EUROLIGA

El inevitable magnetismo entre Scariolo y el madridismo

La conexión entre la grada y el técnico se evidenció con una ovación y se confirmó en sala de prensa tras el partido.

Sergio Scariolo saluda a la grada durante la ovación en el WiZink Center antes del Real Madrid - Virtus Segafredo Bologna. /GETTY IMAGES
Sergio Scariolo saluda a la grada durante la ovación en el WiZink Center antes del Real Madrid - Virtus Segafredo Bologna. GETTY IMAGES
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Faltaban unos 20 minutos para que empezara el partido. Aún no había mucha gente en el WiZink Center, pero sí la suficiente como para que se escuchase lo que tenía que venir. Primero saltaron los jugadores de la Virtus Segafredo Bologna a pista. Luego lo hicieron los del Real Madrid, cómo no, aplaudidos por su parroquia. Sin embargo, el más aclamado salió justo después. Semblante serio, mirada al suelo, concentrado y escoltado por sus asistentes. Ellos sí que levantaron la mirada para ver qué ocurría alrededor de Sergio Scariolo. En ese momento, los aficionados que había en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid rompieron al unísono en un aplauso. No era para menos. Pero no era todo lo que iba a pasar.

Sergio Scariolo ha dado mucho al baloncesto español. Ya no solo como seleccionador nacional, sino también como entrenador, precisamente, del Real Madrid. Y lo cierto es que la noche de este jueves, a Scariolo se le puso cara de míster. Pero no adelantemos acontecimientos de lo que fue la noche de Euroliga.

Aquel aplauso para recibirlo no fue nada en comparación con lo que venía después. Momento de la presentación. El speaker del Real Madrid, Pedro Bonofiglio, comienza a decir uno por uno los jugadores que componen el roster de la Virtus Segafredo Bologna. Llega el nombre del último, "con el 44, Milos Teodosic" y el WiZink se pone en pie. No hubo nadie que se quedara en su asiento. Al menos no sin aplaudir. Era el turno de mencionar el entrenador del equipo rival, pero el "Sergio Scariolo" de megafonía quedó totalmente eclipsado por la sonora ovación que le brindó la grada.

"Vente al Madrid", le gritó incluso un aficionado, bufanda en mano, que estaba sentado muy cerca de la afición italiana. Por cierto, gran seguimiento de la Virtus en Madrid, ojalá aprenda algún que otro equipo. Pero Scariolo ahora mismo está en Italia y así se lo demostró al Real Madrid.

Dos primeros cuartos de tanteo y... Vuelta a cancha tras el descanso. 45-41 en el marcador. Y una rápida remontada de una Virtus que ya no cedió más. La pizarra de Scariolo, técnica y tácticamente, tumbó a un Real Madrid impreciso y falto de concentración. Resultado al término del tercer cuarto: 64-68. Resultado final: 92-95.

"Estamos muy contentos por el triunfo, pero sobre todo por cómo hemos jugado. Hemos interpretado el partido de la manera correcta. No hemos estado perfectos defensivamente, pero en ataque hemos movido bien el balón y tenido paciencia", explicaba Scariolo en rueda de prensa tras el partido y daba una clave: paciencia. "Si la primera acción no funcionaba, hemos sido capaces de tener paciencia e ir a la segunda, manteniendo las pérdidas a un nivel aceptable. (...) Demostrar personalidad, valentía, concentración, paciencia... Eso era fundamental", añadía. Y sí, eso fue clave. Leer el partido, saber gestionarlo y confiar en su apuesta. Como si de un clínic se tratase. Lo dicho: pizarra de entrenador.

Sergio Scariolo habla en rueda de prensa sobre la ovación del WiZink y su etapa en el Madrid. Noelia G. Mira

Sin embargo, la clave llegaba cuando fue preguntado por la ovación. En ese momento, a Scariolo se le puso cara de entrenador... merengue. "Quiero dar las gracias a los aficionados del Real Madrid. La última vez que estuve aquí en este pabellón, estuve celebrando, probablemente con muchos de ellos. Es increíble el campeonato de Europa que ganamos. También recuerdo los tres años, importantísimos para mi crecimiento como persona y como entrenador que pasé aquí. Están ahí y aquí. Así que les doy las gracias. Luego cuando empieza el partido eres un adversario, un rival. Pero una vez más se ha confirmado el señorío de este club y de esta afición", confesó.

Y claro, si a eso le juntas lo que se hablaba al salir del pabellón y las tendencias en Twitter... Porque sí, otra vez Chus Mateo fue trending topic y, cómo no, Laso también. "Tenía que venirse a España. Ojalá pudiera compaginarse aquí el entrenar con la Selección. Es que sería brutal", comentaba un colega a otro. "O que se venga al Madrid y Laso coja la Selección", le respondía su amigo mientras avanzaban por la calle Goya. Pero la realidad es que, de momento, Scariolo sigue en Bologna y el Real Madrid con una serie de problemas que, de momento, ni con paciencia se consiguen resolver. Tiempos complejos en el club blanco.