Triunfo incontestable del Real Madrid ante el líder

Era el partido ante el líder. Ante Estrella Roja, un equipo que llegaba tras la derrota ante el Barça, pero firmando muy buen baloncesto. Rápido y vistoso. Pero lo cierto es que casi en un visto y no visto, el Real Madrid dejó claro que las sensaciones -y fluidez- que empezó a encontrar la pasada semana no eran algo pasajero. Y que el WiZink Center sigue siendo su fuerte. Porque los de Chus Mateo, con algunos altibajos (insuficientes, eso sí, como para hacer tambalear el marcador), dominaron el choque desde el inicio. Otra vez con Facu Campazzo como brújula, pero también con muy buena aportación de Mario Hezonja a ambos lados de la cancha, con Edy Tavares siendo dueño y señor de la zona y con un Eli John Ndiaye que va a más cada jornada para reclamar más y más minutos en cada partido.

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La realidad es que la puesta en escena que hizo el equipo de Chus Mateo fue prácticamente inmejorable, con un parcial de inicio de 13-4 en el que aportaron todos los que estaban en pista. Hezonja dio ese paso al frente y se desdobló para aportar tanto en ataque como en defensa. Tres puntos, tres rebotes y cinco asistencias fueron sus números en los primeros diez minutos). Y en esa generosidad el más beneficiado fue Edy Tavares, que, alimentado por el croata y Campazzo, aprovechó la baja de Joel Bolomboy para hacerse (aún más) fuerte en la pintura y ser el líder de la anotación blanca durante el primer cuarto (22-10).

Aunque quien también estuvo excelso desde el principio fue Eli John Ndiaye. Esta vez salió de '4' en el quinteto inicial y no defraudó. Ni siquiera cuando en el segundo cuarto cayó al puesto de pívot, después de un parcial de 1-8 de Estrella Roja, que aprovechó las rotaciones blancas para encomendarse a Yago Dos Santos y recortar distancias. Eso sí, a partir de ahí, un 2+1 de Serge Ibaka acabó firmando una respuesta en forma de 10-0 del Real Madrid, que entonces acabó con Ndiaye de '5' mostrando una defensa agresiva e intensa, a la que el equipo blanco le sacó mucho rédito. Como también ocurrió con los apenas cuatro segundos que estuvo en pista Hugo González al filo del descanso, en los que incluso le dio tiempo a cortar un ataque de Estrella Roja y hacer que el marcador se quedase 46-29.

Tras el receso, el guion apenas cambió. Campazzó marcaba el ritmo, Hezonja siguió repartiendo juego (hasta firmar sus mejores números en asistencias en Euroliga) y Ndiaye se fue haciendo cada vez más grande tanto en defensa como en ataque. De hecho, alcanzó su mejor anotación en Euroliga con 12 puntos. Estrella Roja lo seguía intentado, pero la ausencia de Bolomboy -y también de Nemanja Nedovic, que tampoco fue de la partida-, así como la falta de acierto acabó pensando demasiado. Tanto, que los de Chus Mateo lograron superar la renta de 20 puntos cuando todavía no se había cumplido siquiera el ecuador del tercer cuarto.

Eso sí, Estrella Roja no bajó los brazos y en un arreón, aprovechando la ausencia de Tavares y Campazzo -Chus Mateo aprovechó la renta para rotar a sus jugadores casi al completo- y la relajación blanca, logró anotar un 8-0 que hizo que la diferencia bajase a 15 puntos y que obligó a Chus Mateo a pedir un tiempo muerto. Y tras ello, el Real Madrid volvió a meterse en el duelo para cerrar el tercer cuarto con 71-54 en el marcador con el que se dio paso a un último cuarto... que fue un puro trámite.

Aunque sirvió para ver de nuevo en pista a Hugo González y que hasta se sumase a la fiesta anotadora del Real Madrid. Y para que Sidi Gueye debutase, como ya hiciera el domingo en Liga Endesa, también en Euroliga y estrenó su casillero de puntos, los que consiguió a 31,5 segundos del final desde la línea del tiro libre. Otra vez los tres jóvenes en pista juntos. Y otra victoria para los blancos (95-72).