Un recital de baloncesto y un tercer cuarto perfecto dejan a UCAM Murcia a un paso de la final

Intensidad, juego coral, ideas muy claras... Y un 2-0 para UCAM Murcia que se convierte en la gran revelación de estos playoffs. Los de Sito Alonso han asaltado el Martín Carpena, por segunda vez esta semana (83-101), tumbando al líder de la temporada regular y campeón de la Basketball Champions League (BCL), ese que los apeó de jugar la final en Belgrado. Y lo han hecho con Dustin Sleva, Ludde Hakanson y Dylan Ennis repartiendo asistencias por doquier; con Yannis Morin rompiendo bajo aros; con Rodion Kurucs destrozando el aro rival; y con una mentalidad descomunal.

UCAM Murcia se lo creyó mucho más que Unicaja. Y lo dejó claro en un tercer cuarto descomunal. Diez minutos en los que el parcial fue de 16-30 para los de Sito Alonso, firmando un auténtico vendaval baloncestístico que terminaron por coronar en el último cuarto llegando incluso a los 100 puntos. La eliminatoria se va a Murcia con ese 2-0 y con UCAM Murcia a un paso de la final.

Siempre se ha dicho que la verdadera esencia de un equipo se ve en los peores momentos. Y lo cierto es que Sito Alonso tiene que estar bien orgulloso de los suyos. Porque UCAM Murcia está en cuadro, sin juego interior, sin Artur Kurucs, sin Nemanja Radovic, con Moussa Diagné tocado... ¡y vaya espectáculo de juego que está dando estos playoffs! La filosofía de Sito Alonso, esa del "next play" (pensar en la siguiente jugada) como les insistía a los suyos en un tiempo muerto ha salido a la perfección. El equipo universitario sabía que tenía que salir todavía mejor que en el primer partido y no dudó en hacerlo. Intensidad, rapidez, juego colectivo, compartiendo mucho el balón y una defensa en zona han sido las claves tácticas de un UCAM Murcia que está desplegando un juego vistoso y descomunal con las cosas muy claras: sabe a qué quiere jugar y cómo hacerlo. Y si no, basta con ver el tercer cuarto que han firmado con ese parcial de 16-30. Los de Sito Alonso han asaltado el Carpena... Otra vez. Las semis se van a Murcia con 2-0 de los suyos.

Era un partido clave... y empezó dudando. Y aunque tuvo un arreón en el que mantuvo el pulso e incluso llegó a dominar el marcador, se terminó desinflando. Desajustes, sin ideas para generar como acostumbra, con muchas dificultades para correr -algo que también fue mérito de la presión murciana- y con demasiado colapso mental, Unicaja cometió errores que terminaron por condenarlo. Algo a lo que, precisamente, no acostumbra el equipo de Ibon Navarro. La batalla mental fue para UCAM Murcia y ahí estuvo la clave de absolutamente todo. Papelón para Unicaja, el líder de la temporada regular, que tendrá que ganar las dos batallas en Murcia para estar en la final. "Ahora el que tiene la responsabilidad son ellos", decía Ibon Navarro, y esa presión es con la que intentará contraatacar para hacer lo imposible: remontar un 2-0, algo que no se ha dado hasta ahora en la historia de la Liga Endesa.

Imparable en ataque, atento en defensa. El otro día fue Dustin Sleva y esta vez ha sido Rodion Kurucs el que ha liderado a UCAM Murcia para llevarse la victoria. El alero letón ha sido prácticamente indefendible para Unicaja y ha ayudado a nivel defensivo de forma descomunal... y jugando "con pinchazos", como él reconoció, porque está tocado del tobillo. 21 puntos, cuatro rebotes, tres asistencias y dos robos para firmar un 27 de valoración. MVP meritorio para él.

La actitud de Alberto Díaz, la de no bajar los brazos en ningún momento, emplearse a fondo e incluso reenganchar, aunque sin fortuna, a los suyos en el último cuarto es para levantarse y aplaudir. El malagueño ha demostrado que lo de ser capitán también conlleva una responsabilidad y la ha ejercido de la mejor forma posible. Por su forma de emplearse a fondo y pelear, mi whatsapp para él es sencillo: ejemplo de baloncesto.

El primer cuarto que ha firmado ha sido brutal: 9 puntos, 4 rebotes y 12 de valoración. El segundo, ha demostrado una solidez imparable: haciendo mates, poniendo tapones... Cada partido que está jugando está demostrando un capítulo nuevo de su repertorio y ni siquiera esos seis puntos de sutura en la cabeza con los que ha salido a cancha tras el descanso -después de sufrir un golpe de Osetkowski en una pugna por el balón, que le ha obligado a abandonar la cancha sangrando- le han frenado para seguir dando un recital. Eso sí, la reverencia al Carpena que le ha costado la técnica lo cierto es que sobraba. Pero aun así, chapó por su juego.