Conrad Martínez: "He tenido problemas porque la gente no confiaba en mí por mi estatura"
El base de la selección sub-18 quiere un oro continental antes de partir a Estados Unidos para jugar en la NCAA.

La selección española sub-18 vela armas para una cita crucial. Si el virus que ha atacado a seis de los equipos presentes en el Europeo de la categoría lo permite, el conjunto dirigido por Javi Zamora se enfrentará hoy (15:30 hora peninsular) a la República Checa por un puesto en los cuartos de final del torneo continental.
Con Aday Mara como punta de lanza, con Hugo González como escudero y con Conrad Martínez al mando de las operaciones sobre el parquet, el conjunto nacional busca la cuarta medalla del verano para el baloncesto español. "A lo mejor no sería un fracaso, pero el objetivo principal de este equipo es ganar el oro. El objetivo, primero es ganar medalla y después conseguir el oro", asegura el base de Granollers en conversación con Relevo horas antes de jugar ante el conjunto checo.
España llegaba a Nis (Serbia) con el cartel de favorito para estar en la lucha por los metales, pero con las dudas que dejaba en el camino una preparación irregular: " Al final no veníamos de ganar los partidos anteriores de preparación y sabíamos que los rivales del grupo eran difíciles, pero bueno, creo que jugamos muy bien. Sobre todo el primer y el segundo día. Hemos conseguido quedar primeros de grupo y llegar a los cruces con confianza".
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El equipo aterrizó en el país balcánico con la idea clara de los ajustes que necesitaba hacer para que las cosas funcionasen en la cancha. "Nosotros ya hicimos un buen Mundial el año pasado. Nos conocemos mucho y no es lo mismo jugar partidos de preparación que jugar un campeonato. Sobre todo lo que hemos cambiado es salir más concentrados y seguir igual durante todo el partido".
Ese es el gran objetivo del seleccionador Javi Zamora, que su equipo no pierda el foco durante los encuentros. "Luego ya quedan algunos detalles por pulir para poder cumplir con nuestro objetivo, que no es otro que ser campeones de Europa", apunta Martínez, que señala cuál es la otra gran obsesión del técnico durante los partidos: "Nos pide ganas. Sobre todo en defensa, que al final es lo que marca la dinámica de un partido. Energía y comunicación atrás".
Dudas por su físico
El base es uno de los grandes nombres de un equipo de jugadores que ya saben lo que es jugar en la élite, aunque en su caso no lo ha tenido fácil. Su altura (1,82) le ha cerrado las puertas que luego ha abierto con su talento. "No soy un jugador muy alto, como se puede ver y he tenido problemas a nivel de que la gente no confiaba en mí por mi altura o mi físico, pero creo que gracias al trabajo duro, a la confianza de mi familia y sobre todo a las ganas de competir me han ayudado a estar donde estoy".
"Me definiría como un jugador súper competitivo que le encanta ganar, a veces demasiado"
¿Y dónde está el ya exjugador del Joventut de Badalona? A las puertas de emprender la aventura americana tras haberse comprometido con la Universidad de Arizona, uno de los equipos más potentes y con más historia en la NCAA. "Tenía muy claro que quería buscar algo que fuera bueno académicamente como en el ámbito del baloncesto y esta era una buena opción para aprender inglés y poder estudiar una carrera universitaria".
Antes de volar a Estados Unidos, Martínez quiere conseguir el oro con sus compañeros, porque ese es el único verbo que Conrad sabe conjugar: ganar. "Me definiría como un jugador súper competitivo que le encanta ganar, a veces demasiado. No me gusta perder. Cuando era más pequeño me costaba mucho aceptar la derrota. Pero al final llegas a la conclusión de que no vas a poder ganar siempre. Aceptas la derrota como lo que es, como una forma para poder mejorar y conseguir el objetivo final".
Esa meta no es otra que la victoria. Algo que Conrad y el resto de la sub-18 busca en la cancha, pero también fuera, donde han conseguido formar una pequeña familia. Y ese es parte del secreto del éxito de este grupo: "Nos conocemos desde pequeños, desde que teníamos 12 años y hemos ido subiendo de categorías juntos. Al final se nota esa confianza y un vínculo que se nota en la cancha".