La explosión de Darío Brizuela da a Joan Peñarroya su primer nuevo combo para el Barça

26 de abril de 2024. Segundo partido de los playoffs de la Euroliga entre Barça y Olympiacos. En un momento dado de la retransmisión televisiva del duelo, la cámara enfoca a un aficionado en la grada del Palau que muestra un folio blanco en el que reza: "Darío + Minuts". Aquello era un reclamo para que a Darío Brizuela le dieran la oportunidad de hacer lo que mejor sabe: desatascar a su equipo cuando más lo necesita. Tal y como había demostrado antes con Unicaja, con la Selección y tal y como, ahora sí tras tener la oportunidad, ha podido demostrar con el nuevo Barça de Joan Peñarroya. Porque si la primera victoria del equipo culé de esta temporada en Euroliga (88-73 ante el ALBA Berlín) tuvo un nombre propio, ese fue el de Darío Brizuela. Y con su actuación le ha dado la razón a aquel señor que hace meses reclamaba más presencia del base-escolta gipuzkoano sobre el parqué. Aunque la lectura va mucho más allá, porque lo que también ha encontrado el Barça es un nuevo combo que le funciona.

La realidad es que el Barça de Joan Peñarroya todavía está en construcción. Es un equipo nuevo, con entrenador nuevo, en el que los roles todavía no están definidos y eso se nota. Sin embargo, lo que sí que ha dejado claro este inicio de temporada es que la Mamba vasca ha reivindicado su sitio como escolta, por más que tenga que competirle minutos a Kevin Punter.

En sólo seis minutos, Brizuela hizo 14 de los 18 puntos con los que acabó el partido. Siete de ellos de forma consecutiva al término del tercer cuarto, momento en el que más lo necesitaba el Barça, ya que, como indicó el propio Peñarroya, ahí estaban viviendo un momento de exceso de relajación e imprecisiones. "Le doy mucho valor a que cuando nos podían entrar las dudas, hemos reaccionado bien. Se ve la parte ofensiva, pero ha habido muchas situaciones de buenas defensas y robo de pelota", dijo el técnico, que también destacó el "talento" de Brizuela, que terminó ovacionado por el Palau, y cómo "el equipo ha sabido encontrarlo" cuando estaba en racha.

"Hoy [por ayer] me tocaba a mí, me han dado el balón en las posiciones que me gustan, otro día será otro", admitía Brizuela tras la victoria en la que demostró ese carácter que tanto le identifica para ser capaz de revolucionar un partido. Y, lo más importante, ha encontrado al socio perfecto para ese oficio: Tomas Satoransky.

Aunque el base checo no apareció de cara a aro (cerró el partido con 0 puntos), la realidad es que lo que sí que hizo fue sacar su mejor versión en la dirección de juego... y en defensa. Porque repartió ocho asistencias y robó cinco balones, además de formar ese combo letal con Brizuela e incluso Abrines, a quien también habilitó para sus tiros en el momento clave justo antes de que el gipuzkoano dinamitase el partido cuanto más falta hacía.

"No me están saliendo muy bien las cosas a principios de temporada en ataque, metiendo, y soy una persona que siempre busca una cosa diferente cuando no le sale algo para jugar para el equipo. He intentado jugar más en defensa y para los otros jugadores", admitió el base checo.

Y esto lo que ha dejado claro es que el combo formado por un '2' pequeño anotador y ofensivo, como Brizuela, acompañado de un '1' grande que pueda tapar los espacios, como es Satoransky, puede ser una de las nuevas armas del Barça esta temporada. De este modo, Peñarroya ya ha encontrado una fórmula eficaz en esos sistemas que todavía están en construcción.