La corona se quedó en Madrid: Movistar Estudiantes tira de triples para llevarse la Copa Princesa

12:00 horas. "Corre, corre", dice un niño que no tendrá más de siete años y que luce la camiseta del capitán del Movistar Estudiantes, Adams Sola. "Tranquilo, que todavía falta media hora", le contesta su madre mientras cruzan la plaza de Felipe II. La afición del Estu no habrá hecho esos más de 500 kilómetros que separan Coruña de Madrid, pero la ilusión desde luego que era la misma. Porque la Copa Princesa por la que luchaban Movistar Estudiantes y Leyma Coruña "es un premio al trabajo hecho" en la primera vuelta. Aunque el verdadero galardón que los dos equipos quieren, más allá de la Copa, es obviamente el ascenso. Y por eso, llegar al partido sin apenas dormir merecía la pena.

Casi doce horas antes... A la una y media de la mañana, suena el despertador. Es el momento de prepararse. A las tres de la mañana el autobús de la ilusión sale desde Coruña rumbo a Madrid. Es la primera vez que el Leyma Coruña iba a luchar por un título. Y pase lo que pase, hay que estar. Así lo entienden (y sienten) el medio millar de aficionados naranjas que se han desplazado hasta la capital para asistir a la final de la Copa Princesa. "Es una ilusión muy grande, pase lo que pase", reconoce a Relevo Ernesto Redondo, uno de esos espartanos, de la peña Tsunami Naranja, que había viajado toda la noche para llegar a la cita del WiZink Center. "Es que es la primera vez que el equipo se puede jugar un título", insiste.

"Lo que realmente ilusiona es el sueño de la ACB", reconocía este aficionado coruñés. Y eso, precisamente, es lo que también busca Estudiantes. Volver a la categoría que tantas alegrías dio al conjunto colegial. Por eso, esta final de la Copa Princesa significaba tanto para ambos. Y así se vio desde que se echó el balón al aire.

La igualdad fue tal que el primer cuarto se cerró con empate a 21. Mientras que al descanso, la diferencia era sólo de cuatro puntos (42-38) a favor del que cometió menos errores (vaya, del que tuvo menos pérdidas). Y en el tercer cuarto, la cosa se tiñó de naranja... aunque fuese por un sólo punto (53-54), dejándolo todo por decidir en los últimos diez minutos.

Entre cánticos de la afición del Estu, comandados por la Demencia, y cánticos de los aficionados del Leyma Coruña, el último parcial arrancó con una fiesta de triples... azules. Primero, Alec Wintering. Después, Alex Murphy. Y luego... Toms Leimanis, aunque el de este último quedó anulado por una falta previa a favor pitada por el trío arbitral. Pero le dio igual, porque luego sí que encestó el tercer triple consecutivo de los de Pedro Rivero y a un metro de distancia de la línea de tres. Un triplazo al que le siguió otro más, también suyo (67-58), mientras que el Leyma Coruña no lograba romper la defensa estudiantil para buscar acierto de cara al aro (el parcial del Estu fue de 18-4). Y, cómo no, aquello puso en pie -por si aún había alguien que no lo estaba- a la grada colegial.

Fue entonces cuando empezaron a entonar ese mítico cántico de que "para llegar a ACB, tienes que ganar la Copa". Y ahí la tensión empezó a subir como se vio en un encontronazo en pista entre Burjanadze y Wintering que se resolvió con falta antideportiva pitada a ambos jugadores. Pero que sirvió de reacción para romper esos minutos sin anotar que llevaba Leyma Coruña (71-64), aunque la alegría duró poco. Porque otra vez Leimanis tiró de muñeca y puso el +10 a un minuto y 48 segundos del final que pesó demasiado para un Coruña que lo intentó hasta el final.

Como ya ocurriera en 2022, Movistar Estudiantes vuelve a coronarse campeón de la Copa Princesa (80-72). Y lo que para ellos significa: un paso más a nivel de trabajo bien hecho de cara al objetivo real: volver a ser equipo ACB.