El indignante comentario que dejó sin palabras a Caitlin Clark tiene castigo: dos semanas de suspensión

Uno de los momentos más felices en la vida de Caitlin Clark llegó el 16 de abril. Tras conquistar a todo el mundo con su juego en la NCAA en la Universidad de Iowa, la base fue elegida en el primer puesto del Draft de la WNBA por los Indiana Flever. Una nueva superestrella que está destinada a marcar una época en el baloncesto femenino estadounidense.

La jugadora de 22 años acudió al día siguiente a Indianápolis para la presentación con su nuevo equipo. En ese instante, tendría lugar una conversación que dejaría impactada a Clark. El columnista de Indianapolis Star, Gregg Doyel, imitó el corazón que realiza la jugadora durante sus partidos. Hasta ahí todo normal e incluso Clark bromeaba.

"¿Te gusta o qué?", dijo la base del equipo de Indiana al periodista. "Me gusta que estés aquí", respondió el periodista. El problema vendría después de la explicación de Clark sobre que esa celebración va dirigida hacia su familia. El periodista, sin sentido alguno y de manera machista, espetó un comentario que dejó a Clark sin palabras y con cara de pocos amigos. "Está bien, empieza a hacerme eso y nos llevaremos bien", señaló Doyel.

Un comentario que desató las críticas en redes sociales hacia el columnista. Ello provocó que Gregg pidiese perdón a través de sus redes sociales por la inapropiada conversación con Clark. "Hoy, a mi manera singularmente torpe, mientras le daba la bienvenida a Caitlin Clark a Indy, formé con mis manos su característico corazón. Mi comentario posterior fue torpe e incómodo. Sinceramente me disculpo. Por favor, sepan que mi corazón (literal y tenía buenas intenciones. Lo haré mejor", escribió en sus redes sociales.

Incluso dedicó una columna en su medio de comunicación para justificar su comportamiento en la rueda de prensa. Un exculpa que no ha surtido efecto y el periodista ha sido suspendido por dos semanas por el feo comentario hacia la jugadora. Además, no cubrirá ninguno de los partidos de los Indiana Flever durante este verano. Un castigo apropiado ante la falta de respeto hacia la jugadora.