Cuánto pesa y mide la jabalina en atletismo
El lanzamiento de jabalina es uno de los deportes más antiguos del mundo.
Como muchos deportes, el lanzamiento de jabalina posee unos orígenes bélicos y, en cierto modo, inciertos. Su antecedente más claro está en las lanzas que se utilizan como arma desde tiempos inmemorables, recreadas incluso en las pinturas rupestres. Eventualmente, lo que era una herramienta se fue convirtiendo en un artefacto recreativo. Un camino que, por ejemplo, también recorrió en su momento la espada hasta convertirse en el instrumento utilizado en la esgrima. En su modo recreativo, el lanzamiento de jabalina ya estaba incluido como una de las pruebas en el pentatlón que se practicaba en la antigua Grecia. En Londres 1908 fue incluido dentro del programa olímpico moderno.
Evidentemente, el recorrido del lanzamiento de jabalina hasta ser convertido en un deporte va aparejado con una estandarización de la jabalina. Tanto en sus dimensiones como en los materiales en los que están fabricada. No en vano, para poder comparar récords es necesario que estos se hagan en condiciones similares. En la actualidad, las jabalinas que se utilizan en atletismo están hechas de fibra de carbono y cuenta con una punta metálica, pensada para que se pueda clavar en el césped después de su lanzamiento.
Cuánto pesa y mide una jabalina
La jabalina que se utiliza en las competiciones masculinas de atletismo posee una longitud de entre 260 y 270 centímetros y un diámetro que va de 20 a 30 milímetros en su parte más gruesa. Por su parte, la jabalina utilizada en competiciones femeninas cambia ligeramente y cuenta con una longitud de entre 220 y 230 centímetros, con un grosor entre 20 y 25 milímetros.
Respecto al peso, este va en concordancia con el tamaño del proyectil. Es decir, las jabalinas utilizadas por hombres poseen un peso mínimo de 800 gramos, mientras que las jabalinas femeninas cuentan con un peso mínimo de 600 gramos.
Partes de la jabalina
La jabalina está compuesta de tres partes: cabeza, asta y empuñadura o encordado. Como decíamos, la cabeza debe ser metálica y obligatoriamente ha de terminar en punta. Por su parte, el asta ha de ser fabricada en un material uniforme. Pese a que el reglamento no establece un material específico, el más utilizado es la fibra de carbono debido a su combinación de ligereza y durabilidad.
Finalmente, la empuñadura ha de ser colocada en el centro de gravedad de la jabalina. Por norma, el encordado no puede superar el diámetro de la jabalina en 8 mm. A la hora de realizar el lanzamiento, la mano del atleta ha de estar obligatoriamente en contacto con la empuñadura. No obstante, el agarre dependerá de la técnica de cada deportista y no es necesario que la pica se coja completamente por la empuñadura, pudiendo ser un contacto parcial.