LIGA ENDESA

¿Exceso de relajación o un problema de fondo? Lo que mostraron los 15 minutos de "vergüenza" del Real Madrid

El apagón blanco en el Palau se suma a los desajustes ya vistos desde hace un mes, que están pasándole factura al equipo de Chus Mateo.

Chus Mateo, durante el Clásico en el Palau. /ACH PHOTO/S. GORDON
Chus Mateo, durante el Clásico en el Palau. ACH PHOTO/S. GORDON
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Cuando el Real Madrid volvió al parqué del Palau tras el descanso, hubo un plano de Chus Mateo, cabizbajo, tratando de mantener un momento de calma, en su banquillo mientras sus jugadores calentaban para la segunda parte. Esa imagen era un claro ejemplo de lo que, precisamente, le falta a su equipo: tranquilidad. Porque lo cierto es que el Real Madrid está teniendo una ansiedad hasta ahora no vista en un equipo que se había convertido en imparable y al que, ahora, no paran de vérsele las costuras. Y ya hay una palabra que, por tercera vez consecutiva, está retumbando desde el vestuario: "Vergüenza".

"La manera en la que hemos salido es absolutamente vergonzosa", dijo Sergio Llull durante el descanso. "Es una vergüenza lo que hemos hecho", dijo el pasado viernes Mario Hezonja tras la derrota en Euroliga ante Baskonia. Siendo esta la segunda vez en una semana que el alero croata usaba esta expresión. Y es que tras el choque ante Estrella Roja del viernes anterior, en el que finalmente lograron remontar y ganar, aseguró que era "una vergüenza" cómo habían jugado la primera parte y que había "que respetar el escudo". ¿El motivo? Exactamente lo mismo, que, tres partidos después de ese, ha vuelto a faltarles: concentración y consistencia.

"Creo que nuestra puesta en escena no ha sido la mejor, sin duda. Hemos hecho un primer cuarto muy flojo a nivel de entender cómo jugar aquí al Barcelona. Hemos perdido seis balones, luego al final entre los otros tres cuartos hemos mejorado ese aspecto que era importante y hemos perdido demasiados rebotes. Les hemos dejado correr, jugar al ritmo que ellos querían. Han jugado bien, han hecho muchas canastas fáciles, demasiadas canastas sin nadie delante", reconoció Chus Mateo. Y es que si en el partido anterior, ante Baskonia, echó de menos más "concentración e intensidad competitiva" y más "paciencia" a nivel defensivo, esto volvió a verse de nuevo en esos 15 minutos del principio que condenaron al Real Madrid.

Chus Mateo habla sobre las cinco faltas de Tavares y Poirier. RELEVO

A nivel defensivo, al igual que le ocurriera en jornadas anteriores, no terminó de despegar. La dupla formada por Edy Tavares y Vincent Poirier, la que muchos consideran la mejor pareja de pívots de Europa, estuvo totalmente anulada… Y frustrada. O lo que es lo mismo: el juego interior al completo. Tanto, que finalmente acabaron cometiendo faltas por frustración que hicieron a ambos quedar eliminados y dejar al Real Madrid sin pívot. Y es que a nivel de consistencia defensiva, el Real Madrid no está siendo el que era… Ni de lejos. Ya van varias jornadas en las que los equipos logran encontrar huecos en la pintura con demasiada facilidad e incluso, como reconoció Chus Mateo con el Barça, encontrar tiros liberados que acaban subiendo al marcador.

Además, el exceso de celo para tratar desde el ataque de arreglar lo que atrás no funciona… Tampoco funciona. Porque de hecho están reviviendo el fantasma del desacierto exterior (1/8 en triples durante el primer acto en el Palau) que ya empieza a penalizarles en exceso. Y si en la pintura las cosas no salen y desde fuera tampoco… Y a todo eso se le suma que hay momentos en los que cada jugador trata de hacer la guerra por su cuenta, sin que haya una unidad y una filosofía común que lo desajusta todo aún más y hace que el Real Madrid caiga en otro problema: las pérdidas. Por eso, el enfado de Sergio Llull durante la primera parte en el Palau en el que recriminaba que en vez de remar todos a la vez, cada uno lo hacía a su manera.

"Creo que en algún momento teníamos que haber sido pacientes y haber parado un poco más", admitía Chus Mateo en la sala de prensa del Palau. Y, en cierto modo, esto es algo que se ha repetido en más ocasiones a lo largo de la temporada y que, por ende, puede hacer dudar de que esta situación -son tres las derrotas consecutivas que acumula el equipo blanco- venga sólo por el hecho de haber tenido un colchón con lo logrado hasta antes del parón de febrero.

Lo que está claro es que, dadas las circunstancias, Chus Mateo tiene que encontrar la tecla para cambiar y volver a ajustar todas estas cuestiones en su equipo. Porque en lo que viene a partir de ahora ya no valen los tropiezos.