Juan Núñez pasa hoy reconocimiento médico con el Barcelona tras reservarse en los amistosos de la Selección

El España-Puerto Rico de ayer en el Wizink dejó para el recuerdo el homenaje del público madrileño a Rudy Fernández en su último partido en España. De hecho, la victoria de los de Scariolo previa a los Juegos Olímpicos quedó en un tercer o cuarto plano tras esa histórica ovación, y por el amargo lamento del técnico italiano por no poder entrenar en la pista de Lille, en la que debutarán contra Australia el sábado.

Fue una noche de muchas emociones en el Palacio y, en medio de todas ellas, pasó desapercibida la ausencia, otra vez, de Juan Núñez. El joven base internacional es, junto a Joel Parra, el descarte de Scariolo antes de los Juegos. Aun así, seguía con el grupo, como es costumbre, para todos los partidos de la gira previa y el trabajo de La Familia, de la que es uno más.

Sin embargo, Núñez no jugó un solo minuto ni en el amistoso contra Argentina del pasado viernes en Guadalajara, ni ayer en el Wizink. Algo que se entiende mucho mejor al saberse que ahora, ya liberado de la disciplina del equipo nacional, está concretando su fichaje por el Barcelona y sellando el reconocimiento previo necesario. Tras este inevitable trámite previo, la oficialidad de la operación será inminente.

El canterano del Real Madrid, al saber que no iba a disputar los Juegos, ha preferido no arriesgarse a una inoportuna lesión que pudiera alterar esta prueba y la culminación de su fichaje por el Barcelona, con el que volverá a disputar la liga Endesa tras dos temporadas en la Bundesliga. Tampoco el combinado nacional lo ha necesitado. De haberlo hecho, sin duda el jugador habría disputado los minutos que fueran necesarios porque su compromiso con la Selección nunca ha estado en cuestión para nadie.

Después de pasar por la cantera merengue y de no alcanzar hace dos temporadas un acuerdo para su renovación, el madrileño sorprendió con su fichaje por el Ratiopharm Ulm, club en el que ha ganado experiencia y peso en la pista. Ganó la Liga alemana en 2023 y continuó siendo un miembro más de La Familia para Scariolo. Ahora, cuando se concreten todos los últimos detalles de la operación, se convertirá en el segundo fichaje del Barcelona tras el de Kevin Punter.

Y todo ello después de haber sido seleccionado el número 36 del draft de la NBA por Indiana Pacers y recalar acto seguido en los Spurs de Victor Wembanyama. De hecho, se especuló bastante con que pudiera dar el salto ya a la franquicia de Texas, pero todo parece indicar que el jugador, al menos esta temporada, ha optado por seguir ganando galones en ACB y Euroliga. Y nada menos que en el Barça.