Jilson Bango, el interés de Valencia y su extrañeza por el mercado ACB: "Es una situación que no he vivido nunca"
El pívot del Casademont se enteró del movimiento del club 'taronja' para ficharlo al día siguiente de debutar en la Liga Endesa, su gran sueño desde que empezó a jugar en Angola.

Jilson Bango fue el primer fichaje del Casademont Zaragoza para la temporada 2024/25, el pasado mes de mayo: un 2,08 de fibra rápida, expansividad atlética, internacional con Angola y con dos años de crecimiento progresivo en el Lowen Braunschweig alemán, a las órdenes del técnico español Jesús Ramírez. En la BBL su nombre apareció destacado en varios aspectos entre los jugadores interiores: máximo taponador, cuarto mejor reboteador y también entre los MVP de la competición. A los 25 años, su salto a la Liga Endesa culmina un sueño confeso... aunque estos días ha vivido con extrañeza el repentino interés de Valencia por ficharlo. Este domingo se cruzará con el caboverdiano Tavares, a quien conoce de los enfrentamientos con su selección, y con Ibaka, a quien curiosamente no se encontró en sus partidos frente al Bayern Munich.
¿Por qué ese deseo especial por jugar en España?
Durante mi primer año con la selección de Angola, el primer viaje que hice a jugar en otro país fue a España. Estuvimos en Barcelona y en otras ciudades y me encantó. Por eso uno de mis sueños siempre fue jugar en la ACB. Me siento muy agradecido de haber tenido esta oportunidad y estoy seguro de que van a ocurrir cosas muy buenas.
Lleida ya les puso muy difíciles las cosas en el primer partido y ahora llega la visita al Real Madrid de Tavares e Ibaka: vaya duelo.
Tavares es un jugador muy dominante. Muy alto, con una gran experiencia en la liga. Hay que buscar la manera de enfrentarlo, va a ser un partido muy difícil para nosotros. Respecto a Ibaka, no lo conozco muy bien. Siempre que jugábamos contra Múnich, que era su equipo en Alemania, él no estaba, no sé por qué. Así que tengo muchas ganas de enfrentarme a dos jugadores de tanta experiencia y disfrutar del partido. Y jugar duro, eso siempre.
¿Te motiva enfrentarte a grandes estrellas así?
Para mí va a ser una experiencia fantástica, porque medirte con estos jugadores es lo que te lleva a mejorar. Va a ser una batalla difícil y dura, pero me gustan esas batallas.
¿Cuáles son las primeras impresiones en tu llegada a la Liga Endesa?
Lo he dicho ya en algunas entrevistas: siempre he querido jugar en España. Para mí es un sueño realizado, estoy muy contento de estar aquí. Tengo a un entrenador excelente, a compañeros que me están ayudando mucho, y me encanta estar en Zaragoza.
Y en lo personal, ¿cómo te viste en el debut?
Mi partido no fue especialmente bueno, esa es la verdad. Tenía muchas ganas de jugar y de hacer muchas cosas en la pista, pero algunas no acabaron de salir bien. Estoy empezando a trabajar aspectos de mi juego como el tiro de corta distancia, en los que hasta ahora no había insistido tanto pero que voy a necesitar para competir aquí. El partido mostró lo que me voy a encontrar en la ACB: adversarios muy fuertes. Aun así lo mejor fue que ganamos. Primera victoria de la liga y ya preparados para enfrentarnos a los próximos que vienen.
¿Cómo era tu vida en Angola? ¿Sentías la necesidad de salir de allí a través de un contrato profesional en Europa?
Salí de Angola buscando mejor calidad de vida para mi familia. Y me gusta estar en Europa. Es un sueño hecho realidad. Llevo muchos años trabajando y por fin puedo decir que he llegado aquí.
¿Jugabas desde niño al baloncesto?
Empecé muy tarde, con 14 años. Y por eso no tenía mucha esperanza en llegar a ser profesional. Empecé con el baloncesto porque mi padre había sido jugador también en Angola: él siempre me motivaba. Y tenía entrenadores que, a pesar de que yo pensaba que no lo podría conseguir, siempre creyeron mucho en mí. Y aquí estoy. Es un privilegio que tengo que agradecer.
¿En qué momento empezaste a pensar que sería posible llegar a la élite profesional?
Durante mi época junior, cuando en mi club me incluyeron entre los 12 elegidos para viajar con el primer equipo en un partido. Antes yo no creía demasiado en mí mismo, pero a partir de ese viaje mi confianza creció. Tenía 16 años y me di cuenta de que podía ocurrir, que quería más. Y siempre he querido más: jugar más, ganar partidos...
Hay quien habla de un futuro en algún equipo Euroliga e incluso NBA para Jilson Bango. ¿Se reconoce en esos objetivos?
Estas cosas me estimulan mucho porque es ahora cuando estoy viendo los resultados de todo el trabajo de mucho tiempo. Estar aquí y escuchar todas esas cosas supone una enorme motivación. El trabajo trae cosas buenas. Sé que tengo que seguir así, ser la misma persona de siempre.
"Salí de Angola para mejorar la calidad de vida de mi familia: empecé a jugar tarde al baloncesto, con 14 años, y no creía que pudiera llegar a ser profesional. Pero aquí estoy... es un privilegio"
Pívot del Casademont Zaragoza¿En quién se ha fijado como su ídolo en el baloncesto?
Me gusta mucho Giannis Antetokoumpo pero, realmente, siempre he sido más de fijarme y aprender cosas de muchos jugadores distintos, no sólo de uno. No soy de tener un ídolo, prefiero fijarme en varios y coger lo mejor de cada uno.
¿Conoce la historia del paso de Antetokoumpo por Zaragoza?
Claro, claro. Me lo contaron en una entrevista. La verdad... ¡está muy bien, muy bien!
¿Cómo ha sido la experiencia en Alemania?
Muy buena, pero también dura porque cuando llegué allí no hablaba nada de inglés, la comunicación se me hacía muy difícil y había muchas cosas que no sabía cómo decir ni cómo hacer. Aun así me ofrecieron un contrato, lo acepté y la experiencia ha sido muy positiva. Fue duro y me costó, pero siempre he tenido ganas de aprender, de superar desafíos y por eso estoy aquí. Me considero un ganador y sé que tengo muchas cosas buenas que mostrar a mucha gente y también a mí mismo. Para eso trabajo.
¿Hablar bastante español le ayudará en ese aspecto aquí?
Para mí aquí es mucho más fácil, sí. En Alemania no sabía ni cómo comunicarme. Poco a poco aprendí español con un amigo mío de Madrid que estaba allí, y también con el entrenador que es español: Jesús Ramírez. Es un coach excelente. Al haber aprendido el idioma, la adaptación en Zaragoza está siendo muy buena.
¿Cómo es Jilson Bango? ¿Qué van a ver los aficionados españoles?
Soy humilde, por encima de todo. Y agradecido con las personas que me han ofrecido ayuda. Me gusta trabajar y es lo que voy a hacer para intentar darle victorias a mi equipo. ¿En cuanto al juego? Rebotes, asistencias si puedo en alguna ocasión, correr todo el campo, puntos para ayudar al equipo... Esa tiene que ser mi contribución.
¿Cuánto ayuda tener al lado a un jugador como Dubljevic?
Es otro nivel. Jugar con alguien como Dubi es otro nivel. Cuando no sé qué hacer o cometo un error, él siempre aparece para darnos indicaciones, decirnos cómo lo tenemos que hacer... Es un líder. Con alguien así al lado las cosas se hacen mucho más fáciles. Tiene mucha experiencia en la liga y en el baloncesto. Cuando él habla, tenemos que escuchar y seguirlo. En los momentos difíciles del partido, lo tenemos a él y a otros jugadores para liderarnos. Es una maravilla, lo hace todo mucho más fácil.
¿Os entendéis bien, mezcláis bien en la pista?
Sí, porque tenemos cada uno nuestro propio trabajo: si uno está como cinco y él hace de cuatro, cada uno sabemos qué hay que hacer. Y tenemos una buena comunicación, siempre conectados para entendernos. Incluso tenemos una jugada que la llamamos Hermanos, y en la que jugamos el cinco para el cuatro y el cuatro para el cinco. Es una maravilla tener una conexión tan buena, estoy seguro de que se va a mantener toda la temporada.
Esta semana ha surgido el interés de Valencia por ficharte. ¿Qué noticias has tenido al respecto?
No tengo mucha información de esto. Mi agente me dijo que Valencia había mostrado interés y hablado con él, pero eso es lo único que sé. Para mí es una motivación, porque significa que estoy haciendo bien mi trabajo y me empuja para trabajar más y seguir progresando. Cuantas más victorias consiga mi equipo, más feliz voy a ser.
¿Lo consideras una posibilidad cerrada?
Para eso no tengo respuesta. Yo firmé un contrato con el Casademont y estoy aquí para jugar. No sé lo que puede pasar dentro de dos días, en una semana o en tres. En lo que pienso es en que estoy aquí y que voy a trabajar duro hasta al final y ayudar a mi equipo a ganar partidos. Eso es lo que tengo que hacer. El futuro no sé cuál será. Yo estoy enfocado en Zaragoza y en ganar partidos.
¿Qué le parece esa situación de que, una vez empezada la temporada, el mercado siga abierto y los clubes puedan quitarse jugadores entre sí?
Es algo que me extraña, porque nunca lo he vivido. Siempre, toda mi vida, cuando he firmado un contrato con un equipo he sabido que iba a jugar ahí hasta que la liga terminara. Después era cuando se podía comprar. Esto es muy extraño, ¿sabes? Nunca viví algo así.
El partido con el Real Madrid abre un mes intenso con el inicio de la FIBA Europe Cup, ocho encuentros en un solo mes...
Estamos en buen camino, lo hemos visto tanto en los partidos de preparación de la pretemporada como en el primer encuentro con Lleida, que fue muy duro. Estamos acoplándonos poco a poco, mejorando la comunicación en la pista, ajustando el juego... y creo que lo vamos a afrontar bien.
¿Qué objetivo se marca el Casademont este año?
El objetivo siempre es ir hacia arriba. Trabajar para estar siempre en la posición más alta que podamos. Sé que este equipo va a dar lo mejor en cada partido y estoy seguro de que nos va a ir bien. Tenemos un muy buen equipo este año.
¿Cómo es Porfirio Fisac en el vestuario?
Un gran motivador. Hay cosas que yo no hacía antes, en mi baloncesto, que aquí sí me pide que haga. Es un entrenador que te empuja mucho. Que te dice: "Jilson, tú no hacías esto antes, pero aquí necesitamos que lo hagas. Tienes el talento que Dios te dio, pero además tienes que trabajar en otras cosas". Y si fallas, te dice que el error es normal. Y te anima para mejorar. Me siento muy cómodo a sus órdenes.
¿Y qué necesita de Bango el Casademont, según el técnico?
¡Me pide que tire de fuera!, jajaja. Estoy en ello, es algo que no he hecho hasta ahora y me hace falta. Muchas veces los contrarios me dejan espacio para tirar, pero no lo hago porque no estoy seguro. ¡Hay que trabajarlo hasta meter todas! ¡Estoy preparado para todo!