Chus Mateo y el reto de encontrar el clic para que el Real Madrid no se deje el liderato ante el Barça

Nunca es un partido más. Siempre hay un algo que hace especial esta cita, por más que se repita (es ya la sexta vez después de la final de la Supercopa y Copa, los dos de Euroliga y el de la primera vuelta de la Liga Endesa). Pero si, además, esta puede marcar un antes y un después en la clasificación de la Liga Endesa, si viene precedida del anuncio de retirada de Rudy Fernández, si es la primera vez que Ricky Rubio se medirá al conjunto blanco desde su regreso a Barcelona... Ese Clásico genera mucha más expectación.

El Real Madrid visita al Barça en el Palau (18:30 horas) sumido en lo que viene a ser una racha contrapuesta. Pues mientras que los de Roger Grimau llegan con cuatro victorias consecutivas, los de Chus Mateo lo hacen tras dos derrotas seguidas por culpa de un exceso de relajación. Y ahí es donde tiene el principal reto el entrenador madridista.

"Está claro que nos ha faltado concentración e intensidad competitiva", reconocía Chus Mateo tras la derrota ante Baskonia el pasado viernes en Euroliga. Y, precisamente, esto también le ocurrió el pasado domingo ante Baxi Manresa e incluso en la anterior jornada de Euroliga, ante Estrella Roja, en un duelo que, con mucho oficio y remontando, finalmente lograron salvar.

Y es que al Real Madrid le está pasando factura el tener ya asegurada la primera plaza de la Euroliga de cara al playoff. ¿El problema? Que la Liga Endesa es una competición distinta, "muy dura", como han repetido hasta la saciedad, y que cualquier despiste puede costar muy caro. "Los errores son de equipo. Nos falta un poquito de paciencia", explicaba Chus Mateo. Porque lo cierto es que el equipo blanco, desde que, precisamente, le ganó la Copa del Rey al Barça, parece haber perdido esa confianza que les hacía ser un equipo absolutamente arrollador.

Por eso, que Mario Hezonja, uno de los jugadores blancos más enforma en la actualidad, asegurase de forma consecutiva que era "una vergüenza" cómo estaba jugando el Real Madrid y que eso un club como el blanco "no lo podía permitir" cobra aún más importancia, después de que Unicaja haya logrado ganar y, de caer el equipo blanco, el malagueño le arrebatará el liderato. Así que eso es en lo principal que ha tenido (y tendrá, durante el duelo) que trabajar Chus Mateo: para que los suyos no pierda la concentración ante un Barça que, por contra, parece que la ha encontrado en sus últimos duelos. Aunque a nivel de clasificación tampoco se puede permitir fallar.

"Tenemos que intentar acabar lo más arriba posible. En la ACB hemos tenido partidos tontos que no se nos deberían haber escapado. Eso hace que haya un hueco con el Unicaja y lo demás esté muy apretado. La situación no da para relajarse en lo que nos queda", dijo el técnico culé, Roger Grimau. Eso sí, el equipo azulgrana tiene a Nico Laprovittola en un estado de forma excelso -con la importancia que esto supone para ellos- y también cuenta con un arma extra -y diferente- respecto a los cinco duelos anteriores contra los blancos esta temporada: Ricky Rubio.

"Ricky nos da experiencia, liderazgo y mucha velocidad jugando en transición. Mueve muy bien pelota desde el rebote defensivo al campo de ataque. Ante pívots como Tavares o Poirier es difícil atacar el cinco contra cinco, por lo que enseguida que tengamos la pelota tras el rebote tenemos que forzar transiciones y jugar más rápido", reconoció el alero culé Álex Abrines, quien no se olvidó del que será otro gran protagonista de este Clásico: Rudy Fernández.

"Ha sido una putada que jugara para el rival. Es uno de los mejores jugadores nacionales exteriores de la historia. Si miras el palmarés con el Madrid y la Selección dice mucho. Son muchas copas y títulos. No puedes negar que ha sido uno de los mejores", dijo Abrines. Y es que el de este domingo será el último Clásico de la temporada regular de Liga Endesa para Rudy Fernández, antes de que se retire.