FINAL FOUR EUROLIGA

Saras Jasikevicius, ese exjugador carismático al que los 'maestros' "no lo veían como futuro entrenador"

El técnico del Fenerbahçe se enfrenta a su cuarta Final Four de Euroliga consecutiva desde los banquillos.

Saras Jasikevicius dando indicaciones a los jugadores del Fenerbahçe. /GETTY IMAGES
Saras Jasikevicius dando indicaciones a los jugadores del Fenerbahçe. GETTY IMAGES
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Carisma a espuertas e inteligencia a raudales para leer los partidos. Esta bien podría ser la definición de Saras Jasikevicius, ese técnico "extrovertido y con mucha gesticulación desde el banquillo" que ya mostraba "cuando era jugador", que, pese a que algunos maestros de la pizarra "no le veían futuro como entrenador", ha demostrado ser uno de los mejores técnicos de Europa. Porque Jasikevicius disputa ahora la que ya es su cuarta Final Four de Euroliga consecutiva.

Un hecho que logró tras hacer historia con su Fenerbahçe -fue el primer equipo de la historia de la Euroliga en ganar un quinto partido a domicilio-, con el que, junto al Panathinaikos, se encargará de inaugurar la gran cita de Berlín 2024. Y todo ello después de haber revolucionado al equipo que, antes de su llegada, parecía sumido en una mala racha sin solución.

"Es muy extrovertido y tiene mucha gesticulación desde el banquillo, cosa que ya hacía cuando era jugador. Es un poco parte de su personalidad. Su exigencia, en todos los aspectos, es positiva, pero especialmente en defensa. Sus jugadores o defienden o no juegan", reconoció Aíto García Reneses, en declaraciones a la agencia EFE. Uno de los principales maestros en esto de los banquillos que entrenó a Saras y que pensaba… que no tendría futuro como entrenador. "No lo veía como futuro entrenador, pero se ve que disfruta también mucho entrenando", reconoció el propio Aíto.

Y es que ese fuerte carácter que tanto le define podría hacer pensar que no tendría la paciencia suficiente para asumir la pizarra. Aunque a la vista está que nada más lejos que la realidad. Porque la evolución de ese Jasikevicius que hacía de las suyas sobre el parqué a este que ahora asume el banquillo es evidente… aunque no haya perdido su esencia. Ese gen revolucionario del que se ha valido para conseguir cambiar la dinámica del Fenerbahçe, hacerlo jugar a su estilo, recuperar a jugadores clave como Nick Calathes, y llegar a esta cita de Berlín en un estado de forma descomunal después de tumbar al AS Mónaco.

Todo ello, después del bache tras su salida del Barça. Ese tras el que aseguró que había salido "decepcionado por el mal trato" recibido en el club que tanto disfrutó tanto de jugador como de técnico. Ese que, precisamente, va a ver la gran cita berlinesa desde la televisión al haberse quedado fuera de ella.

La realidad es que ahora a Jasikevicius le toca hacer bueno todo lo caminado con el equipo turco. Aunque para ello, tendrá que lograr que su pizarra se impongan a la de otro técnico otomano, también con un carácter bastante marcado: Ergin Ataman. Quien nada más llegar este miércoles a Berlín con el Panathinaikos, acabó siendo protagonista de una polémica, precisamente, con aficionados del Fenerbahçe.

Un club que no entraba en las quinielas para estar en Berlín hace apenas unas semanas, pero que llega con todas las papeletas para levantar el título. Al menos las mismas que los demás. "Siempre le digo a mis jugadores que quiero toda la responsabilidad y la presión para nosotros, me da igual quién sea el favorito", aseguraba en la rueda de prensa de presentación de la Final Four. Más tarde, antes de su último entrenamiento, se ponía más presión sobre sus espaldas cuando le preguntaban sobre el hecho de haber ganado 4 Euroligas como jugador. "No significa nada. Fue hace 20 años. Ha pasado mucho tiempo".