FINAL FOUR EUROLIGA

El Real Madrid pone en juego su ADN para alargar su reinado europeo ante un equipo "muy perro"

Los blancos apuntan a la defensa y al ritmo como claves para superar a Olympiacos, el rival en la última final.

El Real Madrid se enfrenta al Olympiacos. /REAL MADRID BASKET.
El Real Madrid se enfrenta al Olympiacos. REAL MADRID BASKET.
Guillermo García

Guillermo García

El Real Madrid lleva escrito en el ADN el verbo ganar. Esa frase fue una de las más repetidas entre jugadores y entrenadores antes de subir al avión rumbo a Berlín. Una ciudad de buen recuerdo para la base española del club blanco (Rudy y Llull ganaron allí el Eurobasket en 2022) y en la que el conjunto madridista buscará una nueva corona europea, la duodécima en un palmarés sin parangón.

En su lado de la balanza, además de ese genoma ganador del que presume, los de Chus Mateo ponen una de las mejores temporadas que se recuerdan en la liga regular. Los blancos llegan como el conjunto que más partidos ha ganado en la fase regular (27, cuatro más que el segundo), el que más fácil ha superado el playoff de cuartos (3-0 mientras que el resto se iban al quinto) y el que más experiencia acumula en un torneo tan exigente como una Final Four.

También han aterrizado en la capital alemana como el líder de la liga regular. Sin embargo, ese título puede jugar en contra del equipo blanco. Nunca en la historia de la Euroliga el equipo que ha terminado con el mejor balance de la temporada ha levantado el trofeo. Sin embargo, eso no parece preocupar en el seno de la expedición madridista.

"La presión es la que nos pongamos nosotros. Sabemos que ganar una Euroliga es muy difícil, pero que tenemos las mismas opciones que los otros tres equipos. Nos gusta centrarnos solo en el rival de semifinales y no pensar más allá, porque es el partido te da la opción de luchar por el título", aseguraba el técnico madridista en la previa.

"Vamos a Berlín con mucha confianza porque somos el Real Madrid que juega cada final de cada competición y es algo que hemos construido en el ADN", comentó Causeur, que también aseguró que una de las claves va a ser estar juntos desde el primer minuto. Sobre todo ante un equipo "tan perro" como Olympiacos, como se definió al conjunto griego entre la prensa española desplazada a Berlín.

El equipo de Bartzokas querrá jugar un partido a pocas posesiones, largas, y donde el ritmo lo impongan ellos a base de cortar el juego. Son las armas que les han traído hasta Berlín con menos argumentos ofensivos que el curso pasado (sin Vezenkov ni Sloukas) y con los que ha ganado al Barcelona en la serie a cinco partidos conquistada en el Palau.

"Hemos visto los partidos contra el Barcelona de cuartos de final y sabemos que es un equipo que pelea mucho y tenemos que estar concentrados en eso. Tenemos que estar físicos con ellos, que no tengan canastas fáciles y no salir del partido". Son palabras de Vincent Poirier, uno de los protagonistas del encuentro, ya que si hay un equipo en Europa con un juego interior capaz de frenar a la dupla que hacen el francés y Tavares, ese es Olympiacos.

Fall, Milutinov, Petrusev, Wright y Peters son suficiente argumento para desgastar a la dupla del Real Madrid, que contará con la ayuda de Ndiaye y Yabusele para contrarrestar. "Olympiacos es un equipo duro, con una buena defensa y buenos jugadores. Será un partido largo, así que tenemos que permanecer juntos, no importa lo que suceda", apuntó el '4' galo que la pasada temporada no pudo disputar la Final Four por sanción.

Así, el ritmo de Campazzo y la resistencia del juego interior ante la dureza helena serán las claves que marquen un duelo ya clásico en Europa. Un partido que en sus tres últimas versiones (la final del año pasado y los dos encuentros de liga regular) ha caído del lado blanco. Sin embargo, los rojiblancos saben también ganar en estas circunstancias, como hicieron en 2013 con exhibición de Spanoulis. Todo cuenta, y el pasado también, a la hora de poner en juego algo tan importante como la corona de Europa. Un reinado que ahora ostenta el Madrid, pero que todos quieren arrebatárselo.