EUROPEO DE ROMA

Los 5 minutos de Attaoui vomitando que le enseñaron a correr para ser subcampeón de Europa

El ochocentista español desvela a Relevo el momento clave que le ha llevado a colgarse su primera gran medalla internacional.

Attaoui cruzando la línea de meta en segunda posición y colgándose la plata europea en 800 metros./REUTERS
Attaoui cruzando la línea de meta en segunda posición y colgándose la plata europea en 800 metros. REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

Mohamed Attaoui es el nuevo subcampeón del Europa de 800 metros, la prueba que, según los más experimentados del atletismo, es la más difícil de todo el calendario de competición. Muchos participantes en tiempos similares, pocos huecos y muy pocas plazas en cada ronda hacen del 'ocho' un Supervivientes del deporte en el que te la juegas a vida o muerte cada vez que pisas la pista. Porque puedes quedarte fuera a las primeras de cambio, como casi le pasa al cántabro en las series de Roma, o terminar saboreando la gloria en el podio. Finalmente, la plata continental, la primera gran medalla de su carrera, llegó en la noche del domingo, pero empezó a ganarse unas 60 horas antes mientras vomitaba.

Attaoui, tras lograr la plata.EFE

"Me tiré quince minutos vomitando...", contaba Attaoui a Relevo tras disputar las semifinales el pasado sábado. Desvelaba lo que había ocurrido el día anterior por la mañana durante una primera ronda en la que logró el pase por tiempos y casi de milagro. "Fueron cinco minutos, que es muy exagerado", replica Paloma Monreal, la directora de comunicación de la federación que estuvo a su lado en tan escatológico momento. Fueran cinco o quince, el ritmo endiablado habitual que impone por su ímpetu en cada prueba desde que dio el salto a la élite le había reventado su físico y tampoco es que le hubiera servido de mucho. "En mi cabeza solo pensaba que había estado a punto de irme para casa por correr así". Llegar fundido a los últimos 50 metros de 800 es sinónimo de que te coman por todos lados. "Estaba como un toro y corrí como el culo".

Allí, abrazado a un cubo, decidió que había que cambiar la estrategia que siempre le había acompañado, no salir como un toro enjaulado y esperar atrás para terminar rematando a sus rivales en la última recta gracias a los dos motores que tiene por piernas. "Como si fuera Adrián Ben", analiza, ahora, señalando el característico correr de su compañero de prueba que le ha llevado a una final olímpica, dos mundiales y un oro europeo en pista cubierta.

Diferente táctica, misma marca, mejor resultado.

Y en semifinales, Moha hizo la apuesta, salió bien y encima con sorpresa: "Corrí en la misma marca y terminé entero". Attaoui había encontrado su nueva — y ahora sabemos que exitosa— forma de correr y esa iba a ser la estrategia para la gran final. "Mi entrenador me vino a buscar para decirme: '¿has visto lo jodido que terminaste ayer y lo bien que has terminado hoy?'", desvela el de Torrelavega, que ha encontrado la pócima del éxito después de correr 51 veces esta distancia desde su salto a la primera línea en 2020.

"Decidí cambiar y estoy muy contento de ya tener una idea clara en la cabeza de saber cómo tengo que correr", confiesa con una sonrisa a este medio. "Lo de salir delante servirá en los mítines para buscar marca, pero aquí [en los campeonatos] no. Para algo tengo un cambio de ritmo muy bueno al final y lo tengo que aprovechar...". Y tan contento del resultado: "Imagínate si me llego a quedar fuera en las series. Ni hubiera pasado a semis, ni hubiera habido medalla... Seguramente, si llego a salir rápido en semifinales me hubiera ido para casa".

Bienvenido sea el nuevo Attaoui si es para dar una alegría al atletismo español como ha hecho en Roma. Uno de los más jóvenes del plantel de favoritos a todo en París 2024, pero que tendrá que poner de nuevo su táctica a prueba en el Campeonato de España de La Nucía a finales del mes para lograr una de las tres preciadas plazas olímpicas.