La evolución de Leticia Romero hasta ser la guía de Valencia Basket para pelear por la Euroliga: "Ahora me conozco mucho más y sé lo que necesito en cada momento"
La base atiende a Relevo para hablar de la Final Six en la que se miden al CBK Mersin, su trayectoria y su evolución como taronja.

Cuando hace un par de meses, en la Fonteta, el Valencia Basket recibió en el primer partido de la eliminatoria para entrar en la Final Six al CBK Mersin (el Çukurova), la victoria tuvo acento canario. Leticia Romero (Las Palmas de Gran Canaria, 1995) tomó las riendas del equipo, marcó el tempo como tan solo ella sabe, e inspiró a sus compañeras para llevarse la victoria de forma contundente (89-57) ante el cuadro turco. Y aquello fue clave para que las de Rubén Burgos se clasificaran de forma directa a semifinales de la Final Six de la Euroliga.
Sin embargo, que la base canaria fuera la artífice de aquello no era ninguna sorpresa. Porque desde su llegada al conjunto taronja en 2019 -teniendo que superar esa lesión de cruzado por el camino- su talento no ha dejado de crecer. Tanto que, más aún en esta temporada con la baja de Cristina Ouviña, la artífice de organizar el juego del equipo valenciano es ella. Pero si algo tiene claro es que la presión no es algo que vaya con ella y que la paciencia es en gran medida una de sus armas para desquiciar a sus rivales.
Como hizo entonces con el conjunto turco y como intentará hacer la tarde de este viernes (20:30 horas) después de que sus caminos vuelvan a cruzarse en la Final Six de Zaragoza. Un torneo al que las de Rubén Burgos llegan con una consigna clara: ganar por Queralt Casas, tal y como reconoció a Relevo la base canaria desde el otro lado del teléfono.
La cuenta atrás para la Final Six ya ha terminado y la jugáis en Zaragoza, ¿es quizá el hecho de que coincida que también es en Zaragoza una forma doble de redimirse tras el tropiezo en la Copa?
Creo que primero hay que estar ya orgullosas de haber llegado hasta aquí, porque es un paso adelante para el club, para el equipo y significa que hemos hecho una buena temporada en la Euroliga, que no es nada fácil. Luego, por supuesto, que estamos con la espinita de esa Copa de la Reina, de ese momento que tuvimos, que parecía que no arrancábamos y fueron varios partidos. Pero yo veo al equipo recuperándose, veo un equipo con ilusión y un equipo con más confianza y creo que puede ser un buen escenario para volver a ver al equipo que juega a divertirse, que juega al cien por cien, que comparte el balón y que gana partidos también.
¿Crees que precisamente el hecho de tener tan cerca la Final 6 os pudo quizá distraer un poco de la Copa?
Sinceramente no creo que fuese un motivo para tener el bajón. Al final la temporada es larga, hay momentos en los que encadenas, varias derrotas, las jugadoras empiezan a perder un poco de confianza por lo que sea, el equipo parece que no funciona y, bueno, le pasa a muchos equipos a lo largo de la temporada, creo que es algo normal siempre y cuando trabajemos en eso para recuperarnos. No creo que necesariamente lo de la Euroliga haya sido un factor, pero bueno, lo que digo, yo creo que ya hemos pasado página y estamos ahora bastante concentradas en lo que viene.
Pese a que hayáis pasado página, como dices, la verdad es que habéis sufrido un revés tremendo con la lesión de la capitana, Queralt Casas… Pero a veces esto hace que el equipo al completo haga clic y la dinámica cambia. ¿Vais con esa mentalidad?
Sí, por supuesto, yo creo que sería una buena forma de hacerlo por ella. Lo de Queralt nos afectó a todas muchísimo, es una compañera y es una baja importante para el equipo, tanto ella como (Kristine) Vitola, ahora son dos. Creo que el haber pasado por este tipo de adversidades puede que nos ayude en el sentido de que, ahora, las que estamos tenemos que unirnos más, si cabe, e intentar ir todas a una y lucharlo y también hacerlo por ella.

Precisamente tú sabes bien lo que es tener que pasar por esa parte más amarga del deporte porque en noviembre del 2019 te rompiste el cruzado, dentro de que obviamente ojalá eso no te hubiera pasado, ¿qué aprendiste a la hora de afrontar situaciones, etc., al haber tenido que pasar por aquello?
Yo creo que todo te enseña. Una lesión tan larga como es la del cruzado hace que estés fuera de las pistas mucho tiempo, pero sobre todo hace que tengas que aprender a escuchar a tu cuerpo. Te pasas 9 o 10 meses prácticamente sola, entrenando, recuperándote y entiendes muchas cosas sobre tu cuerpo que a lo mejor no las sabías. Para mí, sobre todo, fue el saber lo que necesitaba cada parte de mi cuerpo, el poder escucharlo, el saber cuándo estaba bien, cuándo necesitaba más fuerza, trabajar en el gimnasio.
Creo que el trabajo de fuerza es muy importante y a veces no focalizamos tanto en él o simplemente no lo sabemos, pero que una jugadora esté en su plena forma y que haga un trabajo de fuerza importante, te ayuda a que durante la temporada estés preparada para todo, para los golpes, para el juego, para la intensidad. A mí me enseñó en ese sentido y sobre todo a tener paciencia, porque no es una línea recta ni una línea en ascendencia. Parece que tienes tres días buenos, luego vas hacia detrás un poco, luego estás en un momento en el que se para, que parece que no avanzas, y yo creo que hay que aprender a tener paciencia con tu cuerpo, con el proceso. A mí me enseñó, sobre todo, en esos dos aspectos.
A partir de ahí, lo cierto es que no has parado de mejorar. La pasada temporada fue tanto para ti, con el MVP en Copa, por ejemplo, como para el Valencia Basket inolvidable, aunque tu nivel esta temporada no se queda atrás. A título personal, ¿qué ha cambiado de esa Leticia que llegó a Valencia en 2019 a la de ahora?
Creo que ahora soy una Leticia un poco más madura, con un punto más de experiencia, de saber estar en la pista. Creo que también he trabajado bastante la parte mental, yo creo que es superimportante el poder tener una mente tranquila, que en los momentos difíciles te ayude en vez de que sea algo negativo. Ahora me siento mejor conmigo misma, me conozco mucho más, tanto la parte física como la mental y sé lo que necesito en cada momento. Yo creo que cuando llegué, todo eso no lo sabía, ni estaba segura de cómo trabajarlo y ahora tengo muchas más herramientas.
Fuiste una de las artífices con tu actuación ante el Çukurova, de que entrarais de forma directa a las semis de Euroliga. ¿Cómo consigues eso de que de pronto entras como en una especie de trance, que parece que controlas el tiempo y hasta acabar al final contagiando al resto de tus compañeras?
Creo que es parte de la clave: el poder ir todas a una, el poder tener esa conexión con tus compañeras. Aquí tenemos la suerte de que todas las jugadoras son superprofesionales, con mucha experiencia, que saben de qué va esto y al final estar en pista con ellas es fácil. Incluso en los momentos malos puede que simplemente una jugadora pueda poner esa energía en pista, que todo el mundo se contagie y al final tener un buen partido.

Estuviste en los JJ.OO. de París, pero lo cierto es que el nivel de la Selección sobre todo en el puesto de base no para de crecer. ¿Esa competencia hace también que incluso vosotras mismas tratéis de ser todavía mejores para pelear por una de esas 12 plazas de cara al Eurobasket?
Hombre, yo creo que el que haya competencia siempre es bueno y siempre trae lo mejor de las jugadoras. Te hace trabajar más, te hace crecer mejor y que tengamos tantas buenas jugadoras en la posición de base y de escolta, yo creo que es una buena señal para el baloncesto español. Que sea difícil elegir, yo creo que es una buena señal y claramente lo veo como una oportunidad de crecer y de intentar unas a otras empujarnos a ser mejores.
Y en tu caso, ya que fuiste de las jugadoras que se formó al otro lado del charco, ¿qué crees que debe mejorar España para intentar luchar con el baloncesto universitario estadounidense a la hora de ofrecer esa formación a las jóvenes jugadoras?
Bueno, yo creo que es complicado porque Estados Unidos es una experiencia totalmente diferente. Allí tienes todo, básicamente la universidad, el poder sacarte una carrera al mismo tiempo que juegas, juegas en una liga muy competitiva, luego tienes todo el March Madness, yo creo que atrae mucho la opción de Estados Unidos. Lo que puede hacer España es tener una liga muy competitiva que haga que las jugadoras tengan la oportunidad de ir directamente a ser profesionales con buenas condiciones y que les den la posibilidad de compaginarlo con los estudios de alguna forma. Sería lo ideal, pero, sobre todo, yo creo que el tener una liga competitiva y que las condiciones sean buenas puede atraer también a que las jóvenes se quieran quedar.
De cara al futuro, te queda todavía un año de contrato con Valencia Basket, pero ¿valoras la posibilidad de regresar a la WNBA?
Bueno, es algo que no me preocupa mucho, que no están mis pensamientos ahora mismo y que tampoco me planteo a día de hoy, pero tampoco digo que no a nada y si en un futuro se da la oportunidad y yo estoy con ganas y con ilusión de ir, pues ¿por qué no? Pero de momento la verdad que no es algo que me esté planteando.