Se confirman los peores temores del Valencia Basket... y de la Selección: Raquel Carrera sufre una rotura del cruzado

Caras largas por las circunstancias, las asistencias médicas en la pista y alarma, ya no sólo para Valencia Basket, sino para el baloncesto español en general. Raquel Carrera abandonó en camilla el partido inaugural de la Copa de la Reina, entre Valencia Basket y el IDK Euskotren, cuando todavía no se habían disputado ni siquiera los primeros 20 minutos. Los temores del equipo taronja y de la Selección se han confirmado: la pívot sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Pone fin a su participación en el torneo copero tras una acción fortuita que dejó totalmente helado al Pabellón Carolina Marín. Pero no sólo eso: se perderá los Juegos Olímpicos de París 2024.

En una entrada a canasta a poco más de dos minutos para llegar al descanso y con el conjunto valencianista por delante en el marcador, Carrera se elevó en un salto en busca del aro. Sin embargo, al caer se vio cómo se le iba la rodilla derecha al apoyar y se escuchaba un grito de la propia jugadora que enmudeció al Pabellón Carolina Marín de Huelva.

Acto seguido, se desplazaron con rapidez las asistencias médicas para atender a la pívot taronja que estaba tendida en el parqué, llorando y sin poder levantarse. Una imagen que si ya dejaba entrever que se trataba de algo grave, el tener que llevársela en camilla directamente hacia los túneles de vestuarios lo multiplicaba. De hecho, no fue hasta el descanso cuando pudo volver al banquillo para ver y apoyar a sus compañeras, eso sí, todavía con lágrimas en los ojos, con la pierna en alto y con hielo.

Las lágrimas de su compañera de equipo y Selección, Queralt Casas, al término de la victoria, reflejaban la preocupación por la gravedad de su lesión: "Pinta mal, pero le mandamos muchos ánimos", decía. "Lo más importante son las personas", apostillaba Rubén Burgos, entrenador taronja, también visiblemente emocionado.

La lesión de Raquel Carrera golpea duramente al baloncesto español. Primero, porque con sólo 22 años, la pívot es una de las jugadoras referentes en un Valencia Basket, donde una de sus mayores armas es, precisamente, el juego interior y la defensa. Y segundo, porque se trata de una de las piezas claves en los esquemas de la Selección española, que tendrá que afrontar los Juegos de París sin ella.