ATLETISMO

Paula Sevilla, la verdadera princesa del pueblo

Paula Sevilla celebra su medalla de bronce europea en 400 metros./REUTERS
Paula Sevilla celebra su medalla de bronce europea en 400 metros. REUTERS

"Soy una persona bastante tímida e introvertida", me confesaba Paula Sevilla (La Solana, Ciudad Real, 1997) el pasado lunes en el Hotel NH Manzanares de Madrid pocas horas antes de coger un vuelo con destino al Europeo indoor. Sencilla, con voz dulce y sin necesidad de estridencias. Tan extremadamente normal, que es ella, la estrella a la que este periodista le ha pedido una entrevista después de que realice en dos ocasiones la segunda mejor marca española de la historia en el 400, quien toma la iniciativa de coger las sillas para llevarlas al pasillo, lugar elegido para el set de nuestra conversación.

Esa humildad la traslada a la pista con su apenas 1,60 de altura, colocándose al lado de las gigantes del norte de Europa con la inocencia de una chica que el jueves vio las listas de salida, alucinó con la mejor marca de la serie que le había tocado y resultó que era la suya. Pero hablando de su personalidad en el tartán, aunque lo intente, nadie va a ilustrar mejor la sensación que desprende Paula Sevilla que el narrador de atletismo en TVE Roberto Quintana en un tuit este viernes: "Ver correr a Paula Sevilla el 400 te reconcilia con la vida. Es la inocencia del niño que gana su primer cross y no sabe cómo. Se apunta al segundo y sigue ganando. Y, sin darse importancia, tiene la casa llena de copas."

Las compañeras de Paula Sevilla, desde la grada. RFEA

Porque Paula es la referente perfecta para cualquier niña o niño que quiera soñar con atletismo. No tendrá el brillo natural de Peleteiro, la calidad innata de Jordan Díaz o, al menos de momento, no tiene una foto para la historia como las de Fermín Cacho y Ruth Beitia. Y no lo necesita para ser la campeona del pueblo, de la gente normal y de esos pocos casos en los que muchos jóvenes, tengan las cualidades físicas que tengan, se pueden sentir representados. "Soy muy 'chica', no creo que pueda imponer mucho", le respondía a Nacho Barranco, de la Revista Corredor, ante la pregunta de si cree que las rivales le tenían miedo. Y es que es, con gente como Paula Sevilla, donde deberíamos encontrar el mayor imán de potenciales chavales que quieran empezar a correr.

Sevilla también es referente de sinceridad, de contar la realidad cuando la realidad te supera. "Me agobié un montón", desvelaba al recordar cuando, por casualidad, terminó corriendo los 400 metros del Campeonato de Madrid tras no ser aceptada en el 200 y reventó el crono con un espectacular 51.79" en una distancia de la que había huido hasta ahora. "Cuando me pasa esto, me voy siempre a mi casa, en mi pueblo, que es mi lugar seguro. Hago como que si no lo pienso, no está pasando. Me fui tres días porque me agobió un montón". Y también es admirable cuando, con quietud, llama a la calma cuando se levantan las campanas al vuelo sobre su posible llegada al 400 en verano y te lo explica: "Pienso que al aire libre y en pista cubierta son muy diferentes. En pista cubierta, a mí me beneficia porque tengo un primer buen 200 para coger la calle libre".

Esas dudas no le gustan a una tal Sandra Myers, la mujer de los récords del atletismo español y a quien ha igualado en lo más alto del ranking nacional con el increíble 50.99" en toda una final continental. "Más vale que siga o le voy a tener que reñir", nos decía a este medio el pasado viernes prediciendo el éxito que llegaba unas horas después. "Yo llevaba tiempo diciendo que, aunque con sus marcas tenía nivel internacional en el 200, si se pasaba a los 400 podría estar mucho más arriba".

La bondad y entrega de Paula, además, es capaz de crear un 'pique' entre amigas por tenerla a su lado, en su 'groupie'. El 4x400 y el 4x100 tiran de ella. "El relevo se pone interesante con esta nueva integrante", lanzaba Eva Santidrián en Instagram tras su explosiva llegada. "Por encima de mi cadáver", se defendía y respondía Sonia Molina-Prados. Y ella, humilde como nadie, pide "que todas se sienten juntas en la misma mesa y que ojalá pueda correr con las dos partes", nos zanjaba salomónica en Relevo hace unos días.

Sevilla, junto a su paisana Herminia Parra también convocada en este Europeo, son un ejemplo de que las puertas del cielo y los éxitos también están abiertas en esas localidades ajenas a las grandes ciudades y, a la vez, el mejor síntoma de que algo se hace mal en el deporte español. Porque La Solana, donde nacieron y de donde también salió Antonio Serrano, primer maratoniano español Sub2:10 y ahora el entrenador más reconocido del atletismo español, tiene apenas 15.000 habitantes y no grandes secretos más allá de la pasión por el correr. ¿Se imaginan si ese trabajo de ilusión se hiciera en más rincones de España? ¿Y cuántos deportistas habrán perdido la opción de ser estrellas por no nacer en el lugar indicado? Si en La Solana y su censo de 15.000 personas, donde de momento no se sabe que haya un ADN superior para las carreras, tienen a 2 de los 36 representantes españoles en Apeldoorn, ¿cuántos saldrían con el mismo trabajo en una población mayor?

Paula Sevilla es lo más parecido a una princesa del pueblo, la verdadera. Nadie habla mal de ella y todos quieren estar cerca. Sobre todo, esto tiene mucho más valor porque todo el mundo ya lo hacía sin necesidad de una medalla de bronce europea colgando de su cuello.