El 'Increíble Llull' aumenta su colección de gestas: "Chus me ha dicho si quería ese tiro y he dicho que sí"

Kaunas.-Sergio Llull recibe a falta de pocos segundos para el final de una posesión, de un cuarto o de un partido. Da igual el momento. La resolución al final casi siempre es la misma: 'mandarina' y dos o tres puntos para el Real Madrid. Lleva siendo así desde 2006 y ahora 17 años después sigue haciendo lo mismo como si el tiempo no pasara por él.

Una canasta que ya ha superado en importancia a la conseguida en 2014 en Málaga y que valió una Copa del Rey. Un tiro de Llull desde la esquinita (asistencia de Sergio Rodríguez, que se atrajo la defensa), que valió otro título para el Madrid. Y como sucedió ante Olympiacos, en un partido en el que el balear no había estado especialmente acertado.

"Esta es la canasta de mi carrera. Pasa por la derecha a la de Málaga", aseguraba el balear sobre dos puntos que ya forman parte de la leyenda del jugador de Mahón. Un escolta que se ha dedicado a coleccionar canastas ganadoras en su carrera con el Real Madrid. Ocho para ser exactos con esta. Aunque ninguna así.

Por esa experiencia a la hora de jugarse ese último tiro, tanto Chus Mateo como el resto de jugadores del Real Madrid sabían quién iba a tener la última bola en sus manos: "El entrenador ha confiado en mi en ese último tiro. La ha dibujado para mi y ha salido bien. Según hemos llegado, el entrenador me ha dicho 'la quieres tú?' y yo le he dicho que sí y ha marcado la jugada. Ha dicho dos o tres veces mi nombre, pero no sé muy bien qué ha dicho porque cuando ha marcado la jugada yo ya sabía lo que era y me he puesto a mentalizarme", confesaba a la pregunta de Relevo.

"Es el mejor jugador en el último segundo. Es el que maneja mejor la presión de esos momentos", aseguraba Edy Tavares, MVP de un partido que ha terminado decidiendo un jugador que colecciona redes y mandarinas a partes iguales.

"No hay otro que meta esas canastas como él. No había ninguna duda. Todos pensábamos en darle la bola porque no le importa asumir esta responsabilidad. Me alegro por Sergi porque no ha sido fácil para él", aseguraba Chus Mateo al explicar que no hubo dudas a la hora de plantear esa última jugada a pesar de que Llull no había anotado hasta ese momento. Con el jugador balear da igual. Sucedió en Málaga en 2014, en Kazán en 2015, en Valencia ese mismo año, de nuevo contra los taronja en 2016 con una de sus canastas más famosas, frente a Bamberg en 2107. O frente al Barcelona meses después.

Un museo de canastones que tuvieron final feliz, pero ninguna como ésta: "Acepto esa responsabilidad, consciente de que la puedes fallar e ir muy mal y ser el culpable de todo. O la puedes meter y ayudar a tu equipo a ganar como ha pasado hoy. Creo que el primer paso es eso, asumirlo y ser valiente a la hora de tomar esa decisión. Mi reacción primera ha sido mentalizarme de tomar la mejor opción para el equipo y al final ha salido bien".