Unicaja, un campeón 'de rebote' y sin centímetros

Apenas unos días antes de viajar a Badalona, el Unicaja recibía un jarro de agua fría al conocer la lesión de Yankuba Sima. El internacional español se sumaba a la baja de larga duración de Augusto Lima y dejaba a David Kravish como el único '5' puro en la plantilla de Ibon Navarro de cara a la Copa.

Los malagueños se presentaban con un equipo 'bajito', pero eso no ha impedido que los andaluces terminaran conquistando el título y que uno de sus principales argumentos para salir campeón haya sido la batalla por el rebote. El conjunto andaluz ha suplido la falta de pívots y de centímetros con anticipación y actitud para ganar las batallas en los tableros.

Unicaja comenzó perdiendo esa lucha en el primer partido ante el Barça (41-32) de Vesely, Sanli, Tobey y Mirotic. Sin embargo, en el partido de semifinales los hombres altos de Ibon Navarro tiraron de ganas para superar (25-34) a todo un Real Madrid y su gigante Edy Tavares. Con Kalinoski (1'93) y Kravish (2'08) se impusieron a los 2'22 del pívot africano (2 rebotes) y a los 2'13 de Vincent Poirier, que se quedó en blanco.

En la final los andaluces demostraron que lo ocurrido 24 horas antes no había sido casualidad y volvieron a superar a su rival en el rebote. Unicaja capturó 37 rebotes (16 de ellos ofensivos) por los 30 que cogió Lenovo Tenerife. De nuevo fue Tyler Kalinoski el máximo reboteador para los de Ibon Navarro con nueve capturas, las mismas que un especialista como es Gio Shermadini con 24 centímetros más que el escolta cajista.

"Si hay algo que prevalece en este grupo es la falta de egoísmos. Todos anteponemos el equipo a los intereses individuales", apuntaba el técnico Ibon Navarro sobre una de las claves para haber superado a rivales con mayor tamaño en la lucha por los rebotes. Una batalla que ha valido una guerra aunque no tuvieran las mejores armas para afrontarla.