NCAA

Aday Mara, el chivo expiatorio (otra vez) de su entrenador en una derrota que complica la vida de UCLA en el March Madness

Mick Cronin apenas dispuso del pívot maño durante seis minutos en un duelo marcado por los fallos defensivos del equipo californiano.

Aday Mara machaca en el calentamiento antes de jugar contra Purdue./Instagram
Aday Mara machaca en el calentamiento antes de jugar contra Purdue. Instagram
Guillermo García

Guillermo García

Aday Mara vive en una constante montaña rusa desde que aterrizó en la NCAA hace ya dos años. El pívot maño alterna buenas actuaciones alabadas por su entrenador e incluso por algunos de los dioses del baloncesto como Kareem Abdul-Jabbar. Sin embargo, estas bendiciones no parecen ser suficiente aval como para convencer a Mick Cronin, su técnico en los Bruins, que parece que siempre apunta en la misma dirección cuando vienen mal dadas.

Ante los Boilermakers de Purdue -la universidad en la que se forjó como base John Wooden, el hombre que desde el banqu illo convirtió a UCLA en el equipo con más títulos del país con 10- la universidad californiana cedieron 76-66 en un derrota que les deja con pocas opciones de clasificarse entre los cuatro primeros de la Big Ten, lo que le ahorraría dos rondas en el cuadro final del March Madness.

"El trabajo defensivo no fue el correcto", aseguraba Cronin para explicar el tropiezo de los Bruins. Y en ese aspecto, casi siempre, el técnico mira siempre hacia Aday Mara. Si el español comienza bien el partido, se gana la confianza de su entrenador. Pero si las cosas vienen mal dadas en esos primeros minutos, toca ración de banquillo como sucedió ante Purdue.

"Hubo un momento en el que éramos uno de los cinco mejores equipos defensivos del país. Nuestra defensa no fue la que yo quería y ese es el desafío, ¿sabes? Ese es el reto para nosotros", recalcaba un Cronin que apenas contó con Mara durante seis minutos (tres y medio en la primera mitad y no volvió a jugar hasta los instantes finales del duelo) en los que el aragonés terminó con seis puntos y un rebote en su casillero.

No es la primera vez que Mara sufre los rigores de su entrenador. El pívot convence tanto al cuerpo técnico como a sus compañeros en los entrenamientos. "Lo que está haciendo es lo que hace todos los días en las prácticas. Aday es un monstruo y estoy orgulloso de que la gente esté empezando a ver eso", apuntaba Dylan Andrews, la gran estrella del equipo, sobre un jugador que vive constantes altibajos en su tiempo de juego, pero que no tira la toalla.

"Trato de ser solo yo, no me gusta rendirme si no juego un partido o dos, no me gusta solo entrenar y decir: el entrenador no me llama, así solo voy a relajarme y entrenar. Solo intento ir al entreno, intentar jugar lo más duro que pueda", aseguraba el español hace sólo un mes, cuando firmó su mejor partido desde que llegó a una NCAA que ahora sí parece haber descubierto el potencial de Mara… cuando su entrenador le da minutos.