Una remontada épica corona a Movistar Estudiantes como 'Winter(ing) Champion'
Alec Wintering anotó la canasta de la victoria sobre la bocina tras darle la vuelta a un 81-74 a falta de 31 segundos. Los de Pedro Rivero serán anfitriones de la Copa Princesa.

La épica forma una parte casi imperdible en el mundo del deporte. Y el baloncesto no es una excepción. Porque por difícil que parezca algo al principio o durante un partido, lo importante es finalmente cómo acaba. Y si no, basta con ver el último duelo disputado por el Movistar Estudiantes. Ese que parecía perdido a medio minuto del final y que, sobre la bocina, Wintering -nada mejor que él para coronar a los suyos como Winter Champions (campeones de invierno)- tornó en victoria. El Estu jugará la Copa Princesa y lo hará como local. Y todo gracias a un triunfo épico cuya explicación merece centrarse (y empezar) en el final.
📹 #LEBOro: Un final de VÉRTIGO para una victoria de LOCURA del líder @MovistarEstu ‼️
— CompeticionesFEB (@CompeticionFEB) January 12, 2024
🔵 @gipuzkoabasket ganaba por tres
🟡 Triple de @dee1Johnny para empatar
🔵 Pasos de @ivanaurre15
🟡 Canasta ganadora de @Awintering2
📺 Así se vivió en @LaLigaPlus ⬇️ pic.twitter.com/gJcrAkZBb8
Los de Pedro Rivero visitaron al Guuk Gipuzkoa Basket en la que era la última jornada de la primera vuelta de la LEB Oro. Y su objetivo era claro: ganar para así asegurarse el ser anfitriones de la Copa Princesa (había un ojo estudiantil en el duelo entre el San Pablo Burgos y el Real Betis) y campeones de invierno, claro. Y a 31 segundos del final todo parecía torcido.
Los locales mandaban en el marcador. Y lo hacían por siete puntos. Pero ahí, la pizarra de Rivero y el talento de la que ha demostrado ser la plantilla más completa de la segunda categoría nacional decidieron cambiar el guion de la historia. Y si el marcador lucía 81-74 a poco más de medio minuto del final, cuando sonó el bocinazo que daba por concluido el choque, lo hizo con la bola entrando en la canasta gizpukoana. Alec Wintering, quien hace un año ya demostró con Palencia de lo que era capaz, volvió a hacer de las suyas con un disparo sobre la bocina que subió al marcador. Final del partido, 83-85 en el marcador.
La victoria se fue de forma épica para el conjunto colegial. Y con ella, el título (ficticio) de campeón invernal y el billete para acoger con anfitrión la Copa Princesa. Eso sí, todo ello hubiera llegado finalmente igual al darse la derrota de Burgos ante el Betis (82-94), que, además, con la victoria de Leyma Coruña ante Melilla (97-82) dejó a los castellano-leoneses sin la cita copera.
El 26 o 27 de enero -la fecha está aún por cerrarse- el Estu volverá a disputar el título copero. Ese duelo que se perdió el año pasado -pero que ganó el ahora técnico estudiantil, entonces con Palencia- y cuyo título sí que levantó un año antes ante el Covirán Granada, en el mismo enclave donde esta vez tendrá que enfrentarse al Leyma Coruña.