Usain Bolt explica la sorprendente razón por la que se dedicó a los 100 metros lisos: "Aposté contra mi entrenador"
El mito jamaicano recuerda la anécdota que pudo decidir su carrera profesional en 'Ready Set Go', el podcast de su antiguo rival Justin Gatlin.

Es automático. Cuando uno escucha el nombre de Usain Bolt, la mente le dirige a momentos inolvidables de la historia del deporte. El jamaicano, mito absoluto de la velocidad, se convirtió en la primera década del siglo en el hombre más rápido de todos los tiempos. Oros olímpicos y mundiales aparte, Bolt registró las que todavía hoy son las tres mejores marcas de todos los tiempos en los 100 metros lisos, incluido el todavía inalcanzable récord mundial: los 9,58 segundos de Berlín 2009.
Una de sus incontables víctimas a lo largo de los años, el estadounidense Justin Gatlin, que recurrió a todo tipo de artimañas para tratar de batir a Bolt, ha invitado ahora al jamaicano a su podcast. "Es un honor para mí estar aquí, hermano, tengo mucho respeto por lo que hiciste en la pista", ha asegurado el plusmarquista mundial en Ready Set Go, el espacio de YouTube dirigido por Gatlin.
En la charla, de casi dos horas de duración, Bolt ha confesado algunos de los secretos mejor guardados de su carrera deportiva; entre ellos, el motivo por el que decidió dedicarse a los 100 metros lisos, la prueba que terminó por auparle al estrellato mundial en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Aunque para muchos resulte chocante, aquella fue la primera gran cita en la que Bolt consiguió una medalla en la corta distancia. Hasta entonces, el jamaicano se había hecho un nombre en los 200 metros lisos y en los relevos (tanto el 4x100 como el 4x400), pero no fue hasta los Juegos de 2008 cuando logró su primer gran éxito en los 100. Y lo hizo, además, con un récord del mundo (9,69; marca que pulverizaría un año más tarde en Berlín).
Antes, en cualquier caso, Bolt vivió uno de los momentos más decisivos de su carrera deportiva en Creta, la isla más grande de Grecia. Fue el 18 de julio de 2007, y el mejor velocista de todos los tiempos todavía era Usain, un espigado veinteañero jamaicano que, patrocinado ya por entonces por Puma, prometía mucho en los 200… y los 400 metros lisos.
"Mi entrenador quería que me centrara en los 400 metros lisos"
Exatleta"Todo nació por una apuesta", ha explicado Bolt en el podcast de Justin Gatlin, en referencia al momento en el que convenció a su entrenador, Glen Mills, de que debía centrar todos sus esfuerzos en el hectómetro. "Justo antes del Mundial de Osaka 2007, hablábamos mucho de cómo debería enfocar mi futuro y Glen me decía, tienes que ir al gimnasio y correr en otra gran competición".
"Él quería que corriera los 400 metros y yo le decía, míster, no voy a dedicarme a los 400", recuerda con una sonrisa. "Él insistía e insistía. Me decía que tenía que correr los 400 porque me iba a ayudar mucho con los 200, mi principal objetivo. Yo me desesperaba, pero un día, le dije, vale, mira, vamos a hacer una apuesta. Déjame correr un 100. Si corro rápido, me dedico a los 100. Si corro despacio, me dedico a los 400".
"Él pensaba que iba a correr los 100 metros lento, nunca lo olvidaré", confía con brillo en los ojos. "Estaba con Wallace [Spearmon; rival y amigo de Bolt] en aquella carrera, en Grecia [en el Meeting Internacional de Vardinoyiannia, en Creta], y estábamos hablando antes de la salida. Le dije, tío, tengo que hacer una marca de 10,1. Si lo consigo, creo que será suficiente para quedarme en los 100 metros lisos. Él me miró y me dijo, tío... ¡Si corres en 10,1 segundos está muy pero que muy bien!".
"Cuando corrí aquella prueba en Grecia, paré el reloj en 10,03 segundos; así que me quedé en plan [gesticula encogiéndose de hombros]... ¡Qué quieres que diga, míster!", apunta entre risas. "Por aquel entonces, todo el mundo se movía con cierta regularidad en los 9,90 segundos. No era como poco después, que había marcas de 9,70 o 9,80 cada cierto tiempo. [Glen] vio aquella marca en Grecia y dijo, vale, es suficiente. Y así es cómo empecé a escribir mi camino en los 100 metros lisos".
Solo unas semanas después, en los Mundiales de Osaka (Japón), Bolt completó su última gran cita sin rastro del hectómetro. Allí consiguió dos medallas de plata (una en los 200, por detrás de Tyson Gay; y otra en el 4x100, por detrás de Estados Unidos). Un año después, ya en El Nido de Pekín, el jamaicano se estrenó en los 100 metros en una gran competición y no defraudó: medalla de oro olímpica y récord del mundo. El resto de la historia ya la conocemos todos.