BALONCESTO

Dominique Malonga, la joven prodigio del baloncesto francés a la que comparan con Wembanyama pone Europa a sus pies con un mate

La pívot gala, que ya disputó los Juegos Olímpicos con sólo 18 años, se convierte en la primera jugadora gala en machacar en un partido oficial.

Momento en el que Dominique Malonga se dispone a hacer el mate./FIBA Eurocup
Momento en el que Dominique Malonga se dispone a hacer el mate. FIBA Eurocup
Guillermo García

Guillermo García

Para quienes siguen los entrenamientos del equipo femenino del Asvel o los partidos de las categorías inferiores de la selección francesa, la imagen es habitual. Sin embargo, la instantánea que ha dejado Dominique Malonga en la última jornada de la Eurocup (el Asvel se impuso con comodidad al Limassol chipriota por 115-54) ya es parte de la historia del baloncesto francés y europeo.

Corría el segundo cuarto del encuentro cuando la joven jugadora (18 años y 1,98 de estatura) se lanzaba al contraataque. Tras recibir el pase de una compañera, Malonga se quedó sola ante el aro del equipo rival y no lo dudó: se elevó y con el balón pegado a su mano derecha, machacó la canasta del conjunto chipriota dejando el primer mate en la historia del baloncesto femenino profesional en Francia.

"Espero que sea algo recurrente en mi juego y que no quede un mate al año. Estoy muy feliz, pero no quiero obsesionarme con ello", aseguraba la jugadora por la que pasan buena parte de las esperanzas de futuro del baloncesto galo y europeo a la hora de hacer frente a Estados Unidos, a la que ya las galas ya pusieron contra las cuerdas en la final olímpica de los Juegos de París. Un partido en el que Malonga también fue partícipe a pesar de sus 18 años.

El idilio de Malonga, a la que en Francia comparan con Wembanyama por su dominio aunque ella prefiere ser Dominique, con el baloncesto viene de lejos. Concretamente desde que estaba en el vientre de su madre. "Mi madre jugó conmigo en su vientre hasta que estaba de 5 meses. Se podría decir que nací en el campo. Nací en Camerún y crecí allí. Tengo la intención de devolver todo lo que Camerún me ha dado", aseguraba la jugadora gala tras los Juegos.

Una cita que la puso en el panorama internacional para el gran público, aunque su nombre ya sonaba entre los más cafeteros del baloncesto en categorías inferiores, donde llevaba despuntando casi desde que aterrizó en Francia. "Llegué a Francia, tenía 10 años, fue allí donde di mis primeros pasos en las canchas también, aprendí a jugar baloncesto allí, en la academia que fundó mi madre", recordaba en una charla con el medio francés RFI.

"Son sólo dos puntos, pero el baloncesto también es espectáculo. Y se ve en los chicos. Si yo puedo llevar esto al baloncesto femenino, es ideal"

Malonga, cuyo nombre es recurrente en la agenda de los grandes de Europa y de la WNBA, debutó como profesional con sólo 16 años, con la camiseta del Asvel, en la temporada 2021-2022. Su estreno fue discreto para la categoría, pero refrendaba su hegemonía para su edad. Un reinado que consolidó en el Mundial sub-17, donde fue coronada en el quinteto ideal del campeonato a pesar de jugar con jugadoras un año más mayores que ella.

La acción ante el conjunto chipriota no fue una más. Ya forma parte de la historia del baloncesto femenino en Europa, pero Malonga ya venía amenazando hace tiempo. Y sus rivales lo sabían. "Tal vez sea yo, pero sentía que todos los equipos tenían miedo de que yo hiciera un mate contra ellos. Cada vez que iba al contraataque, alguien corría por regresar", reconocía la jugadora gala tras el encuentro. "Son sólo dos puntos, pero el baloncesto también es espectáculo. Y se ve en los chicos. Si yo puedo llevar esto al baloncesto femenino, es ideal. El objetivo también era hacer mates para complacer a la gente".