BALONCESTO

Jorge Garbajosa: "Yo llegué a la presidencia de FEB un 9 de julio y el 11 ya tenía ganas de dimitir"

Tras siete años al frente del baloncesto español, el exjugador decidió dar el salto y asumir el mando de FIBA Europa para seguir haciendo por el baloncesto, que es "como una droga" para él.

Jorge Garbajosa, durante la entrevista con Relevo. /RELEVO
Jorge Garbajosa, durante la entrevista con Relevo. RELEVO
Guillermo García
Michèle Novovitch

Guillermo García y Michèle Novovitch

A Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz, 1977) le cuesta desconectar. Tiene que poner el móvil en silencio porque sabe que si no es imposible charlar. El mundo del baloncesto, ese en el que lleva más de 20 años, le necesita, aunque no se sabe si es él que más necesita del deporte de la canasta. Lo ha sido todo (o casi) como jugador, team manager y presidente de la FEB. Cuando parecía que no quedaban más retos, FIBA Europa llamó a su puerta. Y no supo decir que no, porque es una pequeña droga que tienes dentro. Y que la verdad que es totalmente adictiva.

Jorge Garbajosa habla sobre cuánto duerme desde que es presidente de FIBA Europa. M. NOVOVITCH

¿Cómo han sido los primeros 112 días como presidente de FIBA Europa de Jorge Garbajosa?

Pues muy divertidos. Son 112 días en exclusividad, porque en realidad es desde mayo, pero es verdad que el verano hasta que dimití en agosto, lo pasé muy enfocado a la Federación Española. Muy, muy enfocado, de hecho. Pero luego, muy divertido. Viviendo prácticamente en un avión.

Nada más quedarme solo con el puesto en Europa estuvimos casi un mes en el Mundial de Manila, Yakarta y Okinawa. Luego, vuelta a Singapur por la Intercontinental. Y luego ya empezaron las dos competiciones de Europa, la Supercopa Femenina, que estuvimos también en Lyon.

Todavía estoy un poco entendiendo bien la casa por dentro, que tiene muchas aristas, y una gobernanza que hay que entender y que hay que respetar.

A la vez es divertido y a la vez intentando cambiar las cosas, buscando financiación, buscando la mejora de nuestras competiciones... Teníamos un problema y es que no teníamos sede para el Eurobasket Femenino del 2025 y cambiamos todo el formato, cambiamos el sistema de competición, nos vamos a cuatro sedes muy potentes para organizar un europeo femenino. Así que bien, la verdad. Todavía adaptándome y siempre aprendiendo.

¿Es lo que te esperabas?

[Silencio] En cierto modo, sí. Pero es verdad que la actividad es frenética. Hay tantos frentes abiertos, la mayoría positivos y algunos que hay que solucionar, tantas necesidades en los países, tantos proyectos que tienes en la cabeza que quieres desarrollar y que necesitan un proceso… La verdad que es como me lo esperaba, pero un poquito más intenso.

¿Cuántas horas duermes al día desde que eres presidente de FIBA Europa?

Muy pocas. Yo no he sido nunca dormilón, pero duermo poco. Lo normal son cuatro o cinco horas. Normalmente piensa que los vuelos, siempre que cojo a la mañana, son a las siete de la mañana, y tienes que levantarte a las cuatro y media, cinco.

Luego siempre tengo cenas, así que duermo cuatro o cinco horas. Seis, ya es un pequeño lujo.

¿Y cuánto tiempo pasas ahora en los aeropuertos?

Nadie me ha engañado, porque sabía que iba a ser así, pero eso es lo que más me cuesta. Pero luego, claro, del pensamiento al hecho, te das cuenta de que es duro. En el aeropuerto en Múnich ya entro y me saludan casi como a un trabajador más. Aquí en Barajas también, tanto en la T2 como en la T4, ya me hacen bromas.

También intento también conciliar un poquito, estar lo mayor tiempo que puedo en Madrid, con la familia y con tu gente. Pero bueno, viajas dos días, echas muchas, muchas, muchas horas, vuelves un día, luego vuelves a viajar a otro país. Es duro.

Sí que es verdad que cuando no hay competiciones de Ventanas y demás el fin de semana habitualmente lo puedo pasar en casa y eso sí que es un lujo que antes no disfrutaba. La semana probablemente es más intensa, pero el descanso el fin de semana te da mucho más. Te da mucha, mucha energía.

¿Cuántas veces tu mujer te ha dicho: “Por qué sigues en esto, por qué no paras”?

Yo cuando jugaba con los amigos siempre pensaba en el día de mañana. Y medio en broma, medio en serio, siempre decía que en mi trabajo que, por favor, no tuviera que viajar y que no tuviera que llevar corbata. Pues no se puede ser más torpe. Pero es que me engancha. Me gusta mucho, de verdad. Más cuando sientes que pones algo en marcha y cuando aciertas y ves que tienes un plus para tu sector, para el deporte que es mi vida y que amo, la satisfacción es muy grande. Es una pequeña droga que tienes dentro. Y que la verdad que es totalmente adictiva.

Y si encima ves que más o menos, hasta hoy al menos, que el sector te respeta y te apoya, pues hasta que el cuerpo aguante.

Compensa. Si no, no lo haríamos. Esto es por puro amor. Lógicamente a todos nos gusta tener un buen salario, sentirnos importantes en nuestro trabajo y estar reconocidos. Pero esto no lo haces por dinero. Esto lo haces porque te apasiona, te gusta. Probablemente en otro sector podría vivir mejor incluso, pero es que amo el baloncesto. Amo estar todo el día pensando en baloncesto y echar las horas que haga falta.

Hablabas antes del funcionamiento de FIBA, ¿cómo trabaja esta organización?

Es una gobernanza particular, que a mí me gusta, en la cual las federaciones continentales pues tienen un link muy directo con la federación mundial. La única que tiene un componente de mayor independencia es la europea por temas históricos, fiscales y demás.Hay una línea de comunicación muy estrecha, muy potente. Pero nosotros tenemos una cierta independencia

Creo que un país como Alemania, como España con una federación potente, por supuesto que FIBA Europa les puede ayudar y viceversa. Pero sobre todo un segundo e incluso un tercer escalón de países en Europa en los cuales la ayuda de FIBA Europa la considero innegociable y decisiva.

Hay una serie de países como pueden ser Albania, Bulgaria, Rumanía, Luxemburgo o Eslovaquia en los cuales el baloncesto tiene que crecer y las federaciones hacen un trabajo importantísimo para que lo haga, pero la federación europea tiene que estar a su lado.

Por lo demás, somos absolutamente leales a FIBA. Absolutamente. Siempre vamos a trabajar con la misma lealtad, pero siempre peleando por lo que considero que FIBA Europa merece. Si tenemos claro que al margen de NBA Europa es el principal motor del baloncesto en el mundo, pues también queremos ser líderes en eso. Desde la lealtad, desde la coordinación, desde la comunicación, pero creo que Europa merece un lugar de privilegio en el ecosistema mundial.

¿Estaba ordenada la casa de FIBA Europa cuando llegaste?

Es una casa muy ordenada y muy bien compartimentada. Cada uno tiene muy claras las funciones. Son alemanes. Al final son mucho más ordenados, o al menos en principio, que los que somos más del sur, más mediterráneos, que nos gusta un poquito más el caos.

Yo precisamente vengo a aportar dentro de ese orden. Intento traer ilusión nueva, proyectos nuevos e ideas nuevas que luego pueden salir o no. Creo que es bueno en una casa tan ordenada poner un punto de creatividad o de locura o de energía. Creo que esa combinación, que es la que pretendo, nos puede dar mucho éxito.

¿Y qué casa le has dejado tú a tu sucesora, Elisa Aguilar?

Habría que preguntarle a ella y al resto de directivos. No sé si soy modesto o inmodesto o qué, pero estoy muy orgulloso del trabajo que hemos hecho, y digo hemos en primera persona del plural.

Yo no es que lo piense mucho, pero de vez en cuando sí te viene a la cabeza. Año 2016. Yo salgo elegido el 9 de julio. El 10 de julio quedo a comer con el que era entonces mi director general y empezamos a ver todo lo que había que hacer.

Esto era el 10 y el 11 ya tenía ganas de dimitir. Era un domingo, estaba en casa. Antes de retomar la actividad el lunes, y decir: 'Ostras esto no sé cómo lo podemos sacar adelante.

Hablamos de un problema reputacional tremendo, un problema financiero muy importante, un proyecto deportivo cogido con alfileres, con unas elecciones ganadas por poco margen, lo cual es muy bonito respecto de la épica, pero luego para conducir la federación y necesitas una unión. Si no hubiera habido una unión en el proyecto, esto no lo levanta nadie. Pasamos dos años prácticamente convenciendo a la gente.

La casa tiene muchos retos cada día y a mí me encanta ver actitudes ambiciosas como estoy viendo. Me hace sentir muy orgulloso. Primero desde el romanticismo porque es mi excasa. Y segundo, porque en Europa necesitamos una España fuerte, ambiciosa, líder.

Creo que Elisa ahora tiene mucha unión para poder poner en marcha su proyecto. Y ahora todo eso que apunta Elisa le toca ponerlo en marcha y demostrar todas esas capacidades que sabemos que tiene.

¿Tuviste claro que era ella quien tenía que sucederte?

Cuando me comunica que se va a presentar a las elecciones me pone muy contento porque creo que es la persona adecuada. Era la sensación que había, incluso en el previo de la votación, antes de entrar a la sala. La sensación que había era de unión y de fiesta. La gente estaba contenta de que fuera ella.

Pero como digo Elisa tiene un reto muy importante, porque esta casa es un pequeño monstruito, un pequeño monstruito gigante. Y esto es como una bicicleta, si dejas de pedalear te caes. Aquí si dejas de pedalear, no vas más despacio, te caes al suelo.

La propia dimensión de la casa le va a exigir mucho. Hablamos de casi cien empleados, muchísimas competiciones, un liderazgo internacional que hay que mantener. Entonces, le va a exigir mucho, pero yo creo que ya lo sabía.

¿En algún momento le avisas de que la van a mirar con lupa y más por ser mujer?

Sí. Incluso en alguna conversación entre nosotros le he dicho que yo hasta me ofendería. Entiendo la novedad y que es la primera vez que hay una mujer al cargo de una federación tan importante. Pero Elisa no está ahí por su género. Yo creo que el que crea que la asamblea la ha apoyado por su género, a mí me resultaría hasta ofensivo. Cuando tienes una persona tan preparada, que se hable tanto del género, lo entiendo, pero ya, se acabó, la novedad ya ha pasado. Ahora es una presidenta con un reto muy importante y con todas las capacidades para sacarlo adelante.

¿Ya has tenido alguna discusión con ella en tu posición como FIBA Europa?

No.

¿Y con la Euroliga?

Discussion en inglés, como conversación, sí, muchas. Discusión, no. A veces cuesta. Si este problema no se ha solucionado en 23 años es porque no es fácil de solucionar. A mí una cosa que sí me enorgullece mucho de mi casa actual es la unión que decían antes con FIBA. Nosotros tenemos muy claro cuál es el proyecto. de competiciones que queremos en el futuro. Queremos que sea un proyecto ordenado, coordinado, con una pirámide competitiva interrelacionada en la que la meritocracia tenga mucho valor y con un respeto no solo a calendario, sino al valor que tienen que tener las competiciones nacionales.

Creemos que todo parte de ahí, de los jugadores y de las Ligas Nacionales. Son tu día a día en tu casa, tus lentejas. Y luego, un día a la semana, sales a cenar fuera, que es la competición europea, que tiene ese punto de glamour y que es estupendo. Pero, por encima de todo eso, y no lo digo yo sino que lo dicen la historia, las competiciones y las audiencias, están las selecciones nacionales. La selección nacional es la consecuencia de la buena o no tan buena salud del baloncesto en un país.

Entonces, si entendemos esa pirámide y que cada estamento o cada franja de esa pirámide tiene un valor muy importante y decisivo dentro de la estructura global, pues podremos llegar a un acuerdo. Pero si queremos priorizar siempre una franja por encima de otras, vamos a chocar.

¿En qué punto están estas relaciones?

Hay una cosa que sí debo agradecer y es que nos reunimos de manera muy recurrente. La atmósfera en las reuniones es muy agradable. Yo creo que hay una voluntad de poder llegar a un acuerdo.

El acuerdo al que se llegó [aunar calendarios en febrero] es muy simbólico, pero muy significativo y muy importante para los dos lados de la mesa. Pero hay mucho más. Hay mucho más en la estructura de competiciones, los contratos comerciales, derechos de televisión. Hay mucho que trabajar. No es tan sencillo. Ojalá fuera tan sencillo como decir, tú juegas aquí y yo juego allí. Es mucho más que eso.

Lo que sí tengo claro es el proyecto de FIBA Europa. Pero a mí me gustaría entender mejor, y lo digo desde la manera más naíf posible, hacia dónde va el proyecto Euroliga. Me gustaría conocerlo mejor.

¿Ayuda en algo a las relaciones que el presidente de FIBA Europa sea exjugador y que la cabeza de la Euroliga también lo sea?

Sí, pero no solo. Y me explico. Yo con Dejan Bodiroga tengo una muy buena relación. Es muy agradable. Pero luego, cuando hablamos de cosas de tanta enjundia y que hay que ir al detalle de tantas cosas, e insisto que la atmósfera es muy buena, luego cuesta.

Esa actitud que yo he tomado de Andreas Zagklis, secretario general de FIBA, a mí me parece que es la que ayuda mucho. Tener esa predisposición a la negociación, teniendo muy claras tus líneas rojas, pero siempre con ese punto de flexibilidad, o incluso de creatividad a la hora de presentar proyectos. Yo me siento muy, muy cómodo en ese equipo que hemos formado y vamos a hacerlo imposible, porque podemos llegar a un acuerdo.

Jorge Garbajosa habla sobre la posibilidad de que haya un equipo de Euroliga en Dubái. M. NOVOVITCH

¿Qué te parece la posibilidad de que la Euroliga amplíe y admita a un equipo de Dubái?

Hasta ahora sólo lo que hemos leído por la prensa. No hay ningún comunicado oficial, con lo cual, prefiero ponerlo en el congelador hasta que se confirme o no. Dicho esto, si se confirmara, a mí no me gusta. No me gusta porque creo que es una competición europea y no es que busques un patrocinador, no es que vengan jugadores de fuera, es que entra un equipo de fuera. Yo creo que rompe un poco las normas del juego.

Y luego, de manera, no digo romántica, pero sí de manera casi moral, si una competición que tienen los grandísimos clubes que tiene la Euroliga, tiene que buscar financiación y tiene que encontrar un equipo fuera, es porque algo no está yendo bien.

Creo que es una obviedad. Si tú competición genera, aporta, es muy visible y se reparte mucho dinero para los clubes y demás, no necesitas eso. Creo que necesita una reflexión mayor para entender lo que significa que pudiera entrar, yo espero que no, que pudiera entrar un equipo como Dubái en una competición europea.

Pero sí hemos admitido y no nos cabe en la cabeza que sea de otra manera, que estén los equipos israelíes.

Pero eso es un debate mayor y de hace muchos años. Y no es por evitar la pregunta, pero digamos que yo me lo he encontrado hecho y dejémoslo así.

Lo que sí te toca es ver cómo afectan y solucionan conflictos como el de la invasión de Ucrania o el enfrentamiento entre Israel y Palestina.

Es una situación tremendamente difícil, de verdad. Lo de Rusia no es nada fácil ahora. Digamos que la decisión que se tomó de excluir a Rusia y a Bielorrusia de las competiciones es lo que había que hacer y creo que es lo que hay que mantener. Ojalá la situación cambie, porque nosotros queremos que el baloncesto ruso y bielorruso vuelvan a nuestras competiciones, pero en estas condiciones es absolutamente impensable.

Respecto a Israel, fue muy duro. Me puse en contacto directamente, enseguida, con la Federación de Israel, me comentó la situación un presidente y me contó la situación, Me acuerdo que me dijo: "Jorge, esto no es un conflicto habitual que tenemos aquí, esto es algo mucho más, esto va para largo". Automáticamente, creas un comité de seguridad, en el cual está todo el mundo que tiene algo que aportar, y vas reuniéndote día a día, intentando buscar soluciones para que los equipos puedan seguir jugando.

Jorge Garbajosa, sobre los conflictos Rusa-Ucrania e Israel-Palestina. M. NOVOVITCH

Y con la NBA, ¿cómo son las relaciones? ¿Ves posible la llegada a Europa?

Es muy buena. Como presidente de Europa y como vicepresidente de la Federación Mundial, como compañero en el ejecutivo de Mark Tatum, el vicecomisionado de NBA. Esa posición de Mark, representando a toda la organización ahí, creo que ejemplifica las buenas relaciones que hay entre FIBA, FIBA Europa y NBA.

A mí, y abro un pequeño off-topic, cuando se critica desde que si en la NBA el juego no es tan puro como en Europa, que puede tener esta parte de razón, luego ves cómo son capaces de gestionar el negocio y a mí lo único que se me ocurre es callarme, abrir los ojos y aprender.

Tener un socio tan importante como NBA de tu lado, institucional y personal, creo que es un orgullo para FIBA y FIBA Europa.

El sueño de NBA en Europa no lo he estudiado en profundidad, pero yo lo considero irreal. Lo considero irreal por un tema logístico y económico. Habría que ir a una ampliación de NBA, que es muy complicada, los viajes son complicados y extremadamente caros. Y luego está la situación económica en Europa que no es la mejor. Esperemos que mejore en los próximos años, pero la situación no es muy halagüeña,

Hablamos que para tener una franquicia en Europa, o seis, si fuera una división, me parece un poco irreal a día de hoy.

¿Qué objetivos te has marcado en esta nueva etapa como presidente de FIBA Europa?

Pues mira, suena heterogéneo pero es muy concretable. Uno es la mujer. Es imprescindible que el baloncesto femenino siga creciendo. Ahora en el Eurobasket hemos cambiado el sistema de competición para que cada partido cuente, no haya partidos, digamos, superfluos, porque creo que el femenino no se lo puede permitir, tiene que llamar la atención constantemente del aficionado. Nos hemos ido a cuatro sedes como Polonia, Alemania, Italia y Grecia, creo que son cuatro países que nos van a dar un nivel excelso de organización.

Estamos invirtiendo, buscando financiación para invertir en las competiciones femeninas de clubes. Y luego hay un proyecto que a mí me gustaría poner en marcha, que no es tan sencillo, porque a nivel europeo todo se complica, que es un tema de formación para mujeres en la gestión. Creo que es necesario que haya mujeres en la gestión y creo que las cuotas están bien, pero las cuotas tienen que ser parte de algo más. Yo creo que las cuotas de mujer en los órganos de dirección tienen que estar, porque creo que necesitas ese componente aspiracional o referencial, pero creo que hay que formar la base

Luego, ayudar a los países pequeños. A partir de enero salimos con ayuda de financiación directa para proyectos específicos de baloncesto en cada uno de esos países. Además, hay un proyecto que me encanta que no es mío, es de FIBA, pero quiero seguir potenciándolo mucho en FIBA Europa, que es el FIBA Plus, que es un programa directo de ayuda a las federaciones de cómo organizarse estructuralmente.

Y luego está el 3 x 3, que tiene que ser más potente en Europa. Hay que verlo. Son los pilares más fundamentales: La mujer, el 3x3, los países pequeños y desarrollar nuestro propio negocio.

En la segunda parte de la entrevista de Jorge Garbajosa hablaremos de su etapa como jugador y sus recuerdos en la cancha.