Qué es la zona de batida, la nueva norma de atletismo que cambia el salto de longitud
La medida aprobada por World Athletics que elimina la tradicional tabla de batida y la sustituye por una zona de despegue de 40 centímetros ha generado mucha polémica.
![Salto de longitud. /EFE](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202402/22/media/cortadas/salto-de-longitud-RkK4BlGaCtn3sUw7qyx7N4L-1200x648@Relevo.jpg)
Un cambio radical en las reglas del salto de longitud ha generado mucha polémica en el mundo del atletismo. La motivación principal detrás de esta variante tiene que ver con una preocupación expresa de World Athletics, el órgano de gobierno de este deporte a nivel mundial, por mejorar a esta disciplina como espectáculo.
Así lo admitió Sebastian Coe, presidente de World Athletics, que habló de "un porcentaje demasiado alto de saltos nulos" en el Mundial de Budapest 2023. Y también lo explicó más directamente el número 2 de ese organismo, Jon Ridgeon: "Queremos añadir riesgo y drama a la competición. Estamos buscando formas de obtener resultados instantáneos para que no tengas que esperar 20 o 30 segundos antes de que ese resultado aparezca. Se trata de hacer todo aún más entretenido".
La iniciativa le da un giro a la dinámica habitual de esta disciplina después de 128 años de historia sin modificaciones: en los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna (Atenas 1896), Ellery Clark, un estudiante estadounidense de Harvard de 22 años, ganó una medalla de oro con un salto de 6,35 metros en la primera competición de esta especialidad del atletismo.
El 30% de saltos anulados en Budapest en 2023 convenció a Coe de la necesidad de tomar alguna decisión que salvaguarde al espectáculo, evitando las demoras que producen esos fallos y los chequeos para confirmar los resultados. En este nuevo escenario cumplirá un rol clave la tecnología, como ya está ocurriendo en otros deportes (con el discutido VAR en el fútbol y el sistema "bunker" de revisión de jugadas en el rugby).
Qué es la zona de batida en los saltos de longitud
Los atletas realizan la carrera previa al salto en longitud en un espacio predeterminado (la pista de aceleración) que suele tener unos 45 metros y termina en una tabla de batida o despegue que marca el punto límite para la propulsión. Cuando el atleta pisa por delante del final de la tabla, el salto se considera nulo.
El sitio para la caída posterior al salto es un foso de arena húmeda de 3 metros de ancho y 10 metros de longitud que debe estar como mínimo a un metro de la línea de despegue. Los competidores calzan zapatillas con suela de clavos para amortiguar la caída.
La distancia del salto se mide desde el extremo de la tabla de batida (una tabla sintética fija) hasta la marca más retrasada sobre la arena hecha por cualquier parte del cuerpo del atleta (por lo general son los pies). Mientras el atleta se impulse antes de la tabla de batida o sin excederse del límite que marca, el salto es válido. Toda la zona previa al despegue es lo que se conoce como zona de batida.
En ese aspecto, el récord mundial de salto en longitud tiene dueño desde 1991: en el Campeonato Mundial de Atletismo celebrado ese año en Tokio, el estadounidense Mike Powell llegó a los de 8,95 metros, superando la plusmarca que había mantenido a lo largo de 23 años Bob Beamon (8,90 m.).
En esa misma competición Carl Lewis había puesto el listón alto con un salto de 8,91 m. que no fue considerado récord del mundo porque el viento excedía el máximo permitido para homologarlo, pero Powell de todos modos coronó sus 23 espectaculares zancadas con un salto que hizo historia. Entre las mujeres, el récord lo logró la ucraniana Galina Chistyakova en 1988 en la Unión Soviética.
Cómo evitaría el cambio en la zona de batida los saltos nulos
Con esta variante, se sacrifica una de las características más sobresalientes del salto en largo: después de la carrera a tope hasta un punto concreto de la zona de aceleración, se requiere de mucha precisión para pisar con un pie y, sin pasarse, la línea de batida o despegue en el momento de la propulsión.
Exceder ese límite invalida automáticamente el salto, y pisar mucho antes de la línea obliga a un esfuerzo mayor en el salto, que de todas maneras siempre se mide desde el extremo de la tabla hasta el lugar de primer contacto con la arena.
Por otra parte, durante el vuelo el atleta debe mantener una posición aerodinámica, con el cuerpo inclinado y los brazos extendidos hacia delante. No están permitidos los movimientos que puedan otorgar ventajas durante el salto.
El cambio que decidió World Athletics supone una zona de batida más amplia desde la cual los atletas pueden despegar en cualquier punto. Ese punto de despegue o batida se podrá detectar desde ahora con máxima precisión gracias al uso de tecnología. Y se medirá desde allí hasta el lugar del primer contacto del cuerpo con la arena.
Pero la medición ya no se hará desde el inicio de la tabla hasta la marca más retrasada del cuerpo en el foso de arena. Desde ahora se tomará como referencia la punta delantera de la zapatilla dentro de la zona, gracias a las imágenes proporcionadas por unas cámaras de vídeo de última generación que miden la distancia entre el despegue y el aterrizaje.
No habrá entonces que concentrarse en calcular el punto de despegue para que no exceda el exigente y muy preciso límite de la línea de batida, una destreza que es difícil de dominar, como indicó con claridad el alto porcentaje de saltos nulos que alertó a Sebastian Coe.
World Athletics probó esta nueva regla en el Mitin ISTAF Indoor de Dusseldorf de principios de febrero del 2025 y planea mantenerlo en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Pero no todos están de acuerdo en el ambiente del atletismo. Para muestra basta un botón: el griego Miltiadis Tentoglou, ganador de varias medallas de oro en salto en longitud (en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y París 2024, en el Campeonato Mundial de Budapest 2023, en los Juegos Europeos de Chorzów, en los Campeonatos Europeos de Berlín 2018, Múnich 2022 y Roma 2024) ha calificado la medida como "mierda de perro".