El récord del mundo que los atletas no se creían: "Pensaba que había leído mal"
La plusmarca de maratón lograda por la keniana Ruth Chepngetich en Chicago (2:09:56), desde el interior del atletismo.

"Lo leí y dije 'lo he leído mal'. Veías la marca, leías Chicago y decías 'no puede ser un maratón', hasta que vi lo de world record". Alessandra Aguilar todavía titubea al recrear cómo se enteró de la noticia que el domingo revolucionó al mundo del atletismo, el récord de la keniana Ruth Chepngetich, una marca que el deporte rey de los Juegos no olvidará jamás: 2:09:56.
La plusmarca lograda en Chicago es uno de los récords del siglo, como lo demuestra también la reacción del laureado atleta internacional Juan Carlos Higuero, hoy comentarista en TVE: "No lo pude ver en directo y pensaba que era un error del periodista. Atónito, no daba crédito, fui prudente y no quise poner nada, hasta verlo con mis ojos. Me decía 'igual ha sido un error de la organización' porque no te entra en la cabeza ese registro".
Aguilar e Higuero compartieron durante muchos años grupo de entrenamiento a las órdenes del primer español en bajar de 2 horas y 10 minutos en maratón: Antonio Serrano. "Fuimos a ritmos casi calcados, con un paso de la media similar", rememora el reputado técnico al comparar su actuación en Berlín en el año 1994 (2:09:13) con la de Chepngetich del pasado domingo en Chicago. "Al final, ha hecho la misma marca que los hombres cuando corrían en 64 minutos en media maratón, como es su caso".
Kelvin Kiptum & Ruth Chepngetich
— martin (@maratonfiz) October 14, 2024
Con quién te quedas. El valor de cada marca MARCONES
Según la tabla de valores la marca de Ruth Chepngetich equivaldría a un sub 2 horas para los hombres, registro que se le resiste a los hombres y en cambio las chicas mejoran a pasos agigantados pic.twitter.com/6chnIBW2zc
El histórico Martín Fiz alucinaba en sus redes sociales con un registro equiparable a que un hombre baje de 2 horas en los míticos 42 km y 195 m. No en vano, cuando el maratoniano vasco ganó su Mundial en 1995 firmó un registro de 2:11:41 y, un año antes, cuando ganó el Europeo (en el mítico triplete de Helsinki) su marca fue de 2:10:31. Eso sí, su plusmarca personal, 2:08:05, sigue resistiendo el efecto Chepngetich, ya veremos por cuánto tiempo.
Echando la vista atrás, Alessandra Aguilar recuerda lo que supuso la exhibición de Paula Radcliffe en el Maratón Londres en 2003 (con un crono de 2:15.25). "El récord de Paula me parecía una marca estratosférica y costó mucho bajarla", apunta respecto a una plusmarca que aguantó hasta el año 2019. También en el Maratón de Chicago, la keniana Brigid Kosgei arrebató a la británica la gloria 16 años más tarde (2:14.04). Luego llegó la etíope Tigst Assefa en Berlín en 2023 con un registro de otro planeta (2:11:53). Hasta que el domingo apareció una mujer de otra galaxia.
WORLD RECORD ‼️
— World Athletics (@WorldAthletics) October 13, 2024
🇰🇪's Ruth Chepngetich destroys the marathon world record in Chicago with an incredible 2:09:57 😮💨
That's almost 2 minutes faster than the previous world record 🤯
She finishes in 10th place overall of the @ChiMarathon 👏 pic.twitter.com/ftM1J0j1F1
"Lo que ocurrió en Chicago no sólo fue un momento histórico para el atletismo femenino, sino para el deporte general. Esta hazaña sobrepasa los límites, esta mujer desafía a la física corriendo a 3'04" durante 42 km", continúa un Higuero que está todavía "alucinado", como su excompañera Aguilar. "La gente habla del sub 2 horas que hizo Kipchoge [en una exhibición no homologada en Viena], a mí esto me parece más salvaje", concluye la maratoniana gallega.
Higuero y Aguilar destacan la revolución tecnológica, "con las zapatillas mágicas" por bandera, como el principal motivo del avance fulgurante de las marcas, por lo que dan en carrera y por lo que ayudan en los entrenamientos, "con menos carga muscular y una mejor recuperación". Unas zapatillas que, según la lucense, tienen incluso más margen de maniobra en ruta que en pista.
El sub 2 horas en chicos llegará pronto
Antonio Serrano, cocinero antes que fraile, toma la palabra. "Es un tema extraordinario. El circuito es bueno y la chica es muy buena y fue muy valiente. No en vano, ya había sido campeona del mundo y había ganado dos veces en Chicago. Además, tiene la fortuna de que las chicas [al ser carreras mixtas] pueden llevar liebre hasta el final", indica antes de enfatizar: "Para hacer estas marcas espectaculares, tiene que ser gente espectacular y Ruth lo es". El aviso está claro: "No nos volvamos locos, que no todo el mundo va a hacer esas marcas. Serán personas contadas en días contados, cuando se alinean los astros".
Serrano recuerda que "el atletismo femenino empezó a ser profesional mucho más tarde". Por ello, "estos avances (zapatillas, liebres, entrenamiento, nutrición...) demuestran que las mujeres tenían muchas posibilidades de mejorar". Es indiscutible que "todo ha cambiado muchísimo en muy pocos años". Pero la evolución no solo es del calzado: "Se está mejorando mucho en hidratación y nutrición. Yo corrí con agua. Me vino el muro, el bajón a partir del km 30 o 35, un gemelo me molestaba... Ahora hay gente que hace la segunda media más rápida incluso que la primera. Es decir, no tienen muro".
El entrenador internacional destaca el "efecto llamada" a la hora de acometer estos récords para elegidos. Y lo extrapola al caso masculino. "Ahora sí veo factible bajar de dos horas en chicos. Ver que alguien se ha quedado cerca influye mucho. En cuanto hay un atleta que se lo crea como esta chica, y pase en 59 la media, bajamos de dos horas seguro". Los Kiplimo, Barega y compañía están en las quinielas del futuro. "Eso sí, tendrán que tener una liebre que les lleve hasta el 25 o el 30 y pasar la media en 59 minutos". Como dice Higuero, al hablar del récord femenino, parecen conversaciones del año 2100.