Kemba Walker, el sueño de la Euroliga y un fichaje que comenzó a gestarse hace 4 años… "de incógnito"

El pasado 21 de julio el AS Mónaco hacía saltar la banca en el baloncesto europeo. En un movimiento totalmente inesperado, el conjunto del Principado anunciaba la llegada de Kemba Walker, el gran fichaje del verano en la Euroliga, superando a la llegada de Willy Hernangómez al Barça, la salida de Mirotic, la renovación de Punter o la vuelta de Campazzo al Real Madrid.

El jugador estadounidense, cuatro veces seleccionado para el All Star de la NBA y uno de los mejores bases de la última década al otro lado del Atlántico, firmaba por una temporada con el conjunto de 'La Roca', tercer clasificado en la Euroliga la pasada temporada y que se ha convertido en uno de los grandes favoritos para alzarse con el título esta campaña. Pero, ¿cómo ha terminado la estrella de la NBA en un equipo que hace apenas 9 años estaba en la segunda división francesa?

Oleksiy Yefimov, mánager general del conjunto monegasco, responde a Relevo: "La primera vez que el jugador estuvo aquí fue hace cuatro años. Vino de incógnito con una delegación de atletas de Nike", asegura el directivo del conjunto entrenado por Sasa Obradovic. "Así que estaba ya familiarizado tanto con el Principado como con nuestras instalaciones".

En aquella primera toma de contacto de Walker con el equipo del Principado, el jugador quedó impactado por el equipo y la ciudad, lo que ha hecho posible ahora el fichaje de un jugador que puede ser diferencial en el Viejo Continente. Su llegada, como apunta Yefimov, es un "nuevo paso adelante para nosotros como marca, no sólo como equipo de baloncesto".

La llegada de Walker a 'La Roca', como se le conoce tanto en la Liga Francesa como en Euroliga, confirma la gran apuesta del AS Mónaco por convertirse en uno de los grandes de Europa en tiempo récord. Hace tres años se ganó la plaza de Euroliga tras proclamarse vencedor en la Eurocup y en su primera participación cayó en el quinto partido de cuartos ante Olympiacos, mientras que la pasada temporada se metió en Final Four y terminó tercero tras derrotar al Barça en la final de consolación.

"Mónaco es el único lugar en la Tierra donde los milagros siguen sucediendo. Para nosotros, probablemente, creemos que lo más importante es no tener miedo de aceptar tus errores", apunta Yefimov. "Nosotros como organización lo que estamos haciendo es ganar experiencia. Así fuimos por ejemplo a Kaunas [sede de la última Final Four], con la mentalidad de que estábamos ante una oportunidad única y que teníamos que aprovecharlo".

Ahora tendrán una nueva oportunidad gracias a la llegada de un jugador que, si está sano, puede marcar la diferencia en Europa junto a Mike James. Ese es el gran reto de Obradovic, crear química entre su pareja exterior de la que dependerá buena parte de su éxito. El segundo desafío es motivar a un Kemba Walker que entiende este viaje a Europa como impulso para volver a la NBA.

"El club estaba muy interesado en mí y yo solo quería ser parte de un equipo que me quisiera, que creyera en mí. Vi que sentían que yo podía ayudarlos a alcanzar otro nivel. Eso fue lo que me convenció y lo que me hizo decidir unirme al Mónaco. Solo quiero seguir jugando baloncesto a un alto nivel, y Mónaco me lo permite", señaló el jugador estadounidense en sus primeras declaraciones a la web de un club que sigue dando pasos agigantados en su escalada hacia la élite europea.

De la cuarta francesa a la Final Four de la Euroliga en sólo 11 años. Y todo gracias al impulso de Sergey Dyadechko, un millonario ucraniano empeñado en convertir 'La Roca' en una referencia en Europa. Él fue el primer impulsor del proyecto hasta que vendió el 46% de sus acciones al ruso Aleksej Fedoricsev, mientras Dyadechko se quedaba en un segundo plano como vicepresidente de operaciones.

"El señor Fedoricsev no es ruso exactamente. Nació en la Unión Soviética y se fue de allí antes de que esta desapareciera, así que nunca fue ciudadano ruso. Además muchos de sus negocios están en Ucrania", recuerda Yefimov sobre esa sorprendente dualidad ruso-ucraniana al frente del Mónaco. Eso sí, el GM de la entidad finaliza que lo que ambos sienten por el equipo es pasión y devoción. "Dyadechko considera al Mónaco como su quinto hijo y el señor Fedoricsev es un gran líder es de esas personas que te empuja al límite. Yo soñaba con estar en la Final Four, él nos hizo creer que es un objetivo, no un sueño". Ahora toca dar un paso más en esa vigilia de intentar ser reyes de Europa.