El baskonismo quiere a Henry, pese a todo: Pi aparece en el Buesa y se lleva una ovación

Cuando un jugador se gana el cariño de la afición es difícil que esta lo dé por perdido fácilmente. Cuando, además, su posible salida está rodeada de un halo de misterio y secretismo es más difícil todavía. Por eso, cuando el Buesa Arena vio este viernes a Pierria Henry, suspendido y dado de baja hasta nuevo aviso, aparecer y ponerse junto a un banquillo en el que ya no puede estar, arropando a sus compañeros, el sonoro aplauso que inundó el pabellón no fue de extrañar. Todo lo contrario que lo extraño que rodea a lo que ya se ha convertido en el foco principal de atención y que ha sido denominado como el Caso Henry.

Lo que hasta ahora se sabe, de forma oficial, no es mucho. Pierriá Henry se había perdido todos los partidos, tanto de Liga Endesa como de Euroliga, que se produjeron a partir del 10 de enero. Y aunque en un principio se hablaba de una posible lesión en el sóleo, las especulaciones comenzaron a crecer y subir como la espuma. Y todo apuntaba hacia una cosa: algo había ocurrido durante un control de sustancias prohibidas.

En un principio, Baskonia permaneció callado -estaba a la espera de un segundo resultado, según ha podido saber Relevo-, pero cuando este llegó se emitió un comunicado en el que se trataba de arrojar algo de luz… o frenar las especulaciones de alguna manera. Y es que este tampoco dejaba claro qué había ocurrido con el base estadounidense al que tanto quiere la afición baskonista.

"Con ocasión de la realización de un control antidoping rutinario al jugador Pierriá Henry por parte de las autoridades de FIBA se ha procedido por ésta a acordar la apertura de un expediente al jugador y la suspensión provisional de su licencia hasta su resolución. Tanto el expediente incoado como la suspensión acordada no deriva de que el jugador haya dado un resultado positivo en el control antidoping por sustancias prohibidas, sino que deriva de una cuestión procedimental", arrancaba el comunicado.

Motivo por el que el club "suspendía temporalmente" el contrato con el jugador, previo acuerdo con él, hasta que concluya el expediente abierto por lo ocurrido. Eso sí, Baskonia arropaba a Henry en cuanto a que confía "en una pronta y satisfactoria resolución del mismo lo antes posible".

Asimismo, Joan Peñarroya, en su rueda de prensa previa al partido de Euroliga de este viernes ante Anadolu Efes, respaldaba esa postura de apoyo al jugador al asegurar que Henry "está seguro de que ha actuado de forma correcta. El club tiene un problema, él un problemón. Se le va a ayudar e intentar demostrar que va a salir bien parado".

Sin más explicación de lo ocurrido y sin entrar en el fondo del asunto, los rumores continuaron corriendo. Si bien, como adelantó El Correo, todo apunta a una adulteración del control antidoping por sustancias prohibidas. En concreto, según publica este medio, el jugador podría haber usado orina sintética para burlar dicha prueba. Algo que incluso suena rocambolesco para expertos en la materia.

Sin embargo, en eldiario.es sí que se apunta a que el club apartó en primera instancia al jugador, cuando se habló sobre la supuesta lesión en el sóleo, porque "se tuvo conocimiento fehaciente de que consumía sustancias prohibidas, como las califica la propia entidad y hubo testigos de esos hechos".

Asimismo, eldiario.es incide en que "al consumo irregular -sancionado deportivamente pero en este caso también podría ser constitutivo de un ilícito penal ordinario- se le ha sumado un problema de gestión de las muestras". Es decir, que según apunta, la polémica con la muestra en el control habría sido un daño añadido a una situación que ya tenía a Baskonia en alerta.

Pese a que incluso el propio Peñarroya aseguraba esa ayuda por parte del club al base, los rumores ante el inexacto comunicado del club no dejaron de crecer. Incluso había quienes aseguraban que Henry ya se había ido de Vitoria rumbo a Estados Unidos. Y nada más lejos de la realidad. Ha bastado una sola imagen este viernes antes de arrancar el partido de Euroliga ante Anadolu Efes para comprobar que Henry sigue en Vitoria y que el apoyo del club al base es real.

Al terminar la presentación de los jugadores, mientras sonaba el Devotion, el himno de la Euroliga, el Buesa se fundió en un sonoro aplauso. Quienes seguíamos el partido por televisión no entendíamos el porqué, hasta que uno de los cámaras enfocó al protagonista. Fuera de la pista y del banquillo, pero cerca de este, concretamente a la izquierda del mismo, casi tras la canasta, Pierriá Henry, levantado, aplaudía como agradecimiento a la muestra de cariño que acababa de recibir de la afición. Acababa de llegar al Buesa Arena para arropar a sus compañeros durante el partido ante el Anadolu Efes.

Si a ello se suman las pancartas de "Pi Henry estamos todos contigo. Mantente fuerte", que fueron enfocadas en la retransmisión queda claro que, pese a todo, el baskonismo está con uno de sus jugadores franquicia y que, aunque ya hay chico nuevo en la oficina para suplir la falta de un base con su baja, Max Heidegger, la afición quiere el regreso de Pi.