Treinta minutazos del Real Madrid y una reacción tardía de la Penya: los blancos ponen el 2-1

El conjunto de Chus Mateo vence 73 a 83 a la Penya en el primer partido disputado en Badalona para poner el 2-1 en la eliminatoria. El Real Madrid dominó los tres primeros periodos por completo, alcanzando una ventaja de hasta 30 puntos a 14 minutos del final, pero la reacción de la Penya con la segunda unidad maquilló el resultado final. Un cambio de actitud, juego e intensidad locales para llegar al cuarto choque con mejores sensaciones de las mostradas durante la mayor parte del encuentro.

Los blancos saltaron al tercer partido de la eliminatoria totalmente conectado al mismo. Cuando no todos se habían sentado todavía en sus asientos, los de Chus Mateo ya sumaban un 0-6, que se prolongaría hasta el 2-16, con tan solo dos tantos de Parra como paréntesis. Dzanan Musa jugaba a placer (8 puntos en menos de 7 minutos) y los visitantes dominaban la media y corta distancia, fijándose en cancha sobre Tavares, al que la Penya no conseguía superar.

Vladimír Brodziansky y Feliz intentaban despertar a su equipo, pero la única opción aparecía cuando el gigante del equipo blanco se iba al banquillo. Ahí, Guy encontraba espacio en la pintura, aunque Hezonja equilibraba la balanza con dos buenas acciones desde el perfil izquierdo para dejar la renta en +9 (16-25).

El segundo periodo daba inicio con un intercambio de golpes entre ambos conjuntos que mantenía la renta en los 10 de diferencia, aunque dos faltas consecutivas de Tavares (las primeras de la eliminatoria) le mandaban de nuevo al banquillo. Sin él en pista, Tomic respiraba un poco e incluso se gustaba con una magnífica asistencia, en unos instantes en los que la tensión iba en aumento en el pabellón. Tras escuchar cánticos de "asesino" a Yabusele, los árbitros pararon el partido y hablaron con ambos entrenadores. Sin embargo, estos gritos desde la grada se volvieron a repetir después de una antideportiva de Tomic sobre el francés. En los ataques posteriores del Joventut, la precipitación reinaba y las pérdidas se repetían (9 en 20'), con Mario Hezonja haciendo de las suyas en el otro lado: 11 puntos del croata y el Real Madrid se iba 32-48 al descanso.

Lejos de relajarse, el Real Madrid abrió la segunda parte de la misma manera que la primera. Aunque en esta ocasión el premio fue mayor. A pesar de la tercera falta personal de Tavares, el Real Madrid no sufría e incluso disfrutaba en la cancha. La falta de tensión en algunos jugadores locales, como el caso de Ellenson, propiciaba una lluvia de pérdidas que acentuaba la diferencia entre ambos equipos. Esa misma que Dzanan Musa se encargaba de exprimir con un elegante euro-step y un triple desde la esquina, seguido de otro tiro exterior mucho más lejano en transición. Pequeños golpes que iban profundizando en la herida de la Penya, que llegaba a verse 30 puntos abajo.

Kyle Guy alcanzaba los 20 puntos en su casillero particular en el cuarto periodo, maquillando lo posible el electrónico junto a Vives, Parra, Busquets, Birgander, el joven Kraag, que bajaba de 20 la diferencia, y Feliz, quien la dejaba en 13 y provocaba un tiempo muerto de Chus Mateo. El conjunto madrileño, más relajado, había perdido su fluidez en el partido, todo lo contrario a una Penya que tiraba de orgullo y se mostraba más contundente en sus acciones, con un mate de Ellenson como prueba más evidente, para llegar a reducir la brecha hasta los 5 puntos.

Pero todo llegó demasiado tarde. El tiempo corría en contra de la Penya y dos tiros libres de Musa (25 puntos) convertían lo muy complicado en milagro. El colchón blanco era excesivamente amplio para ser remontado en apenas 14 minutos. Y así, con un mate de Yabusele para certificar la victoria, el Real Madrid de baloncesto se llevaba su segundo triunfo.