El Partizan se lleva el primer asalto ante un Real Madrid castigado por el físico

Hay quien dice que lo bueno se hace esperar. Y quizá por eso haya habido que aguardar hasta los playoffs de la Euroliga para ver el mejor juego del Real Madrid de esta temporada. Sin embargo, no ha sido suficiente y este primer partido ante el Partizan lo demuestra. El choque de trenes que se ha vivido en el WiZink Center y que ha dado como triunfadores a los serbios (87-89) ha sido digno de apreciar a todos los niveles. Desde el ambiente hasta el juego. Porque sí, cuando los árbitros han permitido jugar, el tú a tú entre los de Chus Mateo y los de Zeljko Obradovic ha sido un recital de baloncesto en el que se ha dejado claro que cada jugada cuenta y mucho más en partidos como este.

Por eso, desde el inicio se ha visto a los entrenadores de ambos equipos parar a la más mínima el juego para reajustar y buscar una ventaja que primero fue de Partizan -vaya partido desde la línea exterior hizo el conjunto de Belgrado-, luego del Real Madrid y finalmente quedó igualada hasta la bocina final. Mucho físico -tanto que Tavares fue el mayor damnificado y no pudo acabar el partido-, mucha intensidad y muchos golpes terminaron por hacer que la balanza cayera del lado del hombre que lideró a los suyos de cara al aro desde el inicio: Kevin Punter. Partizan se lleva el primer asalto ante un buen Real Madrid al que, otra vez, se le volvió a escapar un partido de los de final apretado.

Hay nombres que nada más que con escucharlos ya imponen respeto. Uno de ellos es, sin ningún tipo de dudas, el del entrenador del Partizan. Zeljko Obradovic, un viejo conocido del Real Madrid, ha sabido ajustar a la perfección a los suyos para imponerse en el primer asalto a un, todo sea dicho, buen Real Madrid. La inteligencia de sacar de inicio a Smailagic para hacer que Tavares tuviera que salir de la zona. El dejar a Punter como creador de juego. El saber ajustar a Lessort. Dejar a Exum con Musa, para hacer al bosnio cargarse de faltas demasiado rápido... La lectura que ha hecho Partizan de este partido ha sido excelsa. Y aunque lo cierto es que la balanza podía haber caído para cualquier lado, la confianza de cara a aro del propio Punter ha sido la que ha decantado el partido.

Obviamente hay que hacer ajustes de cara al jueves, y puede sonar extraño lo que voy a decir, pero el Real Madrid ha hecho uno de esos partidos que tanto se echaban en falta esta temporada. Porque sí, a nivel de juego lo ha hecho bien... Pero no ha sido suficiente. Igualmente, a diferencia de en otras ocasiones, sí que se ha visto a los blancos reajustarse en los momentos más críticos. Jugadas de esas de pizarra que salían, como el pick and roll entre Musa y Tavares. Y las actuaciones de Deck y Yabusele. El argentino es el rey de los intangibles y esta vez, también de la anotación blanca. Y el francés supo hacer lo que más se necesitaba: imponer. Aunque no haya bastado, es, sin duda alguna la línea a seguir.

Kevin Punter ha sido el hombre del partido. El base-escolta de Partizan ha tirado de los suyos a través de muñeca y de asistencias. Donde ponía el ojo, ponía la bola. Ya fuera para dar ese pase medido que permita a otro anotar o para ser él quien buscara el aro… y con acierto. El roto que hizo él solo al descanso al Real Madrid es de esos que merecen su reconocimiento. Y si a eso se le suma cómo ha sido el hombre de confianza de Zeljko Obradovic para matar el partido al final y decantarlo para los suyos con un triple... Todo dicho. Jugón, con todas las letras.

Si algo ha quedado claro es que cuando se deja jugar, todo fluye mejor. Para unos y para otros. Las interrupciones por faltas -muy rigurosas, sobre todo- han empañado en numerosas ocasiones lo que estaba siendo un gran partido. Quizá si hubiera habido algo más de fluidez en otras ocasiones se hubiese visto algo más de espectáculo en este primer partido de playoff.

Aunque lo cierto es que la apuesta de Zeljko Obradovic de sacar a Smailagic de inicio para sacar a Tavares ha dado sus frutos, la jugada que, sin duda, ha sido la más espectacular del partido ha sido protagonizada por ambos. Eso sí, con Tavares como creador de la misma. Se trata del tapón que le ha puesto el caboverdiano a Samilagic en el primer cuarto, una jugada para ver y re-ver en bucle y, por qué no, usarla como fondo de pantalla.

Si algo ha sabido hacer bien desde el inicio el conjunto de Obradovic ha sido la defensa. Y ahí el nombre del pívot del Real Madrid destaca sobre el resto. Lo tuvieron fuera de la zona en el primer cuarto, evitando que estuviese en su sitio de confort. En ataque, aportaba, pero cuando al caboverdiano le tocaba defender... Siempre se topaba con uno de los de Zeljko. Y eso ha matado, en gran parte del encuentro, a los de Chus Mateo. Con Musa, más de lo mismo. Para eso Exum estaba atento y le sacó la segunda y la tercera falta de forma rápida para dejarlo así anulado durante gran parte del encuentro. En definitiva, una gran labor defensiva de un Partizan que se lleva el primer asalto.

Gerschon Yabusele ha dado un paso al frente que tanto necesita el Real Madrid. El ala-pívot ha impuesto su físico en la zona cuando ha tenido que caer al puesto de 5 y, aunque el resultado en el marcador no ha sido el esperado, su papel lo ha desempeñado a la perfección. Esta versión de Yabusele es la que necesita el Real Madrid.