BALONCESTO

España 2022: cronología y génesis de un éxito

España, campeona del Eurobasket 2022. /TOBIAS SCHWARZ / AFP
España, campeona del Eurobasket 2022. TOBIAS SCHWARZ / AFP

Ahora que se acaba un año y toca echar la vista atrás, hay que reconocer que el gran hito del deporte español en 2022 ha sido la consecución por parte de la Selección española del título de campeona de Europa en una competición plagada de estrellas NBA consolidadas como Jokic o Antetokounmpo o emergentes como Doncic o Markkanen.

Y es que, cuando parecía que la llama de la mejor generación de la historia del baloncesto español, comandada por los juniors de Oro, se apagaba sin solución de continuidad tras los Juegos Olímpicos de Tokio, celebrados en 2021, aparecía un esperanzador oasis como primera parada en el camino.

Los que me conocen saben que desde su reimplantación, las ventanas FIBA, aprobadas en el Congreso de la FIBA de 2014, no han sido santo de mi devoción. Soy de los que creen que los mejores tienen que estar siempre en el campo y que este sistema de competición igualaba a todas las selecciones, pero no buscando la excelencia, sino por abajo, perjudicando a las que mayor presencia, y también dependencia, de jugadores NBA y Euroliga, conflicto mediante, tienen.

Había un plan para preparar esa transición generacional y abrir el abanico. Y en ello fue clave, como en tantas cosas dentro de las cuatro líneas de la cancha de baloncesto, el timing y la anticipación que demostró la Federación Española de Baloncesto pero, en este caso, fuera de la pista. Y es que lo que no te mata te hace más fuerte.

El relevo generacional

Para ello hay que retrotraerse a 2017. En junio conocíamos que una Selección distinta a la que participaría en el Europeo de ese mismo año se iba a concentrar en Benahavis.

"Nuestro objetivo es invertir más recursos y trabajo en el crecimiento de cuantos más jugadores jóvenes, mejor, con posibilidades de ir formando parte de la selección definitiva", dijo entonces Sergio Scariolo, que reconocía ya en aquel momento que "seguramente será un equipo competitivo, porque va a constituir la columna vertebral que tendrá que ganar la clasificación para el Campeonato del Mundo" .

Guillem Vives, Quino Colom, Pau Ribas, Joan Sastre, Jaime Fernández, Xavi Rabaseda, Alberto Abalde, Oriol Paulí, Javi Vega, Nacho Llovet, Ilimane Diop, Víctor Arteaga, Sebas Saiz, Rubén Guerrero y Pierre Oriola fueron los elegidos para aquella concentración que disputó dos amistosos frente a Israel. Ese fue el punto de partida y como, a posteriori reconoció el seleccionador, fue "una bendición porque no empezamos del todo de cero".

Así, en la primera ronda de las ventanas de clasificación para el Mundial de 2019, España acabó líder invicta del grupo A con 6-0 por delante de Montenegro, Eslovenia y Bielorrusia. En la segunda ronda selló su clasificación liderando el grupo I por delante de Turquía.

Para conseguir el billete del Europeo de 2021 fuimos segundos del grupo A por detrás de Israel (5-1) con cuatro triunfos y dos derrotas por delante de a la postre semifinalista del Eurobasket Polonia.

Miembros de aquellos combinados que sostuvieron y lideraron desde su experiencia a la selección en las ventanas rumbo al Mundial de 2019 como Quino Colom, Javi Beirán y Xavi Rabaseda completaron el 12 que se colgó la medalla de Oro en China. También estaba en aquella selección un Pau Ribas que volvía a jugar partido oficial en un gran campeonato con España por primera vez desde 2015 y que acudió a aquella concentración de Benahavís cuando se encontraba recuperándose de una rotura del tendón de Aquiles, siendo clave en la consecución del título.

En 2021, en el Last Dance de Sergio Rodríguez y los hermanos Gasol en Tokio, el hueco se abrió para López-Aróstegui, que apenas pudo jugar por lesión.

Pero el gran relevo generacional se produjo el pasado verano sin que el resultado de bajarse del podio se resintiera: al margen de XLA, los Jaime Fernández, Darío Brizuela, Sebas Saiz, Joel Parra, Jaime Pradilla o el llamado a última hora Alberto Díaz. ¡7 de 12!

Todo ello sumado a los Hernangómez haciendo de los Gasol y asumiendo el paso adelante a dar, la espera por un tocado Usman Garuba, que había debutado sólo un año antes, al nacionalizado Lorenzo Brown, y la correspondiente polémica, y la ascendencia sobre el grupo del capitán Rudy Fernández. Ni los contratiempos de las lesiones de Abalde y Llull pararon a La Familia.

Desde que se 'abrió' esta convocatoria en las ventanas de clasificación hasta 37 jugadores han debutado con la Absoluta.

Pero al margen de este trabajo de anticipación de la Federación Española hay que reseñar el trabajo de los clubes, que siguen formando jugadores, y la competitividad de la Liga Endesa que sigue siendo la mejor liga doméstica de Europa. Eso hace que el nivel del jugador medio español esté muy por encima del resto que compiten en las respectivas Ligas nacionales. Como muestra, un botón: la campeona de Europa de 2017 Eslovenia, que se quedó fuera del Mundial de 2019, o Turquía, que en las ventanas de noviembre ha quedado eliminada de la carrera de la Copa del Mundo de 2023 y no participará por primera vez desde 1998.

Y esta carrera de fondo que ha llevado a España a ser número 1 del Ranking FIBA por primera vez en la historia no acaba aquí. Aún falta por recuperar a Ricky y a Alocén de sus respectivas lesiones lo que posibilitará a Lorenzo Brown incluso jugar de combo si las necesidades del guión así lo exigen. O ver a Santi Aldama enfundándose la camiseta de España después de ir haciéndose un hueco en los Grizzlies en la NBA. Y sin prisa pero sin pausa, tras un verano de éxitos de las Selecciones Inferiores, Aday Mara, un Juan Núñez, que ya ha derribado la puerta, o Mario Saint-Supery son el futuro. Soñemos porque lo mejor siempre está por llegar. Feliz Año Nuevo.