El chivato implacable que hay tras la suspensión de Mo Katir: cuando escribir mal un lugar dicta sentencia en el dopaje
La sanción provisional al atleta español Mo Katir es el último caso de la locación de la aplicación ADAMS.
Mohamed Katir es el último caso de sanción por culpa de ausentarse en tres controles antidopaje, pero ni mucho menos es el último lío generado por introducir la localización en la aplicación ADAMS. Según la legislación de la Agencia Mundial Antidopaje, los deportistas de élite que están bajo el control de Pasaporte Biológico deben actualizar a diario un lugar donde serán accesibles durante una hora.
No responder al timbre de casa, marcharte del lugar agendado, un olvido de la cita o una equivocación al registrar tu horario pueden provocar una sanción al tercer error de localización. Por ejemplo, un caso llamativo y reciente es el de una deportista española que fue sancionada tras no estar disponible en tres controles por falta de exactitud en uno de sus registros, sumando así uno de estos tres 'strikes'. Como el resto del equipo nacional, señaló su localización en la "Villa Olímpica" de los Juegos de Tokio y, a diferencia de lo que terminó ocurriendo con el resto de sus compañeros, el agente de control no se acercó a los miembros de la delegación española para localizarla y le impuso un 'ausente' por la amplitud del lugar señalado. Otros casos que también pueden terminar con una sanción podría ser registrar mal el número de la habitación del hotel o un error al escribir el nombre de la calle.
Un sinfín de experiencias de Alcaraz, Vingegaard...
La cuestión de estar disponible una hora al día durante los 365 días del año se convirtió en un debate durante el verano de 2023, cuando el tenista estadounidense Jenson Brooksby fue sancionado tras completar sus tres 'strikes'. En su defensa, comentó que el último fallo llegó por un error del agente de control de dopaje al tocar la puerta equivocada del hotel. Según la versión de la joven promesa, él se encontraba en su habitación pero "el controlador tocó la puerta de otra habitación".
Al conocerse la noticia, otros tenistas comentaron la medida durante el torneo de Wimbledon a pregunta de Relevo. Estrellas como Alcaraz, Medvedev, Sinner o De Miñaur desvelaron algunos de sus experiencias personales con la app. "Imagina que no estás casado y, en el último momento, decides dormir con tu novia que está a una hora de tu casa", relataba el tenista ruso. "Te olvidas de cambiar la franja horaria en la app y una prueba perdida. Tres pueden llegar bastante rápido. Este tipo de historias pueden suceder...". Alcaraz, por su parte, confesaba en alguna ocasión cuando salía de casa y se dio cuenta de que no había cambiado su registro: "¡Se me había olvidado cambiar la hora!".
Uno de los que más levantó la voz fue el danés Holger Rune: "Desde mi balcón no se escucha el timbre. Por lo tanto, tengo que sentarme en la puerta durante una hora a esperar todos los días, así durante 52 semanas al año". En la misma línea, Medvedev añadía: "Imagina que tu interfono no funciona". Esta también fue la defensa del ganador de las últimas dos ediciones del Tour de Francia. Hace unas semanas, el ciclista Jonas Vingegaard confesó que se había saltado un control antidopaje un año antes de ganar su primera ronda gala porque "el timbre no funcionó". Sean una excusa para tapar un posible caso de dopaje o un simple despiste tienen el mismo final: un control perdido.
Hay que especificar que una sanción como la que ha recibido Mo Katir no es sinónimo de haber utilizado sustancias prohibidas en el Código Mundial Antidopaje, pero sí de incumplir el sistema antidopaje internacional. Como señalaba el corredor del Jumbo, saltarse un control "no es nada bueno para el historial" y mucho peor es terminar suspendido por incumplir las tres localizaciones como le ha terminado ocurriendo a Mo Katir.