El deseo cumplido de un Covirán Granada que se queda en ACB
Los de Pablo Pin vencen 73-62 a Joventut Badalona y el Real Madrid hace lo propio con el Real Betis para que los rojinegros hayan podido sellar su permanencia.

Granada.-Hay días que están hechos para ser historia. Este 24 de mayo, en el Palacio de los Deportes de Granada fue uno de esos. El Covirán se jugaba la vida ante Joventut Badalona y dependía (también) del Real Madrid para que todo valiese la pena en la última jornada de la Liga Endesa. Por eso, cuando el presidente del conjunto granadino, Óscar Fernández-Arenas, fue sorprendido con una tarta justo antes del inicio, por su 50 cumpleaños, el deseo que pidió estaba claro. Y sí, se cumplió. Granada seguirá en ACB aunque lo cierto es que no fue nada fácil. Eso sí, si a algo está acostumbrada esta ciudad con los suyos es a sufrir, aguantar, resistir... Y reinventarse. Y así ha sido.
"In Bropleh we trust", decía Carlos de Cobos -o Carlinhos, como se conoce en Granada al que fue excapitán del Covirán en su etapa LEB- y lo cierto es que era verdad. Aunque, eso sí, la mayor ovación se la llevó Joe Thomasson. No era para menos. Lo que había hecho en Sevilla para sacar aquel partido a vida o muerte bien le valía el aplauso de todos. Y se lo dejaron claro durante la presentación. Él era quien encarnaba el famoso espíritu de Pops Mensah Bonsu, aquel fichaje de hace tres lustros que con una treintena de puntos en el último partido -para el que se le fichó- hizo que sonara la flauta y que los granadinos se quedaran en ACB.
En el palco, la tensión se veía desde cualquier punto del Palacio. Allí, donde tienen las pantallas pequeñas para seguir el partido, estaban pendiente de lo que todos: de Madrid. Y no, las cosas no iban bien, sobre todo tras el descanso. El Real Betis estaba por delante en el marcador y los blancos tampoco estaban mostrando esa garra que los llevó a ser campeones de Europa. Pero así es el baloncesto. Lo que a veces parece una cosa... luego acaba en la contraria. Como le pasó al Covirán en su último cuarto cuando Lluis Costa, el 'mago' como le dicen por aquí, metió esa canasta que ponía el empate a 52.
"Cuatro arriba el Betis y técnica a Llull", comentaba De Cobos en ese momento. Es lo que tiene vivir desde la grada -o la tribuna de prensa- el partido más importante de la que ha sido tu casa durante cuatro años y en la que, además, sigues siendo el jugador rojinegro que más minutos ha jugado con el Covirán. Y ahí... canasta de Caicedo y el Palacio, que no paró ni un segundo de animar, se puso en pie. Dos arriba para los de Pablo Pin.
Lo cierto es que estos partidos son para vivirlos in situ. Pero, claro, cuando dependes de ti, pero también de otro... Es lo que tiene. Por eso todo era un sí... pero no. El Covirán estaba arriba, pero el Betis también. Y no, eso no era suficiente. Por eso la alegría era contenida. Toda la afición tenía el móvil en la mano. Los granadinos ganaban de cinco, pero el Real Betis también. Y en ese momento, hasta otro mítico del baloncesto granadino como es Nico Giannella hizo acto de presencia desde la distancia. "Nico Giannella me acaba de mandar un mensaje, dice que nos manda mucha fuerza", comentó De Cobos, que no sabía a dónde mirar. Si al parqué o, como el resto, al móvil.
Y... ¡Empata el Real Madrid a 77! 32 segundos para el final en el Wizink y... NIGEL WILLIAMS-GOSS. El Palacio en pie y no por el Covirán. "Que renueven a ese tío en Madrid", "mañana me compro su camiseta", se escuchó en el pabellón granadino. No era para menos, El Real Madrid ponía el +2 ante el Betis a seis segundos del final y los rojinegros ganaban de diez a poco más de lo que dura una posesión. Y entonces estallaron las lágrimas, pero las de alegría. Y los abrazos, los saltos y, en definitiva, la fiesta. Porque la historia estaba para seguir escribiéndola. Y los deseos para cumplirlos. Y ya lo dice el refrán: todo es posible en Granada. Y así fue (73-62). El Covirán será, un año más, de ACB.