El click del renacer de Dani Díez con Baskonia: un cambio de rol y una nueva "mentalidad"

Hay quien dice que no es el sitio, sino la compañía lo que hace especial un viaje. Y en este sentido, Dani Díez bien podría hacer bueno ese mítico refrán. El alero (y ala-pívot) del Baskonia está viviendo una época dorada en Vitoria. Un renacer baloncestístico que ha vuelto a poner en valor al que fue canterano del Real Madrid, que no para de ganar confianza en las filas del equipo vasco. Y ahí, quien ha tenido mucho que ver es su entrenador, Dusko Ivanovic, un técnico que ha apostado desde el principio por el jugador madrileño y que, sin duda, ha sido clave en que este sume y siga dando pasos de gigante para asumir cada vez más galones en el Baskonia. Y así se vio este viernes, cuando fue el mejor de los suyos en el duelo de Euroliga ante Fenerbahçe.

Que Dani Díez tiene talento es algo que nadie pone en duda. Por algo lleva ya 12 años en la élite y ha sido uno de los jugadores que en varias ocasiones ha vestido la camiseta de la Selección española. Sin embargo, esta temporada está viviendo un momento deportivo muy especial. Tal y como se comprobó con ese 23 de valoración (15 puntos con un 575 en triples, seis rebotes y una asistencia en 21 minutos) que firmó ante el Fenerbahçe, en el que ya es su mejor partido con la camiseta baskonista. Pero, ¿qué ha cambiado para que Díez haya eclosionado de esta forma? Todo parte de la llegada de Dusko Ivanovic.

Cuando Díez aterrizó en Vitoria hace dos años, su rol comenzó a cambiar. De ser alero, comenzó a caer poco a poco al puesto de ala-pívot, como se vio durante la etapa de Joan Peñarroya. Y aunque se fue desenvolviendo bien, parecía no terminar de encontrarse del todo. Algo que cambió tras la llegada del técnico montenegrino.

"Ha cambiado un poco todo desde la llegada de Dusko. Estamos trabajando fuerte, que es lo que el equipo necesita: trabajar duro porque hemos empezado regular este año", reconoció hace unos meses el jugador madrileño. Y es que con la llegada del entrenador montenegrino, Baskonia impulsó aún más su defensa para, desde ahí, crear el juego. Y sí, esto fue algo que a Díez le vino desde el principio como anillo al dedo.

Además, Dusko también cambió el orden que hasta ahora parecía establecido, como el recuperar a Díez para el puesto de '3' en vez de encasillarlo en el '4'. Pero, sobre todo, supuso un click a nivel de mentalidad. "Hemos cambiado muchas cosas, tanto en ataque como en defensa, pero al final es la mentalidad. Nos ha intentado dar confianza a todos los jugadores, diciendo que creamos en nosotros mismos, que luchemos cada partido y si lo hacemos podemos ganar", dijo entonces. Y con el paso de los meses se ha convertido en el claro ejemplo que lo demuestra.

Díez es uno de los jugadores de garantías dentro de la rotación de Baskonia. Y, como él mismo reconoció hace unos días en Radio Vitoria, "al principio de temporada jugaba muy poco y con la llegada de Dusko, me cambió el rol, empecé a jugar al 3, con Joan solo estaba en el 4. Esto me dio mucha más posibilidad de jugar más minutos al poder en dos posiciones, y me pidió dar lo máxima exigencia, estar siempre concentrado y si lo haces bien y aportas al equipo, juegas". Y así se vio tras el parón por las Ventanas FIBA.

El alero dejó claro su buen momento de forma ante uno de los equipos que, junto a Baskonia, está en plena lucha por el playoff, un Fenerbahçe que finalmente logró llevarse el duelo, pero ante el que, sin duda, Dani Díez se reivindicó.