ATLETISMO

Mondo Duplantis vuelve a reventar su récord del mundo de pértiga y lo coloca en 6,27

El sueco, uno de los mejores deportistas de la actualidad, rebasó por un centímetro su marca previa.

Mondo Duplantis, tras su plusmarca. /EFE
Mondo Duplantis, tras su plusmarca. EFE
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Fiel a una vieja tradición pertiguista, Armand Duplantis rebasó la plusmarca mundial por un centímetro. Cuando hay de por medio un atleta de su dimensión, de esos que compiten contra la historia, siempre es así. Cada nuevo mitin es una ocasión más para batir el récord. El sueco es plenamente consciente de que con una pértiga en la mano es capaz de saltar mucho, probablemente bastante más de lo que está haciendo. Pero se va dosificando poco a poco y esta vez, en Clermont-Ferrand, tocaba situarlo en 6,27 metros.

Era una prueba específica para pertiguistas, una reunión para mayor gloria del legendario atleta. Evidentemente, cuando puso el listón en 6,27 ya tenía ganada la prueba, algo que había conseguido 20 centímetros antes. Evidentemente ese no era el problema, él no había sido contratado para ir a esa pequeña ciudad del corazón de Francia para ganar, sino para intentar el récord.

Cogió la pértiga, arrancó, cogió una velocidad endiablada hasta clavarla en el cajón e impulsarse hasta el cielo. Ligero, con movimientos rápidos, aparentemente sin esfuerzo. Duplantis ha redefinido su prueba y el resto, mientras le ven batiendo récords y más récords, no pueden mucho más que tratar de emularle.

Cayó liviano en la colchoneta, la luz del pabellón se apagó y una discreta pirotecnia dio la bienvenida a la nueva plusmarca. Duplantis salió corriendo, dando pequeños saltos, abrazó a su novia allí presente y consiguió la alabanza de todo el pabellón. No podía ser de otro modo, claro, que Clermont-Ferrand llene un coliseo entero con el único propósito de ver una competición de salto de pértiga solo se explica si se sabe previamente que el coloso va a estar allí y que su idea es, por supuesto, batir una noche más su propio récord.

Es la undécima vez que se repite esta liturgia, la del salto colosal y la alegría posterior. En 2020, cuando batió por primera vez el récord de Renaud Lavillenie, tuvo que colocar el listón a 6 metros y 16 centímetros del suelo. El siguiente que quiera aspirar a ser más grande que Mondo tendrá que pensar en once centímetros más. De momento, porque en realidad todo el mundo sabe que este no es el final de esta escalera.

La última vez había sido en Silesia, en agosto, cuando la temporada ya daba sus últimos coletazos. Después tocó descansar y la pretemporada, la rutina de todo atleta. Nada de eso ha cambiado a Duplantis, y si lo ha hecho ha sido para mejor. Así lo atestigua lograr el récord una noche más.

La hoja de resultados del evento era casi absurda de tan perfecta. 5,65 a la primera, 5,91 a la primera, 6,02 a la primera, 6,07 a la primera y, cuando ya estaba todo ganado, 6,27 y récord mundial. Por supuesto, a la primera. De ese tipo de atleta se trata.