El Río Breogán deja a Ben McLemore 'en el banquillo'

Había un runrún en el Buesa Arena y no se debía a un tema deportivo: la posibilidad de que Ben McLemore, recientemente acusado de violación y otros tres delitos sexuales, jugara el trascendental choque entre Baskonia y Río Breogán de hoy (12:30h Movistar+).

Hace unos días, el entrenador breagonista, Veljko Mrsic, no había querido desvelar si contaría con él. Pero, finalmente, la cordura se ha impuesto a la necesidad deportiva y Ben McLemore se quedará 'en el banquillo'. O eso parece.

Los gallegos no contarán con su mejor efectivo pese a que cada encuentro es vital en su carrera hacia la permanencia. Es cierto que la plaza no parecía la mejor para 'juzgar' al estadounidense: ante una afición muy comprometida socialmente y un equipo que no tiene margen de error en su pelea por un billete para el playoff de Liga Endesa.

McLemore (San Luis, Misuri, 1993) fue detenido el pasado 10 de abril en Portland, durante un permiso para viajar a EE.UU. que le concedió su equipo. Allí fue arrestado, tomó declaración y pagó un depósito de 50.000 dólares (el 10% de la fianza fijada en medio millón de dólares) para regresar a España.

La presunta violación por la que se le acusa se habría producido el 3 de octubre de 2021 en Cherry Lane (Lake Oswego), época en la que el escolta estadounidense jugaba en los Portland Trail Blazers de la NBA.

"La verdad saldrá a la luz y mi nombre quedará limpio", apuntaba el jugador a través de un comunicado en la madrugada del jueves, antes de poner rumbo a Lugo. "Yo no violé a esa mujer (...) No me acusan de usar fuerza física para violar a alguien. Más bien, se me acusa de participar en actividades sexuales con alguien que ahora afirma que no dio su consentimiento", se defendía. Tendrá que presentarse ante la justicia estadounidense el próximo 1 de julio.

Hasta este momento, el Río Breogán se ha mostrado cauteloso con la situación de su jugador, actitud muy criticada entre los aficionados de este deporte. "Debemos aguardar a obtener la información legal pormenorizada para realizar cualquier juicio de valor con garantía", explicaba el club en su comunicado.

Según publicaba ayer el diario lucense El Progreso, el baloncestista se perdería este encuentro por regresar a España finalmente esta madrugada y no el viernes, como señalaban en un primer momento fuentes cercanas al club. Una información que ha podido confirmar Relevo y que podría significar que su descarte no sea definitivo para lo que resta de temporada. Aunque la última palabra la tiene el Breogán, que quiere sentarse con el jugador antes de tomar una decisión.

El de Misuri llegó a Liga Endesa con el cartel de un buen anotador que había jugado nueve temporadas en la NBA. Fue elegido el número siete del draft por los Sacramento Kings en 2013 y, en el concurso de mates del All Star 2014, saltó por encima de Shaquille O'Neal, quien le coronó después.

Pero en su tierra, McLemore nunca llegó a rey. Aunque pasó por equipos como Memphis Grizzlies, Houston Rockets, Portland Trail Blazers o Los Angeles Lakers. En 2023 arrancó el año en China, de allí migró al AEK de Atenas y terminó el año en España.

Dadas sus virtudes en la cancha, el escolta de 1,91 metros se convirtió en un fichaje ilusionante, tanto para el Breogán como para Liga Endesa. Y no ha decepcionado, firmando unos promedios de 13,7 puntos, 2,8 rebotes y 1,5 asistencias por duelo.

Sin embargo, no es la primera que McLemore sorprende negativamente a la afición breoganista. Recientemente, se encaró con unos agentes de la Policía Local de Lugo que le detuvieron por conducir con "evidentes síntomas de embriaguez". El jugador pidió perdón: "He cometido un error del que no me siento orgulloso. Ahora, más que nunca, mi deseo es seguir ayudando a mis compañeros y al club".

Hoy no podrá ayudar a su equipo, que coquetea con el descenso en un ambiente todavía más enrarecido por los cargos a los que se enfrenta McLemore.