El secreto de la unión del Real Madrid de baloncesto nace en un 'SIUU' a lo Cristiano

Hace un tiempo que hay una rutina que quienes llegan pronto al WiZink Center ven en cada jornada. Sergio Llull, el capitán del Real Madrid, antes del calentamiento, gritando en el círculo central el famoso 'SIU' que tan popular hizo Cristiano Ronaldo cuando vestía de blanco. Sin embargo, esta rutina ha acabado por extenderse al resto de la plantilla hasta el punto de haberse convertido ya en lo que bien podría ser la conjura del Real Madrid. Y el motivo no es otro que el buen rollo y la química que existe en el vestuario blanco, hasta el punto de haberse convertido en la clave del éxito del equipo de Chus Mateo. Ese que ahora "tiene el guapo subido", como reconoció el propio técnico, pero también los pies en el suelo. Y el recuerdo de hace un año es la base de todo.

La temporada pasada por estas fechas al Real Madrid no le iban las cosas tan bien como ahora. Sin embargo, si algo demostró el equipo blanco es, precisamente, que lo que era: un equipo que jugaba (y juega) junto, capaz de sobreponerse a las adversidades. Esa circunstancia se dio (y se sigue dando) por la "unión del vestuario y la química, que sí que existía", en palabras de Chus Mateo. Y lo cierto es que esta temporada no es que se mantenga, sino que ha ido a más. Y el claro ejemplo es la conjura prepartido del famoso 'siu'.

"Llull lleva haciendo esto él solo desde el año pasado. En un momento dado hemos pensado que había que agradecer el momento que está teniendo que está jugando genial. Y eso es el madridismo, como el 'siu' de Cristiano Ronaldo", explicaba Fabien Causeur tras la victoria ante el Dreamland Gran Canaria en los micrófonos de Movistar+. Aunque, eso sí, Llull matizaba que la idea de extenderlo ha sido de "Súper Mario Hezonja", el que es el jugador más en forma del Real Madrid en la actualidad.

"No es ninguna falta de respeto al equipo contrario, sino que es más bien nosotros disfrutando de jugar juntos", explicaba el francés. Y ese disfrute conjunto es una química que casi roza la matrícula de honor, tal y como explicó Chus Mateo.

"La confianza del vestuario estaría en un nueve y medio, sin duda. No doy un diez porque siempre hay gente que necesita más tiempo o que le salgan las cosas un poquito bien. Pero a nivel de grupo, sí que es verdad que estamos a un nivel muy alto, un nueve y medio o diez. Cuando vengan los momentos malos, en esos momentos se examinan los equipos, los grupos", dijo el técnico. Y lo cierto es que ahí está el secreto blanco.

"El año pasado, que hubo momentos donde igual no dimos esta cara tan continua y nos costaba entender lo que queríamos, esa unión del vestuario y esa química, que sí que existía, nos ayudó a salir de momentos duros y difíciles hasta llegar a levantar la Copa de Europa. Estaremos preparados para recibir esos malos momentos, pero sobre todo estaremos juntos, que eso es lo que más me preocupa", explicó Mateo.

"Estamos en una buena dinámica y eso ayuda a entender todo mejor. Nosotros tenemos el guapo subido un poco, pero sabemos que habrá momentos complicados. Ya los está habiendo, durante los partidos o durante la temporada. Y en esos momentos que vendrán ahí es donde tendremos que ver el equipo, ver que son buenos compañeros, como lo son, que tienen ganas de jugar y de ganar juntos. Y que aunque las cosas en ocasiones no salgan rodadas, siempre se puede ganar o salir de un bache si todos remamos en la misma dirección", dijo el entrenador merengue.

Porque lo cierto es que ese "guapo subido" se traduce en la buena forma que tienen prácticamente todos los jugadores de la plantilla. Ya que más allá de Facundo Campazzo, de Edy Tavares, de la conexión Poirier-Chacho, de Dzanan Musa o de Mario Hezonja, que ha encontrado su mejor versión esta temporada, también está Gaby Deck a un gran nivel, e incluso Sergio Llull, al que la veteranía se le está quedando en anécdota dado su buen momento.