El fallo de Google que pica a UCAM Murcia para intentar aguar la fiesta de Rudy

Este lunes apenas se escuchó el pitido final en el WiZink Center. La posibilidad de que, con esa victoria que ponía el 2-0 para el Real Madrid, fuese el último partido de Rudy Fernández ante su gente lo eclipsó absolutamente todo. Y es que lo que se vivió fue una ovación sin igual, un cúmulo de emociones a la altura de lo que suponía el agradecimiento por su carrera por parte de la afición y un momento "mágico", como el propio alero reconoció, que eclipsó todo lo demás. Tanto que hasta el propio Google ha tenido un desliz y ya da a los blancos como campeones, algo que ha encendido a la afición.

Pero la realidad es que tal y como están demostrando estos playoffs de la Liga Endesa, todavía queda eliminatoria porque no hay nada imposible. Y la amenaza de un quinto partido se coló entre el homenaje a Rudy. "Esto no acaba aquí. Respetamos mucho al UCAM y podría ser una despedida, pero viendo como están es posible que volvamos en el quinto partido, aunque espero que no", admitía el alero. Y no era el único.

El propio Chus Mateo, que lo acompañó en esa rueda de prensa tras el partido y compareció justo después, reconoció que "la temporada no está acabada, tenemos que seguir peleando porque en Murcia va a ser difícil y no queremos que haya relajación". Y es que si algo ha demostrado UCAM Murcia es que jamás se le puede dar por vencido. Por más de que en casa las cosas no le hayan terminado de salir como le hubiera gustado.

La realidad es que este lunes los murcianos volvieron a aferrarse a su estilo defensivo, esa defensa zonal 2-3 que logró romper Dzanan Musa y que obligó a Sito Alonso a cambiar a la 1-3-1 para tratar de desajustar a los blancos. Y aunque el alero bosnio estuvo más que fino y Rudy se vistiese de héroe en lo que luego fue su gran fiesta, esto provocó que el Real Madrid volviese a sufrir. De hecho, el porcentaje en tiro exterior volvió a ser bastante bajo: un 28% de acierto al haber encestado sólo 8/28 tiros de tres (cuatro de Rudy), algo que se explica, precisamente, con esa defensa murciana que obligó a los blancos a ejecutar en diversas ocasiones tiros forzosos que no entraron.

Por eso, cuando tras el partido le preguntaron a Dustin Sleva si confiaba en que podían ganar, la respuesta fue un rotundo "sí". Y eso es algo que también tiene asumido el técnico del equipo blanco. "Murcia no se va a dar por vencido, va a querer agradar a su gente, así que intentaremos estar con la cabeza fría y hacer nuestro baloncesto, nuestro estilo y esperar nuestro momento para que cuando llegue, intentar cogerlo. Tenemos que estar preparados para nuestro momento allí, nos gustaría conseguir el tercer punto lo antes posible, pero que venga cuando tenga que venir", aseguró Chus Mateo.

Y es que ya lo dijo Sito Alonso: "La eliminatoria no ha acabado". "El siguiente objetivo es ganar el miércoles y seguir incomodando al Real Madrid como estamos haciendo. No lo queríamos de esta manera, pero ahora tenemos que jugar en Murcia", explicó, y tal y como están siendo los playoffs no se descarta absolutamente nada.

"Tengo la sensación de que el tercer partido lo vamos a jugar mejor y no tenemos que jugar con ningún tipo de presión como ante Valencia o Unicaja. Tenemos que ir a pecho descubierto y con muchísima intensidad, tenemos que ser superintensos para que les cueste jugar contra nosotros", dijo Sito Alonso que afirmó que el marcador "no reflejaba" lo que había sido el partido, algo que fue una realidad. Porque la igualdad que hubo a nivel de juego, pese a que los blancos lograsen mantenerse por delante durante la segunda parte, es de las que muestran que en Murcia puede ocurrir cualquier cosa… y que están dispuestos a ello.

De este modo, UCAM Murcia quiere 'aguar' la fiesta de Rudy Fernández, que quiere que la de ayer sea su despedida ante su gente y acabar con un título de Liga y la mítica red colgada al cuello, y decirle a Google que se equivoca, pues si uno busca "Real Madrid UCAM Murcia" en la plataforma, ya se da por ganador al equipo blanco. Pero todavía debe ganar un partido más para poder serlo.