Rubén Burgos, Iyana Martín y María Conde ponen el acento español en los premios de la Euroliga
La jugadora del Valencia Basket, Alina Iagupova, Laia Palau y Mariona Ortiz también fueron reconocidas en la gala organizada por la FIBA.

Zaragoza.- "Hay que ir de etiqueta, ojo", decía Vega Gimeno, leyenda del baloncesto español, plata olímpica y team manager de la Final Six de la Euroliga, horas antes de la celebración de la gala de los premios de la máxima competición continental. Un evento que tuvo mucho acento español y color taronja, gracias a los premios a Rubén Burgos (mejor entrenador), Iyana Martín (mejor jugadora joven), Alina Iagupova (mejor jugada del año y mejor quinteto), María Conde (mejor quinteto de la Euroliga) y Laia Palau (por su legado como jugadora), y que reunió a todo el baloncesto femenino continental (vestido para la ocasión con sus mejores galas) y acabó rindiéndose a Zaragoza.
Porque lo cierto es que entre todos los reconocimientos, el que se llevó la ciudad, a la altura sin duda alguna de lo que está siendo esta Final Six que, durante tres años, se celebrará en la capital maña, fue más que merecido. Aunque en este caso, como es lógico, la mayoría de los focos fuesen para las jugadoras, entrenadores y clubes. Como en este caso fue el Valencia Basket, que pese al tropiezo de este viernes en semifinales ante el CBK Mersin, reunió dos galardones y un reconocimiento, el primero (este último) a la mejor jugada del año.
En la pantalla, el vídeo que se veía era el de la ya mítica jugada con ese triple sobre la bocina con el que Valencia Basket se llevó la victoria ante el USK Praga. Y en las zonas de butacas, todas las miradas se iban hacia ella. Alina Iagupova se acababa de llevar el premio a Mejor Jugada del Año en la Euroliga y sus lágrimas vertían una mezcla de emociones. Los últimos meses no están siendo fáciles ni para Valencia Basket ni para ella, que no termina de encontrar su juego. Pero este reconocimiento es fruto de todo ese trabajo oscuro que, al final, hace que con jugadas como este salga a relucir. Como también lo hizo con ese premio para la ucraniana, elegida como una de las jugadoras que forma el Mejor Quintento de la temporada.
Con la voz entrecortada y la emoción a flor de piel, Alina Iagupova subió al escenario y agradeció el reconocimiento y se lo dedicó a sus compañeras, algo que hizo también un emocionado Rubén Burgos, cuando fue elegido como entrenador del año.
Porque aunque lo cierto es que Valencia Basket se quedase fuera de la final, estos ocho años al frente del banquillo taronja y haberlo llevado hasta esta gran cita de Zaragoza, en la que todavía les queda pelear por ser terceras, bien lo merece. Y ahí, el técnico no dudó en dedicárselo a las jugadoras y al equipo.
Y sí, el compartirlo con los demás fue la tónica general de una gala que también tuvo entre las galardonadas a una de las dos españolas del USK Praga, María Conde, que a falta de que su equipo pelee por el título en la final, ha sido reconocida en Zaragoza, el sitio del que el pasado mes de enero salió en silla de ruedas por esa ruptura del Aquiles.
"Esto es para mis compañeras", dijo con los ojos vidriosos Conde, tras ser elegida como una de las mejores cinco jugadoras del año en unos premios en los que, eso sí, la rúbrica final la puso el Fenerbahçe, como ese MVP (el tercero) para Emma Messeman, la jugadora belga que sigue siendo la más dominante de Europa.
Aunque, eso sí, quien también se llevó uno de los mayores premios fue Iyana Martín, que en su debut europeo con el Perfumerías Avenida, fue elegida como mejor joven del año… aunque no pudiera recoger el premio (es lo que tiene que hubiera Liga Femenina Endesa este fin de semana). Y también se llevó su aplauso la jugadora del Casademont Zaragoza, Mariona Ortiz, que formó parte del tercer mejor quinteto continental, y Laia Palau, por el legado que dejó como jugadora antes de pasar al otro lado del basket y ser ahora parte del staff técnico de Roberto Íñiguez en el Spar Girona.