y a la repetición para emitir las series de los 4x400 metros mixto que se estaban celebrando en el estadio. Lo mismo ocurrió en la zona de prensa, adyacente a la línea de meta de la marcha, ante la incredulidad de periodistas de todo el mundo.

"Como amantes que somos del atletismo, debemos defender la prueba de la marcha, y desde luego que hoy, desde el punto de vista de la organización, ha sido ninguneada", decían los comentaristas especializados en RTVE. "Bueno, ¡es que no me lo puedo creer!", lamentaba Lourdes García Campos, narradora de la televisión pública, al ver que la señal internacional conectaba con la clasificación del lanzamiento de martillo. "Estamos enfadados, por decirlo suavemente", sentenciaron. "Ya no es que sea español o no, es que nos estamos perdiendo al primer campeón del mundo".

Ni un solo adelantamiento de una remontada para la historia del atletismo español se pudo ver en la señal internacional y solo Eurosport, con una retransmisión diferente, pudo reproducir el momento final en directo. Solo los periodistas, miembros de las federaciones y aficionados presentes en el recorrido pudieron disfrutar y contar lo que estaba pasando.

Álvaro, que se ha convertido en portavoz de la defensa de la marcha y de su futuro en las grandes competiciones más allá de París 2024, era el mayor perjudicado por una decisión que desconocía al cruzar la meta. "Esta medalla de oro es para reivindicar la marcha y un éxito para la marcha española", comentaba en sus primeras palabras con los medios de comunicación. Poco después, le transmitíamos que, por desgracia, el final no se ha visto en directo y se ha visto más tarde en las televisiones públicas de todo el mundo. "Qué le vamos a hacer...", comentaba de forma irónica.

"Simplemente, podría decir mucho pero ahora mismo estoy todavía en competición. Mañana, tranquilamente, cuando sea capaz de asimilar todo lo que estoy sintiendo y digerirlo, podré decir algo más", ha zanjado el extremeño sin ganas de amargarse uno de los días más especiales de su vida.

Un aplazamiento entre insultos... y un marchador en calma

La polémica de la retransmisión no ha sido el único momento extraño de esta primera mañana de competición en Budapest. La llegada de una tormenta de aparato eléctrico ha provocado el aplazamiento del inicio de la prueba que inauguraba el Mundial durante dos horas. Después de casi completar el calentamiento, los marchadores han tenido que parar la preparación y esperar.

"Primero lo he recibido con sorpresa [cuando se tomó la decisión, todavía no llovía], pero rápidamente en cuanto he visto que el resto de compañeros se ponían nerviosos, se quejaban e insultaban... he dicho 'fuera', tengo que pensar que dentro de dos horas empieza la prueba", ha sido el camino que ha decidido tomar Martín desde las 8:50 a las 10:50h. donde se ha iniciado la competición.

"Me he metido en mi mundo, me he puesto otra vez música, hemos estado de charla hablando tranquilamente y hemos comido algo, que me había levantado a las 5:30h. de la mañana para desayunar y si no comía me iba a morir de hambre", relata el nuevo campeón mundial, que desvela cómo ha logrado no verse perjudicado en la previa a la gran cita: "He reiniciado la mente, he dicho 'no pasa nada' y esto es para todos por igual". Ha desvelado que Pablo del Río, psicólogo de los centros de alto rendimiento españoles, le ha dado varios consejos para centrarse en la carrera y no caer en factores externos que le afecten.

Estudiar las asignaturas pendientes

Otra de las curiosidades del oro mundial de Álvaro Martín nos traslada al hotel del equipo español en la Isla Margarita, en el centro del río Danubio. Ayer, a solo unas horas de luchar por luchar por una medalla mundial, el campeón continental el verano pasado decidió sentarse a estudiar en la habitación.

Las horas que preceden a la competición suelen ser de nervios, de inquietud y de inseguridades si no sacas de tu mente la presión por ganar. "No sabía qué hacer porque tienes que estar descansando y entonces tengo la suerte, entre comillas, que tengo que recuperar mis dos últimas asignaturas para terminar la carrera de Derecho y estudié un poco... no me maté a estudiar, eh, pero me ayudó a despistar". Entre los apuntes de Derecho Penal y Derecho de Protección Social se preparó un sueño que hoy se ha hecho realidad.

Un entrenador de campeones

Los dos últimos campeones mundiales de la marcha española están bajo las manos del mismo entrenador, José Antonio Carrillo. El ciezano se ha convertido en el gran exponente de la marcha sumando un nuevo oro mundial con Álvaro Martín, que se suma al de Miguel Ángel López en Pekín 2015. Ambos del mismo grupo de entrenamiento en Murcia.

José Antonio Carrillo, entrenador de Martín, tras su victoria en Budapest.RFEA

La cara de Carrillo radiaba felicidad en la zona de meta al ver como su pupilo levantaba el puño como campeón del mundo. No ha tardado en buscarlo, en pleno momento de entrevistas, para darle un abrazo que simbolizaba la felicidad del profesor y el alumno. Las lágrimas que le caían al técnico son el mejor resumen de un inicio soñado para el atletismo español en el Mundial de Budapest.