El Madrid sobrevive al Martín Carpena y mantiene su invicto
El equipo de Chus Mateo sigue contando sus partidos por victorias tras superar a un motivado Unicaja con un brillante Yabusele
El Real Madrid sigue sin conocer la derrota en el curso 22/23 después de superar, con el permiso de la Supercopa Endesa, su semana más dura hasta la fecha. Ni el OAKA ni el Martín Carpena son pistas sencillas para acudir como visitante y tanto Panathinaikos como Unicaja Málaga se presentaron como rivales rocosos que obligaron al conjunto blanco a ponerse el mono de trabajo. Marcadores por debajo de los 80 puntos, partidos exigentes y una maquinaria blanca que alejada todavía del ritmo óptimo se muestra sólida para estas alturas de la temporada.
Chus Mateo trató de repartir los esfuerzos después del desgaste acumulado en el OAKA. Apostó de inicio por jugadores menos habituales en los quintetos iniciales como Vincent Poirier o Mario Hezonja, aunque tras un buen arranque se percibió el verdadero nivel de intensidad en el que se iba a mover el partido. Y tuvo que tirar de sus hombres de confianza, con Yabusele rozando los 30 minutos y volviendo a acortar la rotación a solo 9 hombres a pesar de la convocatoria de Alberto Abalde por primera vez tras su lesión.
Unicaja Málaga es un equipo en construcción pero repleto de talento. Lima se adueñó de los aros y forzó la entrada de un Tavares incisivo en ataque por momentos. Los picotazos de Brizuela daban las primeras ventajas a los locales, más suelto y confiado tras un arranque de temporada en el que se está dosificando. El Carpena rugía como en las mejores noches, un público hambriento de regresar al alto nivel competitivo que le ha eludido en las últimas temporadas.
YABUSELE, TRABAJADOR INFATIGABLE
Los blancos sufrían en la dirección y se apoyaban en el comodín que les hace marcar diferencias en cualquier pabellón de Europa: el juego interior. Yabusele bajó al barro y a pesar de su desacierto de cara al aro empezó a sumar desde el tiro libre y castigar tanto los desajustes como a sus pares defensivos. El ala-pívot francés vuelve a aglutinar mucha responsabilidad dentro de los esquemas del Real Madrid ante la baja de Anthony Randolph y la falta de confianza de Chus Mateo en Petr Cornelie.
Ibon Navarro trató de cambiar el ritmo desde la defensa. El Unicaja subió líneas y sorprendió durante varios minutos colocando a Alberto Díaz a tratar de defender a Yabusele por delante y con intensidad en el poste bajo. Los blancos tardaron poco en descifrar el nuevo puzle defensivo, movieron con mejor criterio el balón y encontraron los puntos débiles para sumar puntos con cierta facilidad. Las rentas crecían por encima de la decena y la cuerda de los malagueños amenazaba con romperse. El talento ejercía de salvavidas pero el partido estaba donde quería el Real Madrid.
El arranque del último cuarto fue de Sergio Rodríguez y Dzanan Musa. El bosnio había estado apagado y controlado durante el encuentro por el entramado defensivo del Unicaja pero apareció en el último parcial. Incisivo y agresivo en los contactos volvió a castigar desde el tiro libre y sumando de forma constante para los blancos. Chacho firmó en la segunda mitad algunos de sus mejores minutos desde su regreso (8 puntos y 7 asistencias), después de una irregular Supercopa Endesa y un gris estreno en la Euroliga.
Pero la ventaja del Madrid se evaporó, atascado en ataque y obcecado en producir ventajas desde un pick&roll central que la defensa de Unicaja supo gestionar. Kravish y Osetkowski encontraron la manera de producir ante la oposición de Tavares y el partido se apretó en la recta final llegando a estar el Unicaja a 2 puntos con 50 segundos en el reloj. Y apareció el de siempre. Llull en una penetración y con dos tiros libres posteriores certificó el triunfo de un Real Madrid (71-76) que suma sus 6 partidos de la temporada con victorias.
EL DESPERTAR DE BRIZUELA
Darío Brizuela no había arrancado la temporada con buen pie tras el desgaste del Eurobasket, algo que están sufriendo otros internacionales de la selección como Xabi López-Arostegui o Jaime Pradilla. No entró en juego hasta el segundo cuarto pero fue el gran sostén del Unicaja en los momentos más complicados. 17 puntos en apenas 19 minutos. Liderazgo necesario y que debería ir a más.