La afición responde al Real Madrid en el momento clave: primer lleno del curso para recibir al Partizan

De Madrid al cielo. La filosofía en torno a este quinto partido de los playoffs de la Euroliga entre Real Madrid y Partizan es clara: si Belgrado tiene su infierno en el Stark Arena, el conjunto blanco quiere tener su cielo -u Olimpo- en el WiZink Center. Y para eso se antoja clave el papel de una afición que, de momento, ha respondido con creces. Porque si el conjunto de Zeljko Obradovic logró meter a más de 20.000 personas -el tope de capacidad... y alguno más que no se contabiliza- en su pabellón para el tercer y cuarto partido de la eliminatoria, los de Chus Mateo también han conseguido que se cuelgue el cartel de 'sold out', por primera vez esta temporada, en el WiZink Center.

El ambiente de Belgrado fue de esos que queman, que enchufan al equipo e incluso logra insuflar una fuerza o concentración que, a veces, parece que escasea. Basta con haber vivido allí lo que ocurrió en el cuarto partido de la serie. Tras una primera parte gris y sombría, sin cánticos ni vítores, en señal de duelo por el tiroteo mortal ocurrido sólo 24 horas antes en una escuela de la ciudad, cuando en el descanso la afición comenzó a animar, el partido cambió por completo. Y el Partizan logró meterse de lleno en un choque cuya balanza, eso sí, se acabó tornando a favor de los blancos.

Ahora, la gran cita se celebra en la casa blanca y, por eso, la afición juega un papel fundamental. "Llegados a este tramo de temporada, tener partidos así y con nuestra gente, es cuando te das cuenta del trabajo que se ha hecho para tener el último partido en casa. Es cierto que venimos de dos derrotas consecutivas, justo contra ellos, en el WiZink, pero esperemos que (la afición) sea ese sexto hombre que siempre nos ha ayudado en los momentos más difíciles", decía Rudy Fernández. Y a nivel de números, al menos, ya ha cumplido. La capacidad del Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid para los partidos de baloncesto es de 17.500 personas. Y hace días que ya no hay entradas para el choque de esta noche.

Cuando el jueves se confirmó que habría quinto partido, el Real Madrid abrió la venta de entradas primero para abonados y socios, luego para aquellos que tienen el carné Madridista y… ahí se acabó todo. Los seguidores respondieron en masa hasta el punto de que el público general -aquel que no tiene ningún tipo de afiliación a modo de carné con el club blanco- se quedó sin entrada. "La afición nos va a dar de inicio un plus de energía y ánimo. No creo que haya problema de ningún tipo. Nuestra afición va a llenar el Palacio y va a alentarnos cuando las cosas no vayan bien ante un equipo como Partizan. No hay ninguna aversión hacia el equipo contrario", dijo Chus Mateo.

Y aunque lo cierto es que se espera un gran desplazamiento de sepultureros -como se conoce a la afición del Partizan-, todo apunta a que el blanco va a teñirlo todo con el fin de ser ese sexto jugador y, como bien dice ese dicho madrileño, de elevar a su equipo de Madrid al cielo o, en su defecto, a la Final Four de Kaunas.