FINAL LIGA ENDESA | REAL MADRID 82 - FC BARCELONA 93 (0-3)

Sarunas Jasikevicius ya tiene su revancha particular mientras decide su futuro

El técnico lituano había perdido todos los títulos en juego ante Chus Mateo.

Sarunas Jasikevicius celebra el título en el vestuario del Barcelona./ACB
Sarunas Jasikevicius celebra el título en el vestuario del Barcelona. ACB
Guillermo García

Guillermo García

Sarunas Jasikevicius llegó a Barcelona en 2020 con el objetivo de terminar con la hegemonía del Real Madrid en el baloncesto nacional y con la misión de intentar devolver la Euroliga a las vitrinas del Palau. El triunfo continental es, a día de hoy, el gran deber del técnico lituano, pero en tres años al frente del equipo azulgrana no ha cerrado ningún curso en blanco. Y éste tampoco iba a hacerlo.

El Barça celebra el título en el vestuario.ACB

El Barcelona se aferró a la última bala que tenía en el cartucho para levantar un trofeo esta temporada y lo hizo, para más inri, en casa del máximo rival. El mismo que esta temporada le había negado el pan y la sal y con el que había chocado en dos de los tres títulos que se habían disputado. El tercero fue cosa de Unicaja, que dejó el proyecto azulgrana en el peor momento desde que Saras llegó al banquillo.

Jasikevicius había encontrado su némesis particular en la figura de Chus Mateo. Pero, a la cuarta ha encontrado la fórmula para derrotarle. No pudo la temporada pasada cuando Laso tuvo que dar un paso al frente por un problema cardiaco. Tampoco pudo en la Supercopa Endesa, donde el Barça chocó con un gran Tavares. El último tropiezo con un título en juego fue en Kaunas, en las semifinales de la Euroliga.

El técnico del Real Madrid parecía haber tomado la medida a su colega lituano. Pero en la final de la ACB, cuando peor pintaban las cosas para el Barça, Saras encontró la fórmula para derrotar a su rival por primera vez. Se encomendó a Mirotic y encontró la mejor forma de explotar a Vesely con un juego desde el poste alto que desarmó a Tavares y al Real Madrid para levantar su segunda liga ACB.

"Estuvimos juntos, rotamos mucho, tuvimos momentos brillantes de Nnaji, Paulí da energía enorme en vestuario y banquillo... Es un título de Liga que es muy difícil de conseguir", reconocía el técnico lituano tras romper su maldición. "Ha sido una temporada buena que no pudimos rematar en momentos justos. A partir de enero hemos hecho buen baloncesto y en situaciones de un partido no lo pudimos sacar adelante. Lo más complicado para los chicos fue recuperarse del palo de Europa. Luego hemos mostrado carácter y jugado muy buen baloncesto".

Con un título bajo el brazo, pero con un futuro incierto Jasikevicius prefiere todavía no pensar en el mañana. El lituano termina contrato el próximo día 30. Podía haber renovado de manera automática de haber ganado la Euroliga. No lo hizo y Navarro emplazó a la final de la ACB la decisión sobre su futuro. Él estaría dispuesto incluso a bajarse el sueldo, en esa eterna rebaja salarial que necesita el club, para seguir en el banquillo del club de sus amores. Y hacía ahí apuntan todos los caminos.