ATLETISMO

El tema tabú de los Ingebrigtsen del que no hablan ni en Amazon

Jakob busca este domingo su tercer doblete europeo indoor consecutivo con las heridas de su drama familiar aún sin cicatrizar.

Jakob Ingebrigtsen (24), en la serie de 1.500 m del Europeo. /EFE / ADAM WARZAWA
Jakob Ingebrigtsen (24), en la serie de 1.500 m del Europeo. EFE / ADAM WARZAWA
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

Cuando Jakob Ingebrigtsen salte a la final de los 3.000 m del Campeonato de Europa de pista cubierta de Apeldoorn (Países Bajos) este domingo a las 16:50 no se topará en la línea de salida con Gilve Narde Nordas, su enemigo íntimo, que causó baja de última hora en la cita holandesa por una enfermedad. Será un respiro para la delegación noruega, dado que ambos mantienen desde hace un par de años una guerra fría con el padre de Jakob en el centro: Gjert Ingebrigtsen.

Los hermanos Ingebrigtsen sacaron a la luz en octubre de 2023, a través de una publicación en el diario noruego VG, la situación vivida durante años con su padre (y entrenador hasta el inicio de la temporada 2023) Gjert. "Crecimos con un padre que ha sido muy agresivo y que ha utilizado la violencia física y las amenazas como parte de su educación", denunciaban los tres hermanos atletas (Jakob, Filip y Henrik Ingebrigtsen) en aquella tribuna.

Nadie podía imaginarse hasta aquel momento el drama en la sombra de una familia que vendía felicidad y protagonizaba shows televisivos y libros sobre el éxito de su método de entrenamiento. De hecho, el mes antes de hacerse visible el conflicto, Nordas (entrenado desde entonces por Gjert Ingebrigtsen) concedía una entrevista a Relevo, en la Diamond League de Bruselas, en la que elogiaba el rendimiento deportivo de Jakob ("es de locos") y valoraba al técnico Gjert ("un gran entrenador, con grandes conocimientos técnicos, su sistema funciona con todo el mundo").

Pero todo explotó aquel otoño y la situación, lejos de resolverse, escaló y se judicializó a lo largo de 2024. El padre de los hermanos Ingebrigtsen será juzgado en la primera mitad de 2025 en su localidad de Sandnes (Noruega), acusado de violencia doméstica contra sus hijos. La pena a la que se enfrenta Gjert Ingebrigtsen, de acuerdo con las informaciones del citado medio noruego VG, sería de hasta seis años de prisión.

Esa es la gran herida abierta de la familia Ingebrigtsen, con siete hijos de un lado, y un padre del otro. Ni Jakob ni sus otros dos hermanos vinculados al atletismo (Filip y Henrik) responden preguntas al respecto, desde la publicación de aquella tribuna que puso sobre la mesa un problema oculto durante años. Tampoco Narves Gilje Nordas, discípulo de Gjert, aborda el asunto. Un tema tabú que ha provocado que la tensión se corte con un cuchillo en cada concentración de la selección de atletismo de Noruega, cuando coinciden los dos atletas.

Los hermanos, que tienen la sartén por el mango en la Federación, con la estrella del atletismo mundial a la cabeza, vetan la presencia de su padre. En la esquina contraria, Nordas lo reclama como entrenador en cada gran cita. Una guerra de acreditaciones que se sucede en los grandes campeonatos y en la que, como es lógico, de momento pierde Gjert Ingebrigtsen, con graves acusaciones a sus espaldas. Por ello, la ausencia de Nordas del Europeo bajo techo supone un alivio para el resto de la expedición.

Todos recuerdan el clima de la rueda de prensa oficial de la Federación Noruega de Atletismo en los Juegos de París, en la que Jakob Ingebrigtsen y Nordas salieron por separado a escena ante los medios. Primero Jakob, todavía con mascarilla, extremando las precauciones por los posibles virus en la Villa Olímpica. A continuación, Nordas. El agua y el aceite. Ambos siempre dan la cara antes y después de las competiciones, pero cada uno por su lado. En los dos casos, los medios noruegos recuerdan la única restricción: "Sobre ese tema, no admiten preguntas".

Por eso, no es de extrañar que en la segunda temporada de la serie televisiva de los Ingebrigtsen (Born to run, Amazon Prime), que se estrenará a finales de año, el asunto del juicio de Gjert Ingebrigtsen no vaya a ocupar un rol central. "No se abordará directamente", confirman desde Noruega. La preparación de los objetivos atléticos de 2025, con el asalto a los récords de Jakob y el Mundial al aire libre de Tokio, será el reclamo de esta nueva entrega, pero que nadie espere entresijos de sus desgracias familiares pretéritas.

También se verán imágenes del Campeonato que este domingo termina en Apeldoorn y en el que Jakob Ingebrigtsen, ya con el oro de 1.500 en la mochila, aspira al cetro de los 3.000 m para firmar su tercer doblete continental indoor consecutivo. Y, de paso, quitar el récord noruego de la distancia a Nordas que, con un crono de 7:39.05, se lo batió hace un mes. Un registro que parece pan comido para Jakob.

En la primera temporada de Born to Run, que coincidió con el oro en 5.000 m de Jakob en los Juegos de París y su gatillazo en el 1.500 (cuarto puesto), Nordas tuvo un año aciago. Su presencia en la serie se limita a unas pocas imágenes en carreras, pero los hermanos Ingebrigtsen no le dedican apenas tiempo. Es una herida bastante más profunda que la superficial de Josh Kerr, el mediofondista británico que busca con sus declaraciones una rivalidad forzada con Jakob, que ni ocupa ni preocupa al astro noruego. Otra cosa son los temas de casa, el pasado que de verdad le duele. Por ello no echará de menos a Nordas en la pista; ni mucho menos a su padre Gjert en la grada.